Íñigo se lleva un doble mazazo con su padre y se desahoga con Matilde en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 102 de La Moderna de este lunes, 19 de febrero
• Íñigo no quiere saber nada de su padre en La Moderna: ¿por qué miente?

Después de que Teresa y Cañete se encontraran accidentalmente en las clases de baile, la encargada ha dejado clara su negativa de volver a aquel lugar, donde vio cómo su torpe compañero intentaba seguirle el ritmo. Sin embargo, su pasión por la danza no permitirá que falte a sus citas en la academia durante el capítulo de este lunes. Esta vez, la empleada del salón cambiará de pareja. Su nuevo compañero no es otro que Elías.

En el episodio anterior, Íñigo ha echado a su padre de su vida tras descubrir su verdadera historia. Por su lado, Inés ha tenido que lidiar con el desengaño amoroso causado por Emilio, mientras que Cañete ha admitido que Teresa gana en las distancias cortas tras percatarse de que ha sido víctima de una encerrona organizada por Trini y Miguel.

Íñigo aparece en el despacho de doña Carla lleno de ira por las mentiras de su padre y la revelación de que tuvo una segunda familia en Almería. La empresaria niega saber nada de aquella historia cuando su amigo sospecha de sus buenas intenciones. Finalmente, el exnovio de Matilde se disculpa. El dueño del Madrid Cabaret se siente decepcionado por el que dice ser su padre que, desde su llegada, ha demostrado justo todo lo contrario.

Íñigo quiere marcharse de la ciudad

El señor Peñalver aprende de sus errores y, por fin, sabe cómo encauzar su vida. El empresario le anuncia a Carla que su padre se marchará de la ciudad y él quiere tomar el mismo camino para acabar con la mala racha que empezó con el inesperado asesinato de su amigo Jaime. En la academia de danza, Teresa y Trini aprenden nuevos pasos junto a Cañete.

Las dependientas se asombran ante el buen humor de Don Fermín. Aguirre sigue haciendo planes con el dueño de La Moderna y le cuenta que ha reservado un lugar para el hipódromo. El empresario duda si faltar a su compromiso con el salón, pero finalmente el socio de doña Carla le convence para priorizar el ocio al trabajo.

"Necesito hablar contigo una vez más, aunque sea la última". Matilde recibe una carta de Íñigo durante su jornada laboral. En la corrala, Luisa está más feliz que de costumbre, al igual que Emilio, que cuenta las horas para oficializar su relación. En ese momento, la ilustradora sufre un pequeño mareo y le confiesa que se le ha nublado la vista y que no es la primera vez que le pasa. El joven le pide que vaya al médico y así lo hará.

Inés no puede dejar de pensar en Emilio y acude al salón para olvidar su desamor con los nuevos planes de su hermana Laurita. Por su parte, Íñigo bucea en los recuerdos de su pasado y encuentra una carta que Pascual le escribió a su madre, lo que confirma su versión. Sin embargo, el empresario sigue culpándole de su desgracia. De momento, no le da oportunidad para la redención.

Conchita nota preocupada a Marta y se pregunta cuáles son los motivos de su cambio de humor. En el salón, Elías demuestra sus dotes para el charlestón frente a Miguel. Al librero se le escapa que Cañete se ha matriculado en la academia de danza. Su compañero no entiende cómo su jefe de camareros no le ha contado nada, lo que considera una traición a su amistad.

Don Cecilio le cuenta a Marta que le ayudará en resolver la incógnita sobre su tío Higinio. La joven le deja las cosas claras, aunque es Conchita la que esta vez no pasará por alto la insistencia de su cliente más fiel. Por su parte, Aguirre destaca el talento de don Fermín para las cartas mientras Inés quiere dejar su trabajo del Madrid Cabaret. La situación con Emilio le está afectando demasiado.

Don Fermín celebra que Íñigo se haya quedado al cargo del Madrid Cabaret y agradece que ese distinguido local no haya caído en las garras de doña Carla que quería venderlo. En la corrala, Conchita muestra extrañeza ante la ya incauta presencia de don Cecilio. La cuñada de Rosario comienza a sospechar de las intenciones de su cliente.

La costurera se ha dado cuenta de cómo mira a Marta y pone las cartas sobre la mesa. "No quiero que le hagas más daño", asegura tajante mientras le exige que no vuelva a aparecer por allí. La academia de danza recibe a un nuevo alumno que no es otro que Elías, que sospecha que Cañete se ha apuntado a las clases para conquistar a Trini. Teresa se ve obligada a bailar con el camarero de personalidad arrolladora.

Clarita le pide a Emilio que no le haga daño a Luisa, ya que no quiere que su hermana sufra lo mismo que Matilde. Por su lado, doña Carla reprende a Pascual por no haber aguantado la mentira sobre la amnesia, pero el hombre asegura que se siente mejor si su hijo conoce la verdad. "Es un inútil, un pobre desgraciado", expresa la villana. Por otro lado, Conchita le cuenta a Marta que Don Cecilio no volverá por el taller. Mientras, la joven admite que ese cliente le hacía sentir incómoda.

Doña Carla exige a Pascual que se quede en Madrid. Mientras, el hombre sospecha que las intenciones de la empresaria no tienen nada que ver con la generosidad. En ese momento, se desmaya ante la presencia de la villana. Finalmente, en la corrala, Íñigo aborda a Matilde para contarle que ha vuelto a perder a su padre. "Se ha muerto", explica el joven que, de forma metafórica, se ha llevado un doble mazazo.