45 kilos en un año: así adelgazó con una dieta ridículamente simple
Jason Phelps estaba harto de sentir que no podía hacer determinadas actividades. Un día se levantó y cambió su forma de ver la vida. Es un ejemplo de superación
No hay nada nuevo cuando se habla sobre adelgazar. Una buena dieta, ejercicio físico diario, cambio de hábitos... Aunque no existe la fórmula mágica para conseguirlo, más o menos sabemos qué podemos hacer y qué directrices seguir para bajar esos kilos que tanto nos perturban.
Si tienes un trabajo en el que te tiras sentado varias horas, te sentirás identificado con la historia de Jason Phelps y en cómo se relaciona con la comida. "Siempre estuve un poco obeso, pero a partir de los 20 años mi nivel de actividad fiísica disminuyó y mi peso se elevó considerablemente", explica a 'Men's Health''.
Tiene 40 años y trabaja como gerente para asesores fiscales y contables. Si bien la mala alimentación y la falta de ejercicio fueron dos contribuyentes importantes, el peor factor es la negatividad. "Fue muy fácil ignorar que estaba engordando porque es un proceso bastante lento: unos cuatro kilos anuales", asegura.
Si bien no está seguro de cuándo alcanzó su peso máximo, Phelps cree que cuando se subía a la báscula marcaba unos 180 kilos. "Recuerdo una de las últimas veces que me pesé porque me asusté. También me sentí diferente porque tuve el valor de hacer un cambio". Había escuchado sobre el ayuno intermitente, un plan de dieta que restringe el tiempo de alimentación a periodos específicos y sabía que los resultados funcionaban casi siempre.
Querer cambiar
Aquel fin de semana fatídico comenzó el cambio: ayunaba durante 16 horas diarias los sábados y domingos. Se sorprendió de lo bien que se sentía y continuó con el modelo 16: 8 adelgazando de kilo a kilo y medio por semana. Con el tiempo, un efecto secundario también le hizo más consciente de lo que estaba comiendo y de cómo ciertos alimentos lo hacían sentir.
Ni siquiera puedo explicar cuánto mejor me siento. Mi nivel general de energía es mucho más alto y mi movilidad y mi fuerza han mejorado
"Me di cuenta de la diferencia entre hambre real y físico y el simple hecho de tenerlo mentalmente, casi siempre causado por el aburrimiento, la rutina, el estrés o los antojos de un tipo específico de comida. Aprendí rápidamente que podía pasar por alto esa voz que a veces me arrastraba a darme buenos atracones. Conseguí librarme de mis ganas de comer a todas horas".
Sin embargo, dos semanas después de comenzar, tuvo otro contratiempo: se rompió el pie. "Fue aterrador porque recordé que esto ya había pasado hacía años y la inactividad me trajo hasta aquí. Pero esta vez iba a ser diferente: estaba decidido a tomar lo que era una debilidad y convertirla en una fortaleza", explica. Así que se compró un saco de boxeo que golpear cada mañana en casa. Una vez se curó, continuó haciendo ejercicios de HIIT por la mañana y al gimnasio por las tardes centrándose en movimientos de barra compuesta.
Sentirse bien
El efecto sobre su peso fue instantáneo y dramático: en el transcurso de un año adelgazó unos 45 kilos y dice que todavía le quedan unos diez más para alcanzar su objetivo. "Ni siquiera puedo explicar todo lo bien que me siento. Mi nivel general de energía es mucho más alto y mi movilidad y mi fuerza han mejorado. Pero sé que no he llegado a mi meta todavía, aunque estoy muy motivado".
Para aquellos que intentan seguir su ejemplo, Phelps dice que la perseverancia y la paciencia son los dos factores más importantes. Descubrió lo que funcionó para él: otras dietas no se mantuvieron a largo plazo, pero el ayuno intermitente es algo que siente que puede mantener durante el resto de su vida. Para otra persona, podría ser el régimen keto, trabajar con un entrenador o contar calorías. "Entiendo que no va a pasar de la noche a la mañana, pero haz pequeños cambios al principio para que se conviertan en un hábito. Después, añade progresivamente más y ponte un reto en el camino".
No hay nada nuevo cuando se habla sobre adelgazar. Una buena dieta, ejercicio físico diario, cambio de hábitos... Aunque no existe la fórmula mágica para conseguirlo, más o menos sabemos qué podemos hacer y qué directrices seguir para bajar esos kilos que tanto nos perturban.