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"Si el independentismo escocés celebra un referéndum ilegal firmará su defunción"
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Entrevista a Michelle Ballantyne

"Si el independentismo escocés celebra un referéndum ilegal firmará su defunción"

Michelle Ballantyne es la líder de Reform UK en Escocia, un nuevo partido que defiende la unión del Reino Unido cuando el independentista SNP lidera todas las encuestas

Foto: Michelle Ballantyne. (Cedida)
Michelle Ballantyne. (Cedida)

Michelle Ballantyne (1962, Lancashire) es la líder de Reform UK en Escocia, un nuevo partido que defiende la unión del Reino Unido, ante las elecciones al parlamento de Edimburgo de mayo, donde los independentistas del SNP encabezan todas las encuestas con su promesa de un nuevo referéndum de secesión. Ballantyne ganó su primer escaño en Holyrood en 2017 con el Partido Conservador Escocés. Como madre de seis hijos, protagonizó una sonada polémica al defender que “las personas que viven de ayudas sociales, no pueden tener tantos hijos como deseen, mientras que aquellos que trabajan y pagan sus gastos tienen que tomar decisiones sobre los hijos que se pueden permitir”. Tras desavenencias con la nueva dirección, abandonó las filas 'tories' el noviembre del año pasado. Ahora plantea un nuevo proyecto de reforma, al frente de la rama escocesa del nuevo partido creado por Nigel Farage, el 'enfant terrible' del Brexit. ¿Qué posibilidades tiene una euroescéptica y anti independencia en las próximas elecciones escocesas? Nadie esperaba tampoco la reciente entrada triunfal de Vox en parlamento catalán.

PREGUNTA. Defiende que la política en Escocia necesita desesperadamente una reforma. ¿De qué tipo?

RESPUESTA. Yo no soy escocesa de nacimiento, mi marido sí. Cuando me propuso mudarnos a Escocia, hace ya más de 30 años, una de las razones de peso fue que tenía uno de los mejores servicios sociales del mundo. Y así era. Pero tras 14 años de Gobierno del Partido Nacionalista Escocés (SNP), la situación ahora es otra. Teníamos uno de los mejores sistemas educativos del mundo, ahora hemos perdido la posición en los rankings internacionales. Los científicos llevaban años avisando que llegaría una pandemia y cuando llegó el Sistema Nacional de Salud (NHS) no estaba preparado. Faltan recursos en hospitales, recursos para la Policía. Hay que reformar el sistema legal, el sistema laboral. Escocia necesita una gran reforma.

Foto: Foto de archivo de la firma del acuerdo. (Reuters) Opinión

P. La reforma de la que más se habla ante los comicios de mayo es sobre la relación de Escocia con el resto del Reino Unido. El SNP encabeza todas las encuestas con su promesa de un nuevo referéndum de secesión.

R. Permítame aclarar primero una cosa importante. La independencia de Escocia es la prioridad para el SNP. Pero si mira las encuestas, solo uno de cada cinco escoceses apoya un nuevo referéndum de independencia. Y la secesión está como sexta prioridad. Lo que más preocupa a la gente ahora es la recuperación económica. Lo que demuestra que la prioridad del SNP no es la prioridad de los escoceses. Es importante que el resto del mundo entienda eso. Lo que importa a los escoceses es recuperar sus vidas tras el confinamiento y asegurar sus trabajos, no la independencia.

P. En cualquier caso, todas las encuestas dan al SNP como claro vendedor ante los comicios y, por primera vez en la historia, el apoyo a la independencia se está manteniendo a lo largo del tiempo.

R. Escocia ya celebró un referéndum legal y acordado con el Gobierno central en 2014, donde los escoces votaron por quedarse dentro del Reino Unido [El resultado fue de 55.3% frente al 44.7%]. Si Cataluña tuviera un referéndum legal y la mayoría apostara por quedarse como parte de España, ¿cree que sería justo o apropiado que aquellos que quieren romper con España siguieran hablando de independencia e ignoraran ese resultado? El problema con los nacionalistas es que siguen hablando de referéndums hasta que salga el resultado que ellos quieren. Pero eso daña fuertemente la estabilidad del país, la manera que el mundo percibe a Escocia. Perjudica, por ejemplo, las opciones de negocio o hace dudar a la gente que se esté planteando venirse aquí a vivir. La independencia es un asunto muy divisorio, crea un ambiente de hostilidad entre la gente y no es saludable para nadie. La pandemia ha dejado claro que necesitamos centrarnos en las cosas que realmente importan. Hay una generación de niños que está perdiendo un año de colegio. Y aun así tenemos un Gobierno del SNP que lleva 14 años y sigue insistiendo que la prioridad es sacarnos del Reino Unido, que es nuestro principal socio comercial. No tiene sentido.

Foto: Manifestación por la independencia de Escocia en Glasgow. (Foto: Reuters)

P. Los escoceses pueden gestionar la Educación o Sanidad desde hace relativamente poco tiempo. El Parlamento de Edimburgo no fue creado hasta 1999. Boris Johnson dice ahora que la devolución de poderes fue un error. Usted ha sido miembro del Partido Conservador hasta hace muy poco, ¿está de acuerdo con el primer ministro?

R. Creo que es importante mirar al futuro. No es bueno ni en la vida ni en política anclarse al pasado y decir “no deberíamos haber hecho esto o aquello”. El Parlamento de Edimburgo ya está creado. Es un parlamento poderoso respecto a las decisiones que puede tomar. Está ya hecho. Lo que no hemos conseguido es que Escocia sea un mejor lugar como resultado de esto. Si la devolución o no debería haberse centrado más a nivel local en ayuntamientos en vez de crear un nuevo gobierno escocés, eso es ya otro debate. Pero mi punto es que si ya tenemos un parlamento, lo que importa ahora es que tenemos que utilizar los poderes que se nos han dado de manera correcta para el servicio del ciudadano. Y el problema es que con los nacionalistas en el poder, la independencia trasciende siempre a todo lo demás.

P. Reform UK viene a ser el nuevo nombre del Brexit Party que Nigel Farage creó tras dejar el UKIP. Y es precisamente el Brexit lo que ha incrementado la popularidad del SNP y el apoyo a la independencia en Escocia. Usted votó por salir de la UE.

R. El Brexit Party es un partido que ya no existe. Su labor terminó cuando se consiguió el Brexit. Ahora Reform UK es una formación completamente distinta, con gente nueva que quiere ver una reforma de nuestro sistema. Sí es cierto que tiene un legado, pero se trata de un partido nuevo. Respecto a Escocia, es importante explicar que durante la campaña del referéndum de 2016 sobre la permanencia en la UE, todos y cada uno de los líderes políticos de cada partido en Escocia hizo campaña por la permanencia en el bloque. Todos. No hubo balance sobre los pros y contras de estar en la UE. Solo se dio un punto de vista y, como consecuencia, eso probablemente inclinó más hacia la permanencia [El resultado en Escocia fue 38.0% a favor del Brexit frente al 62.0% por seguir en la UE]. Pero aun así, más de un millón de personas votó por Brexit y eso es importante. Cuando hablo ahora con la gente, muchos de los que votaron para quedarse en la UE me dicen que si hubiera otro referéndum votarían por el Brexit y otros dicen que les hubiera gustado permanecer en el bloque, pero quieren dejar ahora las cosas ya como están. El Gobierno escocés no entiende que las cosas están cambiando, simplemente lo ignora.

Foto: El líder del Brexit Party, Nigel Farage, en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. (Reuters)
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P. La cuestión es que durante el referéndum de independencia de Escocia en 2014, uno de los principales argumentos que utilizaron los partidos de Westminster fue que si los escoceses se independizaban saldrían de la UE. Y ahora resulta que el Reino Unido ha salido de la UE.

R. No creo que la única razón por la que entonces votaran por quedarse en el Reino Unido fuera para seguir siendo miembro de la UE. Dos tercios de nuestro comercio es con el resto del Reino Unido, no con la UE. Cuando se celebró el referéndum del Brexit, había más jóvenes escoceses viviendo en Australia que en toda la UE. En definitiva, nuestra relación no es predominantemente con UE, sino con el resto del Reino Unido. Además, hemos salido de la UE, pero seguimos manteniendo relaciones comerciales con el bloque. Lo que hemos dejado son las ataduras políticas. El Reino Unido nunca fue un estado bien integrado en la UE. Siempre fuimos más bien un dolor de cabeza. No encajábamos en el proyecto. Con nuestra salida, la UE ahora puede llevar a cabo esa integración que siempre quiso.

P. Pero, ¿puede entender que haya un importante porcentaje de escoceses que ahora con el Brexit se sienta traicionado?

R. Cuando se celebró el referéndum de independencia de Escocia en 2014, en el manifiesto del Partido Conservador ya había la promesa de celebrar un plebiscito sobre la permanencia de la UE para las siguientes elecciones generales. El SNP utilizó, de hecho, eso para meterse contra el Partido Conservador, que ya estaba en el Gobierno central. Así que ahora los escoceses no pueden decir que fueron engañados. Cuando yo hice campaña para la consulta de 2014 lo que explicaba a la gente era lo siguiente: "si votas por la independencia de Escocia, saldrás de la UE de inmediato. Punto aparte. No habrá más debate. Pero si permaneces en el Reino Unido, habrá luego un referéndum donde tendrás la posibilidad de votar por la permanencia en el bloque o por el Brexit". En la consulta de 2014, además el SNP confundió a la gente asegurando que una Escocia independiente sería luego automáticamente miembro de la UE. Claramente no pasaría así porque eso daría munición a los independentistas catalanes o a cualquier otro nacionalismo dentro del bloque. La UE tampoco iba a poner a Escocia delante de la cola de todos los países que quieren ser ahora miembros. Además, con el déficit que acumula Escocia, no reúne los requisitos siquiera para que su candidatura fuera aceptada por Bruselas.

placeholder Foto de archivo de una manifestación pro independencia de Escocia. (Reuters)
Foto de archivo de una manifestación pro independencia de Escocia. (Reuters)

P. De cara a las elecciones de mayo, algunos analistas advierten que Reform UK dividirá aún más el voto unionista y eso beneficiará al SNP.

R. Si el argumento es que los nuevos partidos, ya sean unionistas o independentistas, porque también hay nuevos formaciones nacionalistas, no pueden presentarse porque van a dividir el voto, eso es decir que solo los partidos existentes pueden formar parte de la democracia. Y entonces estamos ante un problema serio.

P. Pongamos que se cumplen las previsiones: el SNP gana por mayoría, pide un referéndum y el Gobierno central lo deniega. El SNP ya habla de celebrar un referéndum ilegal como en Cataluña.

R. Como unionista creo que si celebran un referéndum ilegal, hay que pedir a la gente que no participe. No puedes legitimar una consulta así. De todos modos, si el SNP lo celebrara, no lo ganaría porque no tiene respuestas a preguntas como qué moneda utilizaríamos, qué pasaría con nuestras pensiones, cómo se trataría la frontera con un el resto del Reino Unido, un estado que ya no es parte de la UE, incluso en el hipotético caso de que Escocia consiguiera ser miembro del bloque, que ya he explicado que lo veo prácticamente imposible. La gente no es estúpida. Una cosas es lo que muestras las encuestas cuando se habla sobre teorías y otra muy distinta cuando la gente se plantea la realidad. Si el SNP decide celebrar un referéndum ilegal firmará su propia defunción. Si realmente el SNP quiere independencia, primero tiene que reconstruir Escocia, sus colegios, sus sistema de salud, sus trabajos… quizá entonces generara confianza. Pero ahora no es el caso.

P. No descarta, entonces, un referéndum ilegal en Escocia a corto plazo.

R. Con el SNP no descarto nada. Nicola Sturgeon [ministra principal escocesa] nunca quiso apostar por esta vía. Lo dijo públicamente varias veces. Pero ahora tiene grandes enemigos dentro de sus propias filas. Tiene mucha presión y los separatistas del núcleo duro no van a aceptar otra cosa que no sea un referéndum. Pero los unionistas tenemos que estar calmados. Yo desde luego no voy a centrar mi campaña en un referéndum de independencia. No voy a caer en su juego.

P. Lo cierto es que en Downing Street hay preocupación con este asunto. Los asesores han sugerido al Gobierno crear incluso un ministerio para la Unión del país y afrontar así las tensiones tanto de Escocia como de Irlanda del Norte.

R. Este es el gran problema. El Gobierno central es el que tendría que marcar las pautas. Los unionistas van por detrás respondiendo a lo que los nacionalistas dicen, en lugar de llevar la delantera. La realidad es que Boris Johnson es el primer ministro de todo el Reino Unido y hay un Gobierno central. El Gobierno escocés es un gobierno que se ha creado a posteriori. Pero durante todos estos años, el SNP lo ha dado la vuelta. Se presenta como Gobierno principal y al de Londres como Gobierno secundario que solo da problemas. Desde hace años, tenemos un escenario en Escocia donde, por ejemplo, si la UE financiaba un proyecto, había celebraciones y se ponían las banderas de la UE. Pero si la financiación viene del Gobierno central, no se dice nada. Todo lo que hace el Gobierno central, de alguna manera, se ha enterrado en la conversación. No espero que la gente del sur de Inglaterra tenga que tener a Escocia entre sus prioridades. ¿Por qué debería hacerlo? Pero el discurso que ha creado el SNP es que la gente del resto de Reino Unido no nos entiende, no se preocupa por nosotros, nos odia y eso no tiene sentido.

Foto: La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon. (Reuters)

P. A Reform UK también se le ha presentado como partido anti confinamiento. Usted, que durante años trabajó como enfermera, ha recibido críticas por defender la web “InformScotland.uk”, que afirma, entre otros, que “los Gobiernos no pueden gestionar la propagación del virus” o que el “Covid no es la causa del exceso de muertes actual”.

P. Yo no estuve en contra del primer confinamiento. Teníamos que preparar efectivamente al NHS, entender qué estaba pasando y la naturaleza del virus. Nos encontramos en una pandemia global por un virus muy contagioso que está matando a mucha gente. No hay duda de eso. Con lo que tengo problemas es con cómo se están gestionando ahora las cosas. Estamos ya en el tercer o cuarto confinamiento. Y mi preocupación son las muertes colaterales que están causando ahora las restricciones. Ahora solo estamos viendo la punta del iceberg. Pero cuando pase el tiempo, y veamos el resultado de toda la gente que se ha quedado sin trabajo, los niveles de pobreza, los incrementos de suicidios y problemas mentales, el incremento de violencia doméstica, las muertes por cánceres que no han sido diagnosticados, las muertes por enfermedades que no han sido tratadas porque ahora se les dice a la gente que no vayan al hospital… es cuando nos echaremos las manos a la cabeza. En definitiva, cuando la cura es peor que la enfermedad es que las decisiones que se están tomando no son las correctas.

P. ¿Fue Nigel Farage quién le convenció para liderar Reform UK en Escocia?

R. No. Yo ya había salido del Partido Conservador y fue gente en Escocia la que me lo propuso. Cuando me lo propusieron era un lienzo en blanco. Partíamos de cero. Estamos ahora en el proceso de selección de candidatos. Hablé con mucha gente que me decía que se sentía huérfana políticamente, que no se sentía representada por las formaciones que estaban. Yo misma sentía esa frustración. Así que decidí aceptar el proyecto porque creo realmente en llevar a cabo esa reforma. Con Farage he tenido solo una reunión y me pareció una persona muy inteligente y con los pies en el suelo. Se ha presentado muchas veces como una figura caricaturizada con la que no tiene nada que ver. Yo misma no me reconozco a veces cuando el SNP habla de mí.

Michelle Ballantyne (1962, Lancashire) es la líder de Reform UK en Escocia, un nuevo partido que defiende la unión del Reino Unido, ante las elecciones al parlamento de Edimburgo de mayo, donde los independentistas del SNP encabezan todas las encuestas con su promesa de un nuevo referéndum de secesión. Ballantyne ganó su primer escaño en Holyrood en 2017 con el Partido Conservador Escocés. Como madre de seis hijos, protagonizó una sonada polémica al defender que “las personas que viven de ayudas sociales, no pueden tener tantos hijos como deseen, mientras que aquellos que trabajan y pagan sus gastos tienen que tomar decisiones sobre los hijos que se pueden permitir”. Tras desavenencias con la nueva dirección, abandonó las filas 'tories' el noviembre del año pasado. Ahora plantea un nuevo proyecto de reforma, al frente de la rama escocesa del nuevo partido creado por Nigel Farage, el 'enfant terrible' del Brexit. ¿Qué posibilidades tiene una euroescéptica y anti independencia en las próximas elecciones escocesas? Nadie esperaba tampoco la reciente entrada triunfal de Vox en parlamento catalán.

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