Audi reconoce que ha vendido 2,1 millones de coches con el motor trucado de Volkswagen
La firma ha reconocido este lunes que también montó motores trucados en sus coches, un total de 2,1 millones de vehículos que están circulando por Europa y Estados Unidos
La marca de alta gama de Volkswagen, Audi, tampoco ha resultado ser ajena al escándalo por la manipulación del 'software' de los vehículos diésel para poder superar las pruebas de emisión de gases contaminantes. La firma ha reconocido este lunes que también montó motores trucados en sus coches, un total de 2,1 millones de vehículos que están circulando por Europa y Estados Unidos.
Concretamente, se trata de los modelos A1, A3, A4, A5, TT, Q3 y Q5, lo que afecta a 1,42 millones de vehículos vendidos en Europa occidental -de los cuales, 577.000 se encuentran en Alemania- y a 13.000 coches en Estados Unidos, según ha afirmado un portavoz de la compañía.
De esta manera, Audi sigue los pasos de Seat, también filial del grupo, que la semana pasada reconoció haber montado motores afectados en sus coches.
De esta manera, el escándalo provocado por Volkswagen se extiende. Y es que desde hace una semana, cuando la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de EEUU y el estado de California acusaron a Volkswagen y Audi de falsear las emisiones de algunos de sus vehículos, el goteo de informaciones al respecto ha sido constante y ha trascendido a las fronteras de EEUU.
Las acciones de Volkswagen se desploman este lunes otro 6% hasta los 100,60 dólares.
Bosch culpa directamente a Volkswagen
Por su parte, Bosch, proveedora de la tecnología diésel puesta en entredicho en el caso Volkswagen, ha descargado en el grupo automovilístico alemán la responsabilidad en la manipulación de los datos de emisiones en vehículos diésel destapada en Estados Unidos.
La compañía Robert Bosch, responsable de la avanzada tecnología que ha llevado a los motores diésel a imponerse en el mercado europeo como alternativa a los motores de gasolina, es la suministradora en los modelos equipados con la familia de motores EA189 del sistema de inyección por 'common-rail' o conducto común, la alimentación y el módulo de dosificación para el tratamiento de gases de escape, además del 'software' que gestiona estos sistemas.
En una nota de prensa, Bosch explica que, como es habitual en la industria auxiliar del automóvil, los componentes se suministran bajo las especificaciones del fabricante de automóviles.
Cómo se calibran y se integran estos sistemas en los vehículos completos es responsabilidad de cada fabricante de automóviles.
La prensa alemana ha desvelado que en 2007 Bosch advertía al grupo Volkswagen de que el 'software' ahora puesto en cuestión era un desarrollo únicamente válido para pruebas y que su utilización en carretera era ilegal.
La marca de alta gama de Volkswagen, Audi, tampoco ha resultado ser ajena al escándalo por la manipulación del 'software' de los vehículos diésel para poder superar las pruebas de emisión de gases contaminantes. La firma ha reconocido este lunes que también montó motores trucados en sus coches, un total de 2,1 millones de vehículos que están circulando por Europa y Estados Unidos.
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