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González y Guerra vuelven juntos para arropar a Susana Díaz en su estreno
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HACIA EL 39º CONGRESO FEDERAL

González y Guerra vuelven juntos para arropar a Susana Díaz en su estreno

Zapatero, Bono, Rubalcaba y Chacón también acompañarán a la presidenta el domingo. La ponencia política propone rescatar la parte del Estatut anulada por el TC que quepa en la Carta Magna

Foto: Felipe González y Susana Díaz, el 18 de diciembre de 2015, en el cierre de campaña de las generales del 20-D en Sevilla. (EFE)
Felipe González y Susana Díaz, el 18 de diciembre de 2015, en el cierre de campaña de las generales del 20-D en Sevilla. (EFE)

Susana Díaz hace póquer en su puesta de largo en Madrid. Ya se sabía hace días que tendría a su lado a pesos pesados del partido. A José Luis Rodríguez Zapatero, a José Bono, a Carme Chacón, a los barones. Pero la foto será al final más completa: allí, en el recinto ferial de Ifema, la acompañarán Felipe González y Alfonso Guerra, y también Alfredo Pérez Rubalcaba. Todos los popes del PSOE juntos para arropar a la baronesa andaluza en un camino tortuoso y difícil, el de las primarias, en el que, pese al indudable apoyo del poder orgánico y del 'establishment', no tiene garantizada la victoria por el empuje y capacidad de arrastre que ha demostrado Pedro Sánchez en las últimas semanas.

Eso será este domingo, 26 de marzo. Pero un día, antes el PSOE rematará la confección del borrador de su ponencia del 39º Congreso Federal. Tras el foro económico de finales de febrero y el diálogo entre Zapatero y el economista estadounidense Jeffrey Sachs de hace una semana, el sábado se celebra la convención política, que coordina el diputado vasco Eduardo Madina y tendrá como uno de sus platos fuertes el lanzamiento de una oferta directa a Cataluña: la recuperación de parte del Estatut, la que fue desmontada por la sentencia de 2010 pero que tenga encaje en la Constitución, en un evidente intento de arreglar los errores del pasado.

[Consulte aquí en PDF el resumen de la ponencia política]

Díaz y sus colaboradores más cercanos estuvieron debatiéndose entre, básicamente, dos alternativas de acto para el lanzamiento de su candidatura a las primarias. Un mitin con militantes, sin la crema del PSOE, o bien una exhibición de fuerza. De poderío. Con los referentes históricos del partido y los dirigentes actuales con ella, en un aforo lleno hasta la bandera con afiliados. La opción elegida era esta última, pese al riesgo obvio de que Sánchez pueda reforzar su mensaje de que él es el aspirante de las bases, y no de los poderes del partido. Díaz concluyó que no tenía por qué "esconder" sus apoyos, que era mejor mostrar sus "credenciales" desde el inicio, como ya explicaban hace una semana en su equipo.

Foto: Susana Díaz, el pasado 11 de febrero durante su acto con alcaldes y ediles socialistas en Madrid. (EFE)

Frente al que quiere "destruir" al PSOE

Y por eso mismo persiguió una imagen nada habitual en el PSOE para apuntalar su propia imagen de dirigente que "sabe y puede unir el pasado, presente y futuro del partido", la "única" capaz de reunir a adversarios internos: González y Guerra; Zapatero, Bono y Matilde Fernández —los que rivalizaron, con Rosa Díez, en el congreso de 2000—; Rubalcaba y Chacón —que se enfrentaron en el cónclave de 2012— y Madina, que se enfrentó a Pedro Sánchez (la apuesta de Díaz) en 2014. Todos al final estarán con ella el domingo. El mensaje que quieren proyectar los susanistas es que "todo el PSOE" la arropa. El de ayer y el de hoy, sin distinción. Porque lo que está en juego, aducen, es la "supervivencia" del partido frente a quienes lo quieren "destruir". Léase Sánchez (para los partidarios de la presidenta).

González y Guerra están distanciados desde hace años, y no se han implicado a fondo en las guerras intestinas, de ahí la importancia de su apoyo

Que Zapatero, Bono, Chacón o Abel Caballero —alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)— acudieran al debut de Díaz como candidata era esperable por su respaldo incondicional, y tenía su impacto. Pero más lo tiene que finalmente vayan Felipe González y que fuera su mano derecha en el Gobierno y en el partido, Alfonso Guerra. El patriarca y su número dos. Ambos están distanciados desde hace años, y pocas veces suelen coincidir en público. Además, el exjefe del Ejecutivo, a diferencia de Zapatero, ha intentado permanecer al margen de las luchas intestinas que han desangrado al PSOE. Sí se empleó a fondo a última hora en la victoria de Rubalcaba frente a Chacón en 2012, pero no se implicó en la campaña a favor de Madina en 2014 y sí sostuvo a Sánchez, "por cultura de partido", cuando ya caían los primeros misiles contra Ferraz. Pero sus explosivas declaraciones el 28 de septiembre, cuando confesó que se sentía "engañado" por el ex secretario general, dieron el pistoletazo de salida de la maniobra que acabó tumbándole.


González hasta ahora había prestado un apoyo más bien frío a Díaz. A finales de año dijo de ella que tenía "fuerza y coraje" pero añadió que no sabía si había más dirigentes así en el partido. Hace apenas unos días, consideró simplemente "lógica" su candidatura. En el PSOE nadie tenía dudas de su respaldo a la baronesa andaluza, pero sí de que se animara a participar en su estreno. Lo mismo pasaba con Guerra, que sin embargo sí se ha implicado algo más en las campañas internas. La presencia de Guerra adquiere mayor relieve si se tiene en cuenta que su familia, el guerrismo, la más organizada durante años en el partido, se ha deshilachado y su feligresía se ha repartido entre los tres aspirantes. De ahí el impacto seguro de la foto de ambos juntos, con el resto de dirigentes históricos y con los cuatro presidentes autonómicos susanistas: Ximo Puig (Valencia), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Javier Lambán (Aragón). Faltará el asturiano Javier Fernández, que como jefe de la gestora está obligado a mantener la neutralidad. La ausencia simbólica más importante es la del exlíder Joaquín Almunia. Conocida, porque él no está alineado con la presidenta.

Foto: Pedro Sánchez, saludado por militantes y simpatizantes socialistas este 18 de marzo en Granada. (EFE)

"Todo el PSOE con Susana", es el resumen que esbozan sus partidarios, también casi como justificación del álbum que ella tendrá a su lado el 26. "Van porque son muy conscientes de que hay que salvar al PSOE" frente a Sánchez, explica una dirigente que conoce bien a la vieja guardia y que sabe de primera mano su grado de "preocupación" por la enorme fractura interna. Díaz, en consecuencia, protagonizará un acto capital en su carrera, en el que congregará "a 4.000 o 5.000 personas" en el pabellón 1 de Ifema —de conseguirlo, sería uno de los mítines más numerosos celebrados últimamente en el PSOE—, aunque competirá a la misma hora con Sánchez en Burjassot (Valencia), ante un aforo previsto de 3.000 militantes y simpatizantes. "Lo que queremos mostrar es la unidad de todo el partido: de veteranos, cuadros actuales, popes y miles de militantes en torno a un proyecto, el del verdadero PSOE, el de un PSOE ganador, de amplias mayorías, con los pies en el suelo. Va a demostrar que donde hubo desunión [entre Guerra y González, entre Rubalcaba y Chacón, entre Zapatero, Matilde Fernández y Bono] ahora hay unión en torno a un proyecto colectivo", indica uno de los máximos colaboradores de la baronesa. Los sanchistas no parecen apabullados por el despliegue y no confían en la capacidad de arrastre de los referentes: "Son siete votos, nada más".

La presidenta de la Junta cumplirá con un trámite orgánico antes de su viaje a las primarias: reúne este viernes a su ejecutiva regional para comunicarle su decisión de competir por el liderazgo del PSOE y para recibir su seguro respaldo, informa Isabel Morillo.

El "proyecto de modernización del país"

El sábado, la víspera de la presentación de Díaz, la imagen será otra: la de la culminación de los trabajos preparatorios de la ponencia del 39º Congreso. Será el turno de la convención política, de la que se ocupa Madina. El documento, en el que han trabajo decenas de expertos y dirigentes del PSOE, comprende 105 páginas, aunque ya está listo un resumen ejecutivo, al que tuvo acceso El Confidencial, y que aporta algunas novedades en lo relativo a Unión Europea, refugiados y derechos digitales, pero que en las cuestiones más mollares se atiene a lo contenido en los programas electorales y a la doctrina desplegada en los últimos años. La dirección, no obstante, entiende que es un "proyecto de modernización de país".


Una de las partes fundamentales del texto es la que alude a Cataluña. Se parte de la premisa de que "es mucho" lo que se puede hacer para resolver el desafío soberanista si se asume "un compromiso sincero de diálogo" y se tiene la "firme voluntad política de alcanzar pactos necesarios en muy diferentes terrenos". "No hay soluciones mágicas. Lo primero que tenemos que propiciar es un cambio de actitud que conduzca al diálogo y lo sostenga". Y en la actualidad, alegan los socialistas, incluso "hay atisbos de rectificar y querer emprender ese camino desde sectores del PP y del Gobierno", como hay "gestos, desde determinados ámbitos independentistas, favorables a explorar esa posibilidad".

El PSOE propone "restaurar" mediante reformas legales y que no colisionen con la Constitución los elementos de autogobierno que destruyó el TC

Las "respuestas políticas" que ofrece el PSOE son varias. La principal es la reforma federal del Estado, la 'Declaración de Granada' de 2013 y la propuesta de estudio de la remodelación de la Carta Magna en el Congreso. Pero se introduce como novedad un punto importante: "Restaurar mediante reformas legislativas y otras medidas que no contradigan la doctrina constitucional todos aquellos elementos de autogobierno que hayan resultado dañados desde la sentencia sobre el Estatut" de 2010. Una propuesta que ya se venía oyendo en los últimos años, conscientes los socialistas de que la gestión estatutaria pudo haber sido mejor. Ahora se plantean repescar aquellos asuntos relativos al autogobierno que no colisionen con la Carta Magna.

El documento también plantea "abordar el diálogo sobre los 45 puntos planteados por la Generalitat de Catalunya" [aquí en PDF]. O sea, que se negocie sobre todo lo que demandan los soberanistas menos un aspecto, el número 46: la consulta. "No tendría cabida, obviamente, la exigencia de celebración de un referéndum sobre la secesión". Otro guiño es el cambio en la política lingüística y la "aprobación por consenso de una Ley de Lenguas" en línea con la proposición presentada ya por el grupo en el Congreso. No se toca el artículo 2 de la Carta Magna: se especifica que se promoverá el "reconocimiento pleno de las singularidades de las distintas nacionalidades y regiones y sus consecuencias".

Límite de aforamientos, un nuevo 135...

En el capítulo de reformas constitucionales también incluyen los socialistas otras materias, como garantizar el derecho a la vivienda; incorporar un principio de estabilidad social complementario al de estabilidad presupuestaria en el artículo 135; impulsar la igualdad de hombres y mujeres y eliminar la prevalencia del varón en la sucesión a la Corona; "actualizar el principio de neutralidad religiosa"; asegurar que los dirigentes de los partidos se eligen "con suficiente participación"; limitar los aforamientos y suprimir la plena inmunidad parlamentaria, desbloquear las listas electorales o facilitar la iniciativa legislativa popular. Se incluye en el borrador la modificación del artículo 99 de la Ley Fundamental para impedir que haya nuevas situaciones de bloqueo en la investidura del presidente del Gobierno. El modelo en el que se piensa es el de País Vasco o Asturias, en donde no cabe el voto en contra a un candidato.

Se introduce el cambio del artículo 99 para impedir el bloqueo de la investidura, se habla de derogar la reforma laboral y se explaya sobre sociedad digital

Los dos primeros epígrafes son los dedicados a la UE y los refugiados. Se defiende una política monetaria expansiva del BCE, la culminación de la unión bancaria, un marco europeo vinculante de salarios mínimos, una directiva sobre condiciones de trabajo justas o garantizar una "protección social adecuada a escala comunitaria".

En este punto el PSOE incluye (ahora sí, a diferencia de lo que ocurrió en febrero) la "completa derogación de la reforma laboral del PP". También se advierte de que la convivencia en Europa "se juega contra el populismo antimigratorio", y para ello se aboga por "poner en valor" los valores socialistas, sin entrar en "cálculos electorales". El texto apuesta por un "nuevo sistema de asilo y protección ágil, seguro y eficaz" y una "nueva política internacional de inmigración".

La última gran apuesta de la ponencia es la sociedad digital, un capítulo novedoso respecto a anteriores documentos. Aquí se incide en que "las experiencias de diseño abierto y colaborativo (el 'crowdsourcing') aproximan al ideal de la democracia deliberativa". "Debemos ser capaces de incorporar estas metodologías en el diseño de las políticas y de leyes, en todos los niveles administrativos".

Los socialistas quieren impulsar una "Constitución de ciudadanía digital", que incluya aspectos como la neutralidad en la Red, el derecho al olvido o el derecho a Internet en sí. Se añade el reconocimiento a "vivir desconectado del trabajo", como ha ocurrido en Francia.

El comité federal que pondrá fecha a las primarias, el sábado 1 de abril

Una incógnita menos: el comité federal que convocará formalmente el 39º Congreso del PSOE se celebrará el próximo 1 de abril. Esa reunión del máximo órgano de poder procederá al cierre del censo y a la fijación del calendario completo. Entonces se desvelará la fecha más importante: la de las primarias para elegir secretario general. Este jueves, distintas fuentes aseguraban que se afianzaba la posibilidad de que se celebren el domingo 21 de mayo. La otra opción sería el día 28. El 39º Congreso Federal, el que ratificará al líder salido de las urnas, elegirá los nuevos órganos de dirección y aprobará los documentos sí está fíjado desde más de dos meses: será el 17 y 18 de junio. La gestora citará a los miembros del comité en su encuentro de este lunes, 27 de marzo. 

En el momento en que se convoque el cónclave, se debería resolver otro de los conflictos pendientes: el control de las cuentas de los candidatos por parte de Ferraz. El equipo de Pedro Sánchez recibió este jueves el burofax enviado por la gestora y contestará, según distintos miembros, "con tranquilidad, sin prisas", y por un conducto similar. Pero la respuesta, salvo que haya cambios, ya es conocida: considera que su 'crowdfunding' es legal y que la campaña de primarias interna no está sujeta a la Ley de Financiación de Partidos, y menos cuando ni siquiera están convocadas. Cuando el proceso esté en marcha, decidirá. Y eso ocurrirá en una semana. 

Susana Díaz hace póquer en su puesta de largo en Madrid. Ya se sabía hace días que tendría a su lado a pesos pesados del partido. A José Luis Rodríguez Zapatero, a José Bono, a Carme Chacón, a los barones. Pero la foto será al final más completa: allí, en el recinto ferial de Ifema, la acompañarán Felipe González y Alfonso Guerra, y también Alfredo Pérez Rubalcaba. Todos los popes del PSOE juntos para arropar a la baronesa andaluza en un camino tortuoso y difícil, el de las primarias, en el que, pese al indudable apoyo del poder orgánico y del 'establishment', no tiene garantizada la victoria por el empuje y capacidad de arrastre que ha demostrado Pedro Sánchez en las últimas semanas.

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