¿Referéndum a la vista? Los independentistas de Escocia rozan la mayoría absoluta
"Cualquier político que se interponga en el camino de un referéndum de independencia, se estará enfrentando con los deseos democráticos del pueblo escocés", recalcó Sturgeon
Los independentistas escoceses de Nicola Sturgeon se comprometen a celebrar un nuevo referéndum de secesión, tras su gran victoria en las elecciones al parlamento de Edimburgo. Las filas del Partido Nacional Escocés (SNP) se han quedado a un escaño de la ansiada mayoría absoluta. En cualquier caso, se trata de un triunfo histórico al conseguir su cuarto mandato consecutivo en Holyrood.
Los comicios claves, los primeros tras el Brexit y la pandemia, se celebraron el jueves, con una altísima participación del 63.2%. Pero el lento recuento de votos de un complejo sistema electoral —con un doble de reparto de escaños por circunscripción y lista de partido— no terminó hasta el sábado por la noche.
El SNP ha cosechado 64 escaños; los conservadores, 31; los laboristas, 22; los verdes, 8 y los liberal-demócratas, 4. Las filas de Sturgeon necesitaban 65 asientos para la mayoría absoluta, pero el apoyo de los verdes otorga una clara mayoría a favor de la secesión de 72 escaños.
“Los escoceses han hablado. Cualquier político de Westminster que se interponga en el camino de un referéndum de independencia escocés no se estará enfrentando con el SNP, se estará enfrentando con los deseos democráticos del pueblo escocés”, recalcó Sturgeon.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha escrito una carta a la líder secesionista felicitándole por el resultado y expresando sus deseos de “trabajar conjuntamente”. En definitiva, exactamente el mismo tono que la misiva mandada al laborista Mark Drakeford que este sábado renovó su mandato como ministro principal en el parlamento de Gales, que también celebraba comicios.
En las palabras del `premier´ a la líder nacionalista escocesa no había ninguna mención al referéndum de secesión. No obstante, Johnson ha concedido una entrevista al rotativo 'The Telegraph', biblia para los `tories´, donde asegura que la celebración de una nueva consulta secesionista sería “irresponsable e imprudente”.
Los separatistas aceptaron que la consulta de 2014 era "única en una generación", pero creen que el Brexit ha cambiado las reglas de juego
La batalla constitucional entre Londres y Edimburgo es ahora inevitable. Aunque los comicios dejan varias lecturas. La victoria del SNP es histórica en muchos sentidos. El hecho de que vayan a estar en el poder 19 años es remarcable. Pero no han logrado la mayoría absoluta que obtuvieron en 2011, lo que llevó a la celebración del plebiscito de 2014, donde ganó la unión al Reino Unido con el 55,3% de los votos. Entonces los separatistas aceptaron que la consulta era "única en una generación". Pero con el Brexit consideran que las reglas de juego han cambiado. No en vano, en Escocia el apoyo a la permanencia en la UE ganó por el 62% de los votos.
Por otra parte, la participación ha aumentado, al igual que la 'votación táctica', de la que los partidos unionistas se han visto beneficiados. Escocia sigue dividida ante la cuestión soberanista prácticamente al 50/50. Y no hay señales de que división vaya a superarse a corto plazo.
En el Reino Unido no hay Constitución escrita. Pero, si la convocatoria de un nuevo referéndum quiere hacerse por la vía legal (como ocurrió en 2014), Edimburgo tendría que solicitar a Londres la activación de la denominada Sección 30 del Tratado de Escocia de 1998 para la transferencia de poderes.
Sturgeon considera que tiene claro mandato para sacar de nuevo las urnas. Por su parte, Johnson defiende que tiene claro mandato para denegarlo porque en el manifiesto del Partido Conservador con el que ganó la aplastante mayoría absoluta en las últimas generales especificaba que la consulta de 2014 fue “única en una generación”.
Está por ver cómo mueve ahora cada uno sus fichas. Aunque el SNP siempre se ha distanciado del modelo catalán. “La única manera de obtener el reconocimiento internacional es hacer las cosas por la vía legal”, matiza Sturgeon.
A la ministra principal escocesa nunca le gustó hablar de un plan B si el Gobierno central insistía en su negativa. Pero tras las presiones de los radicales de sus propias filas ha presentado una 'hoja de ruta' que plantea a Downing Street tres opciones: aceptar que el parlamento escocés tiene competencia para convocar el referéndum conforme a la ley de Escocia de 1998, dar su autorización activa para la votación o la convocatoria tras batalla en los tribunales.
Sturgeon siempre ha mostrado una actitud moderada. Promete un nuevo referéndum siempre y cuando la mayoría sea clara, y cuando el coronavirus esté controlado. Para ella la prioridad absoluta ahora es la recuperación ante la pandemia. Aunque hay otros sectores del nacionalismo que quieren hacer las cosas con más premura.
Los independentistas han vivido en los últimos meses una auténtica guerra civil protagonizada por los enfrentamientos entre Sturgeon y su antecesor, Alex Salmond. La vuelta a la política del hombre que en su día fue considerado el 'Braveheart del siglo XXI' supuso todo un torbellino para la política escocesa y no estuvo exenta de polémica. El que fuera ministro principal escocés y líder del SNP se presentó a estos comicios con una nueva formación, Alba. Pero el electorado le ha dado la espalda con un respaldo de apenas el 2% de los votos.
Los independentistas escoceses de Nicola Sturgeon se comprometen a celebrar un nuevo referéndum de secesión, tras su gran victoria en las elecciones al parlamento de Edimburgo. Las filas del Partido Nacional Escocés (SNP) se han quedado a un escaño de la ansiada mayoría absoluta. En cualquier caso, se trata de un triunfo histórico al conseguir su cuarto mandato consecutivo en Holyrood.
Los comicios claves, los primeros tras el Brexit y la pandemia, se celebraron el jueves, con una altísima participación del 63.2%. Pero el lento recuento de votos de un complejo sistema electoral —con un doble de reparto de escaños por circunscripción y lista de partido— no terminó hasta el sábado por la noche.
El SNP ha cosechado 64 escaños; los conservadores, 31; los laboristas, 22; los verdes, 8 y los liberal-demócratas, 4. Las filas de Sturgeon necesitaban 65 asientos para la mayoría absoluta, pero el apoyo de los verdes otorga una clara mayoría a favor de la secesión de 72 escaños.