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Escocia hará un referéndum consultivo de independencia el 19 de octubre de 2023
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La misma pregunta que el anterior

Escocia hará un referéndum consultivo de independencia el 19 de octubre de 2023

Anticipándose a la negativa de Londres para una consulta negociada, la ministra principal escocesa acudirá al Tribunal Supremo y, si se lo deniegan, planteará las próximas generales como un referéndum 'de facto'

Foto: La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. (Reuters/Pool/Russell Cheyne)
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. (Reuters/Pool/Russell Cheyne)

Los independentistas escoceses vuelven a sacar toda la artillería pesada y ya han puesto fecha para un nuevo referéndum: 19 de octubre de 2023. Así lo ha anunciado este martes la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, donde, tras semanas de especulaciones, ha presentado finalmente una detallada hoja de ruta para llevar a cabo sus planes secesionistas. Culmina así la promesa realizada con los comicios de mayo de 2021 en el Parlamento de Edimburgo, donde los nacionalistas ganaban su cuarto mandato consecutivo. Se quedaron a tan solo un escaño de la ansiada mayoría absoluta, pero el apoyo de los Verdes otorga una clara mayoría a favor de la secesión.

La pregunta que se quiere plantear al electorado es la siguiente: “¿Debe ser Escocia un país independiente?”. La misma que se realizó en 2014, cuando el 55,3% de los votos abogó por seguir siendo parte del Reino Unido. Los separatistas aceptaron entonces que la consulta sería “única en una generación”. Pero con el Brexit consideran que las reglas de juego han cambiado. No en vano, en Escocia el apoyo a la permanencia en la UE ganó por el 62%.

Foto: Un camión circula hacia el puerto de Belfast, en Irlanda. (EFE/Liam McBurney)

Durante su comparecencia en Holyrood, la líder del Partido Nacional Escocés (SNP) ha explicado que escribirá al Gobierno central para buscar su consentimiento formal. En ese sentido, asegura estar preparada para negociar con Westminster las condiciones de cómo debe celebrarse el plebiscito. Eso sí, advierte de que no estará dispuesta “nunca” a dejar que “la democracia escocesa sea prisionera de Boris Johnson o de cualquier otro primer ministro”. Por lo tanto, adelantándose a la negativa que recibirá por parte de Downing Street, ya ha avanzado que su intención es seguir adelante aun sin contar con el aval de Londres.

En Reino Unido no hay Constitución escrita. Si se quiere celebrar un referéndum legal, el Gobierno escocés tendría que solicitar la activación de la denominada Sección 30 del Tratado de Escocia de 1998 para la transferencia de poderes. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en 2014, el Ejecutivo central no está ahora por la labor de sacar las urnas.

Sturgeon siempre se ha desligado del modelo catalán. La escocesa defiende que la celebración del referéndum debe ser legal para contar con el reconocimiento de la comunidad internacional. Por lo tanto, presentará esta misma tarde el caso ante el Tribunal Supremo “para que se pronuncie sobre el asunto lo antes posible”.

placeholder La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. (Reuters/Russell Cheyne)
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. (Reuters/Russell Cheyne)

En caso de que la corte no le dé su visto bueno, Sturgeon ha recalcado que las próximas elecciones generales en el Reino Unido se convertirán en una suerte de “referéndum 'de facto”, en el que el SNP básicamente llevará esta única cuestión en su manifiesto.

Esta última propuesta suena a música celestial en las oficinas generales del Partido Conservador porque, al fin y al cabo, juega con su estrategia de que si en los próximos comicios no mantienen la mayoría absoluta, los laboristas pactarán con el SNP y los liberal demócratas arriesgándose a romper la unidad del país.

Durante su discurso, Sturgeon también ha especificado que el proyecto de ley sobre la consulta incluirá un “referéndum de independencia consultivo”, por lo que un voto mayoritario no implicaría automáticamente la secesión, sino que habría luego un proceso legislativo tanto en Westminster como en el Parlamento de Edimburgo, lo que podría derivar en largos años de tortuosas negociaciones y votaciones como las que se vivieron tras el triunfo del Brexit.

El movimiento nacionalista escocés está tratando de hacer algo inusual: la ruptura pacífica y amistosa de una democracia rica y estable

“Mi compromiso es asegurar un proceso que permita a la gente de Escocia, ya sea sí o no, o aún por decidir, expresar sus puntos de vista en un referéndum legal y constitucional para que la opinión de la mayoría pueda establecerse justa y democráticamente”, ha concluido.

Ciaran Martin —profesor de la Universidad de Oxford y asesor de Downing Street para el referéndum de independencia de 2014— considera que “sin un acuerdo político con Londres, la independencia de Escocia está estancada”. “El movimiento nacionalista escocés está tratando de hacer algo muy inusual: para la ruptura pacífica y amistosa de una democracia rica y estable, probablemente haya que remontarse a la secesión de Noruega de Suecia en 1905 para encontrar algo parecido a un precedente. Y el compromiso totalmente admirable y duradero del movimiento con métodos exclusivamente legales, constitucionales y pacíficos es totalmente correcto, pero lo deja totalmente dependiente de la buena voluntad de Londres”, aseguraba recientemente en un artículo en The Times.

Cuando le preguntan cuán políticamente “sostenible o sabia” es la posición del Gobierno central, su opinión es que “una negativa sostenida a reconocer los resultados de las sucesivas elecciones escocesas, como mínimo, cambia la Unión [del país] de ser mantenida por consentimiento a ser mantenida por ley”. “Pero legal y constitucionalmente, nada de eso importa. Si Londres se mantiene firme, la independencia escocesa no tiene adónde ir, al menos por ahora”, apunta.

Foto: La ganadora de las elecciones, Nicola Sturgeon. (EFE)

En cualquier caso, el desafío independentista es un nuevo frente abierto para el inquilino de Downing Street, que atraviesa el momento más delicado de su carrera. La moción de confianza forzada por los rebeldes de sus propias filas ante el escándalo del Partygate ha dejado su liderazgo más cuestionado que nunca. Sus planes para cambiar de manera unilateral el acuerdo del Brexit amenazan con abrir una guerra comercial con la UE. Y su polémico programa para mandar a Ruanda a los solicitantes de asilo que han llegado por rutas ilegales le ha enfrentado con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Aprovechar el momento de debilidad del rival es clave en cualquier estrategia política. Pero lo cierto es que el tiempo para la líder nacionalista también se agota. Tras casi dos décadas vinculada a la dirección del SNP, primero como mano derecha de Alex Salmond y luego tomando el relevo como líder, una parte importante de las filas considera que es el momento de dar paso a nuevas generaciones, por lo que es consciente de que esta podría ser su última oportunidad.

Foto: Michelle Ballantyne. (Cedida)

Las encuestas sugieren que menos de un tercio de los votantes escoceses parecen apoyar otro referéndum para fines del próximo año y el SNP podría ser castigado si considera que se está enfocando en las prioridades equivocadas. El partido sufrió un serio revés cuando presionó por la independencia después de la votación del Brexit en 2016, perdiendo medio millón de votos y 21 escaños en Westminster en las elecciones generales anticipadas de Theresa May de 2017.

Algunos sondeos recientes han apuntado a una reducción de la brecha entre el sí y el no a la independencia, con Ipsos colocando ambos en 50-50 cuando se descartaron los votantes indecisos. Pero según la realizada por YouGov, solo el 16% de los votantes colocaron la independencia entre los tres principales temas en los que Holyrood debería centrarse.

Los independentistas escoceses vuelven a sacar toda la artillería pesada y ya han puesto fecha para un nuevo referéndum: 19 de octubre de 2023. Así lo ha anunciado este martes la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, donde, tras semanas de especulaciones, ha presentado finalmente una detallada hoja de ruta para llevar a cabo sus planes secesionistas. Culmina así la promesa realizada con los comicios de mayo de 2021 en el Parlamento de Edimburgo, donde los nacionalistas ganaban su cuarto mandato consecutivo. Se quedaron a tan solo un escaño de la ansiada mayoría absoluta, pero el apoyo de los Verdes otorga una clara mayoría a favor de la secesión.

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