Un paseo por Edimburgo: los mejores lugares para disfrutar de esta ciudad en verano

¿Tienes unos cuantos días de vacaciones este verano y te apetece huir del calor? Escocia te está esperando. La bella aunque oscura ciudad de Edimburgo, capital montañosa del país, es una maravilla para los viajeros. El encanto de lo medieval se une a la elegancia de lo nuevo, y no hay que olvidar que en su castillo se guardan las joyas de la corona.

Además de enamorar a todo el que la visita, se puede ver en pocos días (a veces con una escapada de tres o cuatro días vale) y sus festivales veraniegos dotan de mayor encanto si cabe a la ciudad. Te recomendamos aquí algunos de los lugares que tienes que ver obligatoriamente, aunque Edimburgo guarda muchos más secretos y lo ideal es hacer visitas guiadas para conocerlos todos.

Empieza por el Castillo de Edimburgo

La antigua fortaleza erigida sobre una roca de origen volcánico se encuentra ubicada en el centro de la ciudad, es impresionante, sin duda, y merece la pena ser visitada. Eso sí, recomendamos que compres la entrada con antelación y piensa que son unas dos o tres horas de visita.

Se encuentra a lo largo de la Royal Mile y después se extiende en explanada, así que puedes aprovechar para conocer esa concurrida calle de la ciudad antes de adentrarte en el castillo.

De compras por Victoria Street

Pintoresca y muy bella, como salida de un cuento de hadas. Así es la Victorian Street, situada en el casco viejo de Edimburgo. Se diseñó en el siglo XVIII para crear un acceso hacia la Royal Mile desde el oeste, aunque la parte inferior de la calle (en dos niveles) es medieval.

Los colores te sorprenderán, y es probable que si te gusta Harry Potter te lleves alguna sorpresa que otra. Y si no, tampoco pasa nada porque el resto de tiendas y pubs te divertirán igualmente

Por la tarde a Calton Hill

Una de las zonas más representativas de Edimburgo, y la elegida siempre para las fotografías en guías. Si quieres hacer una buena panorámica de la ciudad, no te queda otra que subir, pero te prometemos que merece la pena.

Muchos tours guiados acaban en esta zona su recorrido, pues en la colina puedes encontrar el National Monument (curioso monumento dedicado a los fallecidos en las guerras napoleónicas que se encuentra sin terminar), el observatorio o el monumento al almirante Nelson. Observar la ciudad cuando atardece desde la colina es, sin duda, una experiencia mágica.

Visita la National Gallery

De estilo neoclásico, edificada en la colina llamada The Mound, en la calle de los Príncipes, es la pinacoteca más importante de Escocia. Una parada fundamental para todos aquellos amantes de la pintura, donde encontrarás artistas de corte más clásica como Rubens o Velázquez, conviviendo con otros como Van Gogh, Gauguin o Monet. En agosto abre de 10 a 18 (el resto del año hasta las 17) y consta de tres plantas.

Una vuelta por el cementerio de Greyfriars

Si te gusta el 'necroturismo', este es tu sitio. En pleno corazón de Edimburgo y abierto las 24 horas al día, guarda lápidas que generan cierto mal rollo como la tumba de Mackenzie, bastante tétrica, o las historias para no dormir que cuentan de los encarcelados en la prisión de Covenants (en una parte del cementerio) en condiciones infrahumanas.

Más amigable es la lápida del perro Bobby, cuya estatua te encontrarás a la entrada (es el perro más famoso de Edimburgo, con su nariz desgastada de las manos que han decidido tocarla), así como los nombres familiares que de nuevo los seguidores de J.K. Rowling podrán reconocer en algunas lápidas: según parece, la escritora paseaba por el cementerio, inspirándose y eligiendo nombres para su novela más famosa.

Una cerveza en Leith

Si te apetece escapar un poco de la masificación que supone Edimburgo, nosotros te recomendamos el barrio de Leith. Aunque el distrito portuario no es ni por asomo tan bonito como la ciudad de Edimburgo, es curioso para darse una vuelta por sus pubs, marisquerías, restaurantes (incluso italianos) o cafeterías hipsters, pues estos conviven con los vecinos de siempre.

Pasear junto al río Water of Leith es el colofón perfecto para un viaje relámpago de tres o cuatro días en el que podrás hacerte una idea bien clara de la ciudad más famosa de Escocia.