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La dura vida que les espera a los hombres bajitos y a las mujeres obesas
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¿Por qué lo tienen todo más difícil?

La dura vida que les espera a los hombres bajitos y a las mujeres obesas

Ojo, que no es una sentencia gratuita dicha al azar. Un reciente estudio asegura que estos rasgos característicos hacen que las personas tengan peores condiciones salariales

Foto: Si estuviesen a la cola por un puesto de trabajo... ¿Adivinarías cuál sería la que tendría menos posibilidades? (iStock)
Si estuviesen a la cola por un puesto de trabajo... ¿Adivinarías cuál sería la que tendría menos posibilidades? (iStock)

¿Eres un tipo bajito o una chica con algo de sobrepeso? Si es así, probablemente ya te hayas dado cuenta de que partes con una ligera desventaja en la vida en comparación con los hombres más altos y las mujeres más delgadas. Y no es precisamente que no alcances las baldas de arriba o que no seas capaz de meterte en una talla 38: tienes bastante menos dinero. Ojo, que no es una sentencia gratuita dicha al azar, un reciente estudio asegura que estos rasgos característicos hacen que las personas tengan un peor nivel de vida que aquellas que están físicamente dentro de los márgenes que dictan los cánones sociales establecidos, o lo que es lo mismo, los altos y las delgadas.

Físicamente empobrecidos

Partiendo de la base de que no es ninguna novedad que, en una sociedad como la actual, la altura o el aspecto físico tienen una influencia directa en nuestro nivel socioeconómico, ¿de verdad era necesaria una nueva investigación para recalcar una vez más que si no eres físicamente atractivo es bastante factible que te vaya peor en la vida? Parece que sí.

Según los autores del estudio, aunque la relación entre la estatura y la pobreza viene determinada por factores genéticos o por haber mantenido una mala nutrición durante la infancia, este rasgo sólo afecta a los hombres. En cambio, las mujeres cuentan con una característica diferente para pertenecer a una clase social más baja que nada tiene que ver con ser, precisamente, bajas: estar gordas. Aspecto que en ellos, no influye para ser más o menos adinerados.

Hoy en día el Índice de Masa Corporal (IMC) parece indicar que vas a tener problemas económicos, especialmente si eres mujer

Claro, es que se cuidan poco

En un pasado no muy lejano, la delgadez se asociaba con la pobreza y el sobrepeso con tener un buen estatus económico, simple y llanamente porque se alimentaban bien los que más dinero tenían. Pero las cosas han cambiado desde hace décadas. En los países desarrollados la relación entre los kilos de más o de menos de las personas y su nivel social se ha invertido por completo. Hoy, el Índice de Masa Corporal (IMC) parece indicar, más allá de la necesidad inmediata de que te pongas a dieta, que vas a tener problemas económicos, especialmente si eres mujer.

La obesidad está asociada con una vida sedentaria –no te levantas del sofá probablemente porque tienes un trabajo con pocos viajes y careces de dinero o autoestima suficientes para ir al gimnasio o contar con un entrenador personal, piensan de ti– y una mala alimentación –en efecto, los alimentos procesados hipercalóricos y la comida basura son bastante más baratos–, ambos factores relacionados con un nivel de vida, digamos, impropio de las élites.

Pero… ¿y qué hay de la genética? Se preguntaron los investigadores quienes, al margen de que determinados aspectos de la vida adulta puedan influir en el peso de las personas, tuvieron en cuenta que los rasgos heredados son inevitables e influyen igualmente en que las mujeres rellenitas tengan una vida más complicada.

Una herencia familiar

“Las asociaciones entre genes y rasgos humanos son una causa no una consecuencia, y podemos decir estos porque los genes no cambian”, explicaban los científicos en 'The Conversation'. Una enfermedad no puede cambiar la secuencia de ADN, pero la secuencia de ADN sí puede influir en tener más o menos probabilidades de desarrollar una enfermedad como, por ejemplo, la obesidad.

Una vez que el esperma del hombre fecunda el óvulo de una mujer, todo dependerá de la combinación de esas dos copias del genoma humano y, salvo en algunas excepciones como en el caso de las células cancerosas, estas dos secuencias de ADN cambian muy poco durante nuestras vidas. “Los diferentes ambientes que nos encontramos, las opciones de estilo de vida que tomamos y las enfermedades que desarrollamos no cambian las secuencias de ADN que heredamos de nuestros padres”, aseguran los expertos.

Casi 2.000 euros menos al año

En base a los datos demográficos y genéticos de 120.000 personas (de edades comprendidas entre los 40 y los 70 años), los investigadores se centraron en 400 variantes genéticas asociadas con la altura y 70 relacionadas con el IMC para averiguar si realmente tener una menor o mayor estatura o pesar más o menos influye en tener un nivel de vida más bajo.

Una vez analizados los datos, encontraron que los hombres que eran 7,5 centímetros más bajos, sin que hubiese ninguna otra razón que su genética, ganaban un promedio de 1.500 libras –unos 1.900 euros– al año menos que sus homólogos más altos. Por su parte, las mujeres que pesaban 6,3 kilos más, sobrepeso igualmente heredado de sus padres y no adquirido por comportamientos sociales, también restaban 1.500 libras de su bruto anual que las féminas más delgadas de su misma altura.

Los hombres que eran 7,5 centímetros más bajos, sin que hubiese ninguna otra razón que su genética, ganaban un promedio de 1.500 libras al año

“Es importante tener en cuenta que estas son estimaciones y medias”, advierten los autores, que recuerdan que “los hombres y las mujeres bajitos o de mayor peso pueden, y lo hacen, tener éxito en la vida. Lo que sí muestran los datos es que el nivel económico entre la población de mujeres con sobrepeso y la de hombres de menos estatura es, en promedio, un poco peor”.

¿Condenados a una vida miserable?

En un mundo en el que estamos obsesionados con la imagen corporal, los investigadores creen que no podemos dejar de analizar cómo y hasta cuándo influirán estos mismos rasgos físicos en las cuentas bancarias de los adultos del mañana.

“Se necesitan más estudios con datos de personas de otras generaciones –su análisis solo contaba con los nacidos entre 1935 y 1971– para descubrir si estos mismos efectos continuarán dándose en los jóvenes de hoy en día”. Como fantasean los autores, lo cierto es que en el futuro podría ocurrir que los niveles más altos de obesidad puedan agravar el problema o que, por el contrario, vivamos en una sociedad mucho más tolerante con las personas gordas o bajitas, sin discriminación y fomentando la integración social sea cual sea nuestro aspecto.

Mientras tanto, una buena dieta y ropa ancha para ellas; y zapatos con unas bien disimuladas alzas para ellos; podrían ser sus salvavidas para evitar la quiebra económica.

¿Eres un tipo bajito o una chica con algo de sobrepeso? Si es así, probablemente ya te hayas dado cuenta de que partes con una ligera desventaja en la vida en comparación con los hombres más altos y las mujeres más delgadas. Y no es precisamente que no alcances las baldas de arriba o que no seas capaz de meterte en una talla 38: tienes bastante menos dinero. Ojo, que no es una sentencia gratuita dicha al azar, un reciente estudio asegura que estos rasgos característicos hacen que las personas tengan un peor nivel de vida que aquellas que están físicamente dentro de los márgenes que dictan los cánones sociales establecidos, o lo que es lo mismo, los altos y las delgadas.

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