Esto es lo mejor que puedes hacer para intentar evitar el cáncer

Tal y como lleva años alertando la Organización Mundial de la Salud (OCM), los casos de obesidad en el mundo se han duplicado en los últimos 30 años. Una enfermedad que afecta a seis de cada 10 europeos y a más de un tercio del total de la población estadounidense. Sólo en nuestro país, el 17% de los adultos mayores de 18 años padece obesidad y un 37% sobrepeso, siendo mayor el porcentaje en hombres que en mujeres.

Una epidemia global muy peligrosa que se prevé afecte en 2030 a dos de cada tres europeos. Y no, no sólo estaremos gorditos y abundarán las tiendas con tallas XXL, además seremos una sociedad enferma.

Relacionada directamente con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, trastornos del aparato locomotor como la artritis e incluso mortalidad prematura, un reciente estudio publicado en la revista 'The Lancet' relaciona directamente la obesidad con las probabilidades de padecer algunos tipos de cáncer con el sobrepeso.

La enfermedad del hígado graso en algunos casos puede provocar cirrosis, un importante factor de riesgo para el desarrollo de cáncer en dicho órgano

Los investigadores analizaron los datos relativos a más de cinco millones de personas para establecer los vínculos entre la obesidad y el cáncer. Entre las conclusiones que encontraron, una de las más llamativas es que en más de 12.000 casos de cáncer diagnosticados en Reino Unido el pasado año estaban directamente asociados al sobrepeso.

A diferencia del riesgo inevitable de padecer un cáncer hereditario, los expertos explican que el sobrepeso es un factor al que las personas pueden hacer frente para prever la enfermedad. Aunque evitar el cáncer no suela ser la motivación primordial de aquellas personas que se ponen a dieta, los resultados de esta investigación realmente podría ayudar a reducir el diagnóstico de algunos tipos.

Los riesgos de las cinturas femeninas

Los investigadores aseguran que las posibilidades de desarrollar una enfermedad aumentan paralelamente al incremento de grasa abdominal. Según los expertos, por cada incremento de cinco puntos en el índice de masa corporal (IMC) la probabilidad de ser diagnosticadas de cáncer de útero aumentaba en un 67% para ellas, y hasta en un 25% las de riñón para los hombres.

La grasa no se acumula en nuestra cintura por ciencia infusa. Hormonas como los estrógenos son algunas de las responsables de que aumente el tamaño de nuestra barriga. “Después de la menopausia, cuando los ovarios han dejado de producir hormonas, el cuerpo encuentra en la grasa su principal fuente de estrógenos, lo que significa que las mujeres posmenopáusicas con algo de sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores derivados de estas hormonas”, explica la doctora Sally Norton en 'The Daily Mail'.

Así, el cáncer de mama, el de endometrio –cuando la enfermedad afecta a las paredes del útero– y otros como el de ovario son los más comunes entre las mujeres con sobrepeso: “Tanto que el 41% de los cánceres de útero pueden ser directamente atribuibles a la obesidad”, sentencia Norton.

Cuidado, hombres con barriga cervecera

En el caso del sexo masculino, los expertos advierten que “alrededor del 10% de los cánceres de colon están relacionados con la obesidad”. El exceso de grasa abdominal también podría incidir en ser diagnosticados de cáncer de hígado: “La enfermedad del hígado graso en algunos casos puede provocar cirrosis, un importante factor de riesgo para el desarrollo de cáncer en dicho órgano”, explica Norton.

Pero no sólo eso: los casos de cáncer de esófago también son mayores en los varones con sobrepeso, probablemente debido a que el aumento del reflujo ácido surge, en la mayor parte de los casos, cuando se tiene un exceso de peso: “Bajar de peso puede ayudar a los síntomas de la indigestión, y por lo tanto debería reducir el riesgo de desarrollar cáncer más adelante”, asegura la doctora.

No podemos dejarnos tentar por la última 'solución rápida' de cualquier dieta milagro porque estudios han demostrado que no funcionan a largo plazo

El estudio también ha relacionado directamente el diagnóstico de cáncer de páncreas, vesícula biliar, tiroides o riñón con aquellos pacientes masculinos con unos cuantos kilos de más.

Aborda el problema: y adelgaza

“Si bien es muy difícil demostrar que la pérdida de peso reduce el riesgo individual de padecer cáncer, diferentes estudios han señalado que en los grupos de personas que han perdido mucho peso gracias a una intervención quirúrgica, sí que se ha reducido notablemente en número de cánceres”, relata Norton.

Claro que no podemos enloquecer y empezar a adelgazar porque sí sin tener en cuenta los propios cambios del cuerpo a medida que envejecemos. Hay que hacer frente a los problemas de peso de una manera sensata: “No podemos dejarnos tentar por la última 'solución rápida' de cualquier dieta milagro porque diferentes estudios han demostrado que no funcionan a largo plazo”, asegura la doctora quien relata que más del 80% de las personas que siguen este tipo de regímenes recuperan todo el peso perdido, incluso más, en poco más de un año.

Los especialistas en medicina y nutrición recomiendan realizar cambios en el estilo de vida sostenibles y realizables, modificando poco a poco nuestro hábitos alimenticios y buscando siempre que la pérdida de peso se produzca lentamente pero que manteniéndose a largo plazo.