Detectan 'espadas de plasma' espaciales que parten estrellas por la mitad
Las ‘espadas relativistas’ son flujos de plasma formados por campos magnéticos extremadamente intensos que tienen la potencia suficiente como para cortar una estrella en dos
Investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU), en EEUU, aseguran haber descubierto el origen de unas de las explosiones más potentes del universo y el motivo que dan es tan asombroso como inquietante. Según su último estudio, estas enormes explosiones se deben a unos poderosísimos flujos de plasma que son capaces de partir una estrella por la mitad.
Una ‘espada’ de energía gigante
Los investigadores Marcus DuPont y Andrew MacFadyen, del Centro de Cosmología y Física de Partículas de la NYU, estaban buscando el origen de los brotes de rayos gamma (GRB, en sus siglas en inglés), unas de las explosiones más potentes del universo. Para ello se fijaron en qué ocurre cuando un magnetar —una estrella de neutrones que gira rapidisimamente (cada milisegundo) y que tiene los campos magnéticos más potentes del universo conocido— se forma en el interior de una estrella masiva y provoca una explosión a lo largo de su ecuador.
Utilizando simulaciones por ordenador han podido determinar que estos objetos espaciales pueden emitir intensos haces de radiación formando una especie de ‘espada’ ultrarrelativista (a una velocidad cercana a la de la luz) que se extiende hacia el exterior a través de la estrella transportando más energía que la que produce la explosión de una supernova.
Esta potencia sería suficiente como para partir una estrella en dos con la misma facilidad que una espada de samurai corta una manzana.
El origen de las explosiones
Hasta ahora el origen de los GRB se ha atribuido a los agujeros negros o a los magnetar, pero, como apunta el medio especializado Live Science, hay algo en este fenómeno que todavía intriga a los científicos: en algunos casos se ha observado que la explosión se desvanece muy lentamente hasta que finalmente acaba apagándose.
Los autores del nuevo estudio, todavía pendiente de publicación, aseguran haber encontrado la solución para ese enigma. Y es que para ellos este fenómeno se desencadena en el momento de la muerte de algunas estrellas masivas. Cuando estas estrellas mueren, su núcleo colapsa formando una estrella de neutrones (una bola del tamaño de una ciudad formada por neutrones ultradensos que está rodeada por capas pesadas de hidrógeno y helio). Este tipo de estrellas generan una rápida compresión y rotación que forman un campo magnético extremadamente fuerte que termina convirtiendo las estrellas de neutrones en magnetars.
La propia atracción gravitatoria del magnetar arrastra la atmósfera que queda de su estrella progenitora, pero estudios anteriores aseguran que la intensa radiación que emite y sus campos magnéticos hacen que se forme un chorro a lo largo del eje de giro del magnetar, que se abre paso a través de la estrella moribunda. Cuando ese chorro se topa con otra estrella y la parte en dos, arrastra parte de su material que se acaba desplazando en la misma dirección que la ‘espada’. Tras ese momento, la ‘espada’ recorre una distancia varias veces superior al radio de la estrella original y acaba perdiendo fuerza, lo que, según los investigadores, podría explicar por qué las enigmáticas explosiones se difuminan tan lentamente.
El siguiente paso para el equipo es estudiar cómo evoluciona la 'espada' relativista con el tiempo y cómo se produce exactamente la muerte de la estrella. Los resultados de estas investigaciones, aseguran, acabaría de confirmar su hipótesis actual.
Investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU), en EEUU, aseguran haber descubierto el origen de unas de las explosiones más potentes del universo y el motivo que dan es tan asombroso como inquietante. Según su último estudio, estas enormes explosiones se deben a unos poderosísimos flujos de plasma que son capaces de partir una estrella por la mitad.