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El nuevo sistema que buscará ondas de radio extraterrestres donde nunca antes habíamos mirado
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El nuevo sistema que buscará ondas de radio extraterrestres donde nunca antes habíamos mirado

Europa contará a partir de ahora con un nuevo sistema para la búsqueda de señales de radio de civilizaciones alienígenas en unas frecuencias que nunca se habían usado hasta ahora

Foto: Núcleo de LOFAR en Exloo, en Países Bajos. (LOFAR)
Núcleo de LOFAR en Exloo, en Países Bajos. (LOFAR)

Astrofísicos europeos acaban de presentar su nueva arma para encontrar signos de vida inteligente en el universo. Se trata de un sistema de antenas de radio diseminadas por distintos lugares del continente que es capaz de cubrir un espectro de señales distinto al que se había utilizado hasta la fecha.

Los científicos del SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, en sus siglas en inglés), llevan desde mediados de los años 80 capturando señales de radio con sus enormes antenas terrestres para intentar encontrar ‘tecnoseñales’ que nos demuestren la existencia de civilizaciones extraterrestres avanzadas.

Esto que suena tan fácil como poner la antena y esperar a ver que oímos, en realidad no lo es. La atmósfera de la Tierra interfiere con las señales de radio a frecuencias más bajas, con lo que a los investigadores solo les sirven las que son superiores a un gigahercio, como la frecuencia de la línea de hidrógeno, a 1,42 GHz. Sin embargo, esto ya no tiene que ser así gracias al trabajo del Observatorio Europeo de Baja Frecuencia (LOFAR, por sus siglas en inglés). El nuevo conjunto de antenas, acabado de construir hace apenas una década, está especialmente diseñado para escuchar las frecuencias a las que las antenas del SETI no llegan y que no se han analizado nunca hasta ahora.

Nuevas ‘orejas’ más sensibles

LOFAR es un conjunto de antenas de radio con base en los Países Bajos que se extiende por toda Europa, con estaciones adicionales en Francia, Alemania, Irlanda, Letonia, Polonia, Suecia y el Reino Unido. Ahora, las estaciones de Irlanda y Suecia se han unido para buscar por primera vez esas señales de baja frecuencia en colaboración con el proyecto del SETI, Breakthrough Listen.

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"Para algunos, la ‘Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre’ puede parecer sacada de una película, pero es un objetivo científico desde hace décadas y por muchas buenas razones”, asegura el profesor Evan Keane, catedrático de radioastronomía en la Facultad de Física de Trinity, en Irlanda, y responsable del telescopio irlandés LOFAR..

"En este proyecto nos basamos en la hipótesis de que las civilizaciones de otros lugares del Universo pueden emplear tecnologías similares a las desarrolladas en la Tierra. En consecuencia, las radiofrecuencias son un dominio lógico para llevar a cabo estudios SETI debido al uso generalizado de las telecomunicaciones y el radar, y nuestro acceso a los radiotelescopios de última generación ofrece una gran oportunidad para una inmersión profunda en el universo", asegura Keane, que también es el jefe del estudio recientemente publicado sobre LOFAR en la revista The Astronomical Journal.

La IA que encuentra señales alienígenas

Las estaciones de Irlanda y Suecia cuentan con dos tipos de antenas: las de banda baja, que funcionan entre 10 y 90 MHz, y las de banda alta, que escuchan el universo entre 100 y 250 MHz. El hecho de que estén separadas permite a los astrofísicos descartar rápidamente cualquier falso positivo. Si una señal anómala sólo se detecta en una estación y no en la otra, estaríamos hablando de una interferencia local. Sin embargo, si una señal procede realmente del espacio se detectaría por todas las estaciones.

Las escuchas realizadas para el estudio no detectaron ninguna señal causada por el movimiento de un exoplaneta que tenga un transmisor que emita señales con una potencia de al menos decenas de millones de vatios. Sin embargo, el equipo advierte que la búsqueda en bajas frecuencias no ha hecho más que empezar y las mejoras de los próximos años aumentarán su sensibilidad.

placeholder El Allen Telescope Array, los oídos del SETI. (SETI)
El Allen Telescope Array, los oídos del SETI. (SETI)

"LOFAR se someterá en breve a una serie de actualizaciones escalonadas en todas las estaciones del conjunto en toda Europa, lo que permitirá un SETI aún más amplio en rangos de 15-240 MHz", afirma en un comunicado Owen Johnson, doctorando de la Facultad de Física de Trinity y uno de los autores del estudio.

Además de instalar dos nuevas estaciones en Bulgaria e Italia, LOFAR actualizará su ‘software’ y añadirá un algoritmo de inteligencia artificial que, según los investigadores, acelerará el análisis de los resultados.

"Tenemos miles de millones de sistemas estelares que explorar y dependeremos de algunas técnicas de aprendizaje automático para cribar el inmenso volumen de datos", afirma Johnson. "Eso en sí mismo es interesante: sería bastante irónico que la humanidad descubriera vida extraterrestre utilizando inteligencia artificial".

Los otros sistemas de búsqueda actuales

El SETI y su Breakthrough Listen, el mayor programa de investigación científica destinado a encontrar pruebas de la existencia de civilizaciones extraterrestres, tienen varias iniciativas en marcha. Una está en Oxford y cuenta con 100 millones de dólares de capital privado para encontrar señales alienígenas con su Square Kilometer Array (SKA), un enorme conjunto de antenas de radio situadas en Sudáfrica y Australia.

placeholder Los miembros del equipo del Proyecto Galileo que participan en la Expedición Interestelar. (Avi Loeb)
Los miembros del equipo del Proyecto Galileo que participan en la Expedición Interestelar. (Avi Loeb)

Otra iniciativa del programa es la Breakthrough Listen Investigation for Periodic Spectral Signals (BLIPSS) con otros 100 millones de dólares de presupuesto, pero situado en la Universidad de Cornell, también en EEUU. El BLIPSS se centra en encontrar y analizar un tipo de señales que hasta ahora se había ignorado y que son muy similares a las que usamos en las transmisiones por radar en nuestro planeta.

Adam Frank, profesor de Física y Astronomía de la Universidad de Rochester, ha recibido una subvención de la NASA para encontrar signos de tecnología pasada o presente utilizada en otros planetas, pero sin basarse en las señales de radio. En su lugar Frank y su equipo (del que también forma parte el astrofísico de Harvard, Avi Loeb) estudiarán dos posibles señales que podrían indicar actividad tecnológica en otro planeta: los paneles solares, que tendrían una determinada firma espectral, y los contaminantes, como el metano producido por formas de vida simples.

Además está el Proyecto Galileo, comandado por el propio Avi Loeb y del que ya hemos hablado en innumerables ocasiones gracias a las columnas semanales que el investigador publica aquí en Novaceno. El Proyecto Galileo tampoco se centra en buscar señales de radio, sino que busca reliquias tecnológicas de otras civilizaciones que hayan podido llegar hasta nosotros.

Astrofísicos europeos acaban de presentar su nueva arma para encontrar signos de vida inteligente en el universo. Se trata de un sistema de antenas de radio diseminadas por distintos lugares del continente que es capaz de cubrir un espectro de señales distinto al que se había utilizado hasta la fecha.

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