El público prefiere las risas: estas son las 10 mejores series de humor de la televisión

Junto con el terror, la comedia podría ser uno de los grandes indicadores de las aflicciones de nuestros tiempos. Las series de televisión de comedia se reservan un lugar de sus fantásticas premisas al análisis de la sociedad y el mundo en el que vivimos, a través de la burla o la caricatura, pero siempre desde la honestidad de su intención primera: el entretenimiento.

Las comedias de televisión son la esencia pura de un medio escapista, intrínseco a la pequeña pantalla, que busca evadir a los espectadores con gags visuales y una gran variedad de chistes, pero son aquellas series las que remiten a los grandes rasgos y conflictos de la humanidad las que han acabado erigiéndose como grandes favoritas del público. Ejemplos como Barry o La maravillosa Sra. Maisel hablan sobre mentalidades afligidas o el empoderamiento de la mujer, respectivamente, a través de guiones perfectamente estructurados para generar el cariño del público por sus personajes.

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Óscar Rodríguez

Atrás quedan las series de risas enlatadas. La página web IMDb recoge en un listado, que va actualizando conforme varían los gustos populares, las series de televisión de comedia favoritas de los usuarios. Analizamos a continuación las diez series más populares y mejor valoradas en la web hasta el momento, en la que predomina la sátira social y la comedia de situación.

1.Succession (2018)

Sorprendente primer puesto para una serie cuya comedia se desenvuelve de una manera más sutil, desde lo grotesco de los arrebatos financieros de sus personajes hasta las humillaciones y ataques por la espalda de una millonaria familia que lucha por quién será el sucesor al trono del patriarca.

Si algo tiene la serie de Jesse Armstrong es, desde luego, mucho humor negro y una cargada sátira hacia los despiadados tiburones que gestionan los medios de comunicación en Estados Unidos y buscan el siguiente pececillo al que comerse. Todo ello, es visto desde el núcleo de una familia del todo disfuncional, en la que Logan Roy (Brian Cox) busca a sus aliados y sus enemigos entre sus hijos.

Las cuatro temporadas de Succession estás impregnadas de una alta toxicidad, desde la relación entre Roman (Kieran Culkin) y Gerri (J. Smith-Cameron) hasta la perversa fraternidad entre Greg (Nicholas Braun) y Tom (Matthew Macfadyen), de la que solo se puede sacar una conclusión en claro: las vidas de la clase más ostentosa pueden llegar a ser más patéticas que las de cualquiera.

2.Ted Lasso (2020)

Para ser entrenador de fútbol, Ted Lasso (Jason Sudeikis) no responde demasiado al imaginario popular de un profesional de este calibre. Ted es tierno, amable, y tiene grandes técnicas de motivación que superan por encima a sus estrategias de juego. Eso es lo que le hace un entrenador diferente al resto, y eso es lo que hace que los espectadores se hayan enamorado de Ted Lasso desde el primer capítulo.

La serie de Sudeikis, Bill Lawrence y Brendan Hunt, de tres temporadas, cuenta el viaje de un entrenador de fútbol americano a Londres, donde debe encargarse del equipo del equipo Richmond de la Premiere League inglesa. Sus jugadores y los aficionados reciben al nuevo entrenador con escepticismo, pero Lasso irá despojando uno a uno todo atisbo de duda sobre su profesionalidad y su buen fondo. Hasta la directora del equipo (Hannah Waddingham) acabará cayendo en la simpatía del bigote más conocido de la televisión en estos momentos.

3. Barry (2018)

Bill Hader es el cocreador y protagonista de esta serie que involucra a un asesino a sueldo en el mundo de la comedia. Durante una misión en Los Ángeles, el protagonista se ve invadido por el espíritu de la interpretación, y desde entonces debe decidir entre aquello que se le da bien o seguir su instinto con un particular profesor de actuación. O, simplemente, seguir adelante con ambos planes y ver cómo el peligroso mundo de la criminalidad puede llegar a relacionarse con las bambalinas.

Tras cuatro exitosas temporadas, la serie de Hader y Alec Berg ha conquistado a los espectadores, pero también a la crítica y los académicos. Barry ha sido reconocida a lo largo de su trayectoria con hasta 30 nominaciones a los premios Emmy, de los cuales ganó tres: dos para Bill Hader como mejor actor de comedia, y uno para Henry Winkler, quien interpreta al profesor Gene Cousineau, como mejor actor de reparto en el apartado cómico.

4. La maravillosa Sra. Maisel (2017)

Libre y empoderada, así se siente la señora Maisel (Rachel Brosnahan) desde que decidiese que ser ama de casa, estar casada con Joel (Michael Zegen) y probar suerte en el mundo de la comedia de stand-up no era compatible. Las cuatro temporadas de la serie creada por Amy Sherman-Palladino, ambientadas en la época de finales de los cincuenta, relatan los inicios de una madre de clase alta desde sus primeras actuaciones en las fiestas organizadas en su salón, hasta los grandes escenarios de Nueva York.

La serie de punzantes diálogos y chistes, ganadora de dos Globos de Oro, no solo se presenta relevante en la historia de la televisión como una comedia de corte feminista, sino que además ambienta a la perfección un momento concreto de la escena neoyorkina y la condición de su protagonista como judía y parte de una sociedad elitista.

5. The White Lotus (2021)

La serie de Mike White es de esas historias que van construyendo la tensión entre personajes a fuego lento. Parece que en sus primeros capítulos no sucede gran cosa, pero la semilla está plantada, y el espectador no puede hacerse una idea aproximada del punto hasta el que puede llegar sus efectos.

Con una intención muy clara en mente, la de formalizar una sátira sobre las comodidades injustificadas de la clase alta de la postmodernidad, White sitúa a varias familias norteamericanas de diferentes tipos en un resort de lujo durante sus vacaciones de verano. Lo que empieza como una apacible semana de descanso, se convierte en un espejo endiablado en el que los personajes ven sus mayores fragilidades y sus relaciones adquieren un tono esperpéntico que va adquiriendo más y más calado en su delicada psique.

Su alocada sintonía de cabecera, sus paisajes idílicos y un argumento coral, en el que algunas historias se cruzan y otras desarrollan sus propios nudos, encandila cada vez a más espectadores. ¿La joya de la corona? Sin dudas, la recuperación de una actriz como Jennifer Coolidge, de la saga fílmica American Pie, como una rica vividora y sufridora, a partes iguales, que parece ajena a todos los sucesos descacharrantes que le suceden. Su frase "estos gays están intentando matarme", de la segunda temporada, se ha convertido en todo un meme en redes sociales.

6. Shameless (2011)

Con diez años en antena y después de once temporadas, se trata de una se las series más veteranas de la televisión estadounidense. La serie más conocida de Paul Abbott es un remake de su propia creación de 2004, sobre las idas y venidas de la disfuncional familia Gallagher, pero a la inglesa. Con un punto autobiográfico (Abbott nació en una familia de ocho hijos en la que la madre abandonó el hogar familiar y el joven guionista pasó por varios intentos de suicidio), la serie abraza la comedia y el drama con espinosos temas como el alcoholismo, las deudas o los complicados lazos familiares.

El actor William H. Macy fue nominado en multitud de ocasiones por su interpretación de Frank Gallagher, el padre ausente y alcoholizado al que los hermanos de la familia intentan agarrarse en sus peores momentos, sin demasiado éxito. Otros talentos reconocibles de la televisión estadounidense han surgido de la serie, como es el caso de Emmy Rossum, quien interpreta a Fiona; o Jeremy Allen White, quien destaca también como protagonista en la serie The Bear, y que en Shameless interpreta al espabilado y fumado Lip.

7. El joven Sheldon (2017)

Precuela de la serie The Big Bang Theory, que retoma al personaje de Sheldon Cooper (Iain Armitage), interpretado por Jim Parsons en la serie original, quien hace de narrador en este spin-off. Ambientada a finales de la década de los ochenta en el estado de Texas, cuenta el inicio del joven Sheldon, más avanzado que los niños de su edad, en el instituto. Una vez más, el chico se siente incomprendido por sus altos conocimientos en ciencia avanzada y matemáticas, en un lugar y una familia, con hermana melliza incluida (Raegan Revord), donde el fútbol americano y la Iglesia son los reyes.

La serie indaga en las posibilidades de que los inadaptados puedan encajar y prosperar en un mundo que se escapa a su naturaleza, pues Sheldon no maneja tan bien los códigos sociales. La ficción, creada por Chuck Lorre, responsable de la serie original, y Steven Molaro, despliega la nostalgia por las sitcoms familiares y va un paso más allá al salirse de la estática fotografía propia del género.

8. The office (2005)

Con nueve temporadas a sus espaldas, la adaptación norteamericana de la serie original de la BBC logró superar en veteranía a su predecesora. Partiendo, prácticamente, de la misma base y guion que la serie de Ricky Gervais y Stephen Merchant, la sitcom estadounidense de Greg Daniels consiguió distanciarse de la primera con unos personajes magnéticos, unos desternillantes Steve Carell y Rainn Wilson, y sí, probablemente la historia de amor más dulce de los últimos tiempos en televisión: la de Jim (John Krasinski) y Pam (Jenna Fischer). Oficinista y secretaria unen fuerzas para fastidiar, día tras día, al neurótico Dwight (Wilson), quien anhela convertirse en el jefe de Dunder Mifflin, la empresa de papel cuya sucursal, en una pequeña ciudad llamada Scranton, lidera Michael (Carell).

Con The Office las carcajadas están aseguradas, pero la serie también encuentra pequeños momentos sentimentales que provocan las lágrimas del espectador. Sus guionistas supieron aguantar el tipo durante su larga emisión, incluso cuando alguno de sus intérpretes tuvo que abandonar la ficción para ocuparse de otros papeles. El secreto estaba en la masa: con un potente elenco de personajes principales, el peso de la serie no solo descansaba sobre ellos, sino también en los secundarios que hacían de una aburrida empresa de papel la aventura más loca de la televisión.

9. The Boys (2019)

Si la serie Watchmen nos presentaba el lado más siniestro de los superhéroes, The Boys lo hace también con grandes dosis de humor y mamarrachada, en una serie de acción y comedia que ya alcanza su tercera temporada y que ha despertado el interés de nuevos adeptos a los cómics de Garth Ennis en los que se basa. La serie creada por Evan Goldberg, Seth Rogen y Eric Kripke, narra las desventuras de un grupo de guardianes que tratan de frenar las desequilibradas consecuencias de los superhéroes en la sociedad.

La épica ficción ha sido nominada a varios Premios Emmy, y su personaje Homelander, encarnado por Anthony Starr, ha llegado a ganar dos premios de la crítica como mejor actor y mejor villano en una serie de superhéroes. Con guiños a la cultura pop y, por supuesto, unos buenos efectos especiales, esta brigada de anti-superhéroes ha conseguido enganchar al público con grandes dosis de adrenalina y jocosos comentarios sobre el ego de los héroes destinados a “salvar” el planeta.

10. Colgados en Filadelfia (2005)

Definida por The Philadelphia Inquirer como una especie de Seinfeld puesta de crack, esta comedia de situación creada por el estadounidense Rob McElhenney, responsable de Myhtic Quest: banquete de cuervos, narra las desventuras de cinco amigos que regentan el pequeño pub irlandés Paddy’s mientras intentan mantener intacta su amistad.

Con quince temporadas a sus espaldas, la serie de FX, protagonizada por Danny DeVito, Charlie Day, Glenn Howerton, Kaitlin Olson y el propio McElhenney, consigue su renovación año tras año debido a la grata respuesta de sus seguidores, quienes no pueden esperar hasta qué lugar incómodo les llevará su nueva aventura a este improbable grupo de colegas. Los gags más desternillantes e inverosímiles se dan cita en la siempre soleada Filadelfia, donde transcurre esta serie nominada y ganadora de varios premios Satellite.