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"Pasamos de 52 pacientes a 237 en 2 semanas": la nueva variante asalta los hospitales de UK
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Reino Unido vuelve al confinamiento

"Pasamos de 52 pacientes a 237 en 2 semanas": la nueva variante asalta los hospitales de UK

Trabajadores sanitarios españoles en Reino Unido cuentan cómo están viviendo esta nueva ola, que está poniendo los hospitales británicos al límite ante el aumento de casos

Foto: Miguel y Marina, en el hospital de Southampton. (Cedidas)
Miguel y Marina, en el hospital de Southampton. (Cedidas)

Aunque sus hospitales sufrieron, hubo desabastecimiento de equipos de protección y Reino Unido se colocó entre las naciones con más contagiados, el país logró superar la primera ola sin que llegara el temido colapso. En Reino Unido, se llegó casi a perderle miedo al covid, incluso entre los sanitarios. Pero entonces llegó la tercera ola, alimentada por una nueva variante con un 70-80% más de potencial contagioso. "Hemos pasado de 52 pacientes el 22 de diciembre a 237 el viernes pasado. Hoy [lunes] hay 299", cuenta Miguel Jorquera, murciano que trabaja como auxiliar de enfermería en el Hospital Universitario de Southampton. "Ahí me asusté, la progresión ha sido altísima".

La nueva variante ha tomado por asalto los hospitales de Reino Unido, que se han convertido en unos de los más saturados de Europa, con una de las mayores tasas de ocupación de camas hospitalarias, con casi 50 ingresados por cada 100.000 habitantes. Por comparar, los nuevos ingresos semanales por cada 100.000 habitantes en Dinamarca, cifra de las más altas en Europa, está en 17. En Francia, está en 11. En la mayoría de las regiones del Sistema Nacional de Salud (NHS), los hospitales están sufriendo ante la avalancha de nuevos ingresos.

"Mientras os estoy hablando, nuestros hospitales están aún bajo más presión por el covid que en ningún otro momento desde el inicio de la pandemia. Hay un riesgo material de que el Servicio Nacional de Salud se vea sobrepasado en los próximos 21 días", declaró el propio primer ministro británico, Boris Johnson.

Foto: Viandantes pasan junto a un anuncio del Gobierno británico sobre el coronavirus. (EFE)

A principios de abril, El Confidencial se puso en contacto con varios españoles trabajadores sanitarios en primera línea de batalla contra el coronavirus en hospitales del Reino Unido. Entonces, la pandemia casi ni había llegado al país, mientras que en España los servicios sanitarios colapsaban. Diez meses después y con una tercera ola que está batiendo récords diarios en Reino Unido, El Confidencial vuelve a ponerse en contacto con ellos. Si la primera ola fue un caos, pero sin desbordarse, en esta los planes ya están hechos, es más ordenada... Pero mucho más alta.

Ahora, la emoción imperante entre estos mismos sanitarios es el cansancio y el agotamiento ante esta nueva ola, peor que la de abril, que amenaza con desbordar los hospitales, muy especialmente en el sureste del país. "Coincidió todo con la esperanza por fin de la vacuna, y ahora, pum, bofetón en la boca, nueva cepa", ejemplifica Marina Pastor, enfermera sevillana que trabaja en la unidad de cuidados intensivos del mismo hospital, el más grande del condado de Hampshire, al sur de la isla de Gran Bretaña. "Psicológicamente, estamos agotados. Vacías una cama y vuelve a ocuparse en media hora. Ahora es más difícil ver el final del túnel".

Foto: Una solitaria corredora, cerca de la City de Londres. (EFE)

El jefe médico de Inglaterra, Chris Whitty, advirtió este lunes que el país estaba entrando en la parte "más peligrosa" de la pandemia y que "las próximas semanas van a ser las peores" para el servicio de salud británico. En Inglaterra, el número diario de ingresos se ha cuadruplicado desde principios de diciembre, y es ya casi el doble del pico alcanzado durante la primera ola. Según datos del propio Whitty, el pasado lunes había más de 30.000 ingresados en hospitales, comparados con los 18.000 a que se llegó de máximo. Y preocupa especialmente a los expertos la ratio de nuevas infecciones en los mayores de 60 años, más proclives a necesitar hospitalización, que también se ha cuadruplicado.

El 'incendio' de la nueva variante

Las cifras no se han multiplicado solo en los ingresos, sino también en las UCI en apenas unas semanas: de los 12 o 13 pacientes críticos que, desde el verano, iban manteniendo en la UCI, se pasó de golpe y porrazo a 40. "Cuando los hospitales de Kent se desbordaron por la nueva variante [del covid], empezaron a transferirnos pacientes desde allí. A mediados de diciembre, estábamos en 12, 13 o 14 pacientes, pero fue llegar lo de la nueva cepa y pasar de eso a 22, 23, y no habían pasado ni cinco días y ya estamos por 40. Ahora mismo, hay en UCI 44 pacientes y casi 300 en el hospital, repartidos en las plantas", detalla Pastor.

No fue hasta el 14 de diciembre que Reino Unido reconoció el descubrimiento de una nueva variante del coronavirus, la B.1.1.7, mucho más infecciosa que la conocida hasta entonces. Tom Frieden, antiguo director del CDC, ha señalado que "la variante B.1.1.7 se está expandiendo como un incendio en Reino Unido e Irlanda". De la noche a la mañana, los contagios se dispararon, especialmente en el condado de Kent (sureste) y en Londres. Con unos picos de nuevos ingresos jamás vistos y con las UCI ya cargadas, Kent se vio forzado a detener los procedimientos no urgentes y a derivar pacientes a hospitales de otras regiones. El núcleo urbano más cercano era Londres, pero ahí también se estaban viendo los estragos de la B.1.1.7. El descontrol fue tal que el 4 de enero se tuvo que declarar de nuevo un confinamiento en prácticamente todo el país. "Tenemos una nueva variante del virus y es al mismo tiempo frustrante y alarmante ver la velocidad a la que esta variante se está expandiendo", lamentó entonces el primer ministro, Boris Johnson.

Sin mascarilla

Al menos 18 hospitales en las Midlands y en el sudeste de Inglaterra (Kent y Hampsire están entre ellos) han alcanzado el nivel 3 de CRITCON, que implica que están "al máximo" de capacidad, según los datos del NHS obtenidos por el Health Service Journal (HSJ). Solo hay una categoría más alta, el extremadamente raro nivel 4, lo que significa que un hospital se ha visto "abrumado" y puede verse obligado a rechazar urgencias críticas.

"Puede que sea cosa de la nueva variante, pero lo cierto es que aquí se toman la pandemia mucho más a la ligera", se queja Fernando, enfermero especialista en oncología del Hospital Universitario del College de Londres (UCLH), que durante la primera ola estuvo trabajando tres meses con pacientes de covid. Cuando hablamos por primera vez, estaba a punto de ser trasladado al ala de coronavirus. En esta nueva ola, ha sido otra compañera de su servicio de oncología la alistada al frente del covid, pero Fernando no descarta que vuelvan a llamarlo ante la cantidad de pacientes que se están ingresando.

Foto: Trabajos en el laboratorio. (EFE)

"Te encuentras a gente sin mascarilla en sitios cerrados como el supermercado, nadie lleva la mascarilla en la calle. O la gente se pone más seria, o esto va a seguir aumentando. En general, la población está más concienciada en España", afirma el enfermero. La sensación es compartida por Marina y Miguel: "Sales de una y te metes en otra, parece que se lo toman a broma. Por ejemplo, no es obligatoria la mascarilla todavía y solo se preocupan por las PCR desde el exterior. Pero ¿y dentro del país? ¿Por qué no se preocupan más sobre cómo se están expandiendo los casos dentro del país?", se lamenta la enfermera de UCI.

Reino Unido ha superado ya las 80.000 muertes y los tres millones de casos. Las autoridades temen que, a mayor congestión de los hospitales, mayor mortalidad. Es el caso, por ejemplo, de uno de los principales hospitales del condado de Kent, que acumula la mayor mortalidad de la última ola. "En el ámbito de síntomas y gravedad, no parece que la variante sea más grave, pero si la transmisión es mayor, volvemos a lo mismo, el riesgo de colapsar el hospital es mayor", explica Marina.

Y toda la situación está pasando factura a los profesionales sanitarios. "Una compañera en UCI, española, me ha comentado que va a entregar su carta de renuncia y se vuelve a España", cuenta Miguel. "Mucho personal que estuvo en la primera ola no ha vuelto, se ha ido o se ha cambiado de servicio... Por lo menos, hemos perdido a 10 o 15 miembros del personal", detalla Marina sobre la situación en su hospital. "Gente que haya repetido en la primera y la segunda ola, contados con la mano". Y en Southampton están mejor que en Kent, donde el 25% del personal clínico y administrativo está 'ausente' (ya sea porque han dejado el trabajo o porque se han contagiado). Según The Health Foundation, una ONG, se estima que 140.000 trabajadores del NHS están 'ausentes', frente a los 100.000 del pico de la primera ola.

Aunque sus hospitales sufrieron, hubo desabastecimiento de equipos de protección y Reino Unido se colocó entre las naciones con más contagiados, el país logró superar la primera ola sin que llegara el temido colapso. En Reino Unido, se llegó casi a perderle miedo al covid, incluso entre los sanitarios. Pero entonces llegó la tercera ola, alimentada por una nueva variante con un 70-80% más de potencial contagioso. "Hemos pasado de 52 pacientes el 22 de diciembre a 237 el viernes pasado. Hoy [lunes] hay 299", cuenta Miguel Jorquera, murciano que trabaja como auxiliar de enfermería en el Hospital Universitario de Southampton. "Ahí me asusté, la progresión ha sido altísima".

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