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Neus Moya, la podóloga con Instagram que echó del trono a los reyes del calzado infantil
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'INFLUENCER' PERO DE VERDAD

Neus Moya, la podóloga con Instagram que echó del trono a los reyes del calzado infantil

Esta podóloga de Tarragona empezó hace tres años a hablar de zapatos para niños. "Cuando recomienda uno, se agotan al momento". La industria le echó un pulso y lo perdió

Foto: Neus Moya, en una imagen reciente. (Cedida)
Neus Moya, en una imagen reciente. (Cedida)
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El 19 de marzo de 2020, primer jueves del confinamiento, una podóloga pediátrica de Torredembarra (Tarragona) llamada Neus Moya se abrió un Instagram para hablar de su gran obsesión: el calzado infantil. Su historia es como la de tantos otros influencers de nicho: nadie la conoce hasta que te toca conocerla, y entonces se vuelve imprescindible. A día de hoy, Moya atesora más de 500.000 seguidores y reservar cita en su consulta es ya tan complicado como hacerlo en DiverXO.

El motivo de su éxito no es otro que su apuesta por un tipo de calzado infantil: el zapato respetuoso —también conocido como minimalista, barefoot, o zero drop— caracterizado por tener una suela muy delgada, puntera amplia para mover los dedos libremente y ausencia de costuras o contrafuerte en el talón.

Cuando empezó a hablar de todo esto, el concepto era marciano, pero pronto encontró quién la escuchara. "Había patologías que estaba viendo en consulta, a niños de ocho y nueve años, que podían estar relacionadas directamente con el calzado", explica, "como un factor externo predisponente, ojo, pero totalmente evitable: eso es lo que me daba rabia, empecé porque tenía muy claro que tenía que luchar contra esto".

Cuando empezó a pontificar desde Instagram sobre calzado respetuoso, no había ninguna zapatería donde alguien pudiera ir a comprar zapatos así para sus hijos. La única opción eran algunas marcas internacionales, que vendían a través de internet. "Serían dos o tres marcas, no había más", explica Moya a El Confidencial. "Casi no podía dar opciones, y de hecho, buscaba dentro del calzado convencional el zapato que menos daño hiciera, ni siquiera el más apto".

"Cuando habla de un zapato, se agota"

En apenas unos meses, todo había cambiado para ella. Sus seguidores empezaron a multiplicarse y, dos años más tarde, marcas tan potentes como Zara o H&M ya incorporaban este tipo de calzado en sus nuevas colecciones para niños.

"Cuando Neus Moya habla de un zapato concreto, al día siguiente ya está agotado", explica Marta, madre de una niña de dos años que se cuenta entre el ejército de acólitas de la podóloga. Sin embargo, al mismo tiempo, le han salido haters, en Instagram pero también dentro de la industria del calzado. Moya no ha inventado nada, pero ha anticipado la llegada de una nueva corriente minimalista que también está haciendo furor a nivel internacional.

Todas las grandes marcas están saltando al tren del calzado 'barefoot'

Todas las grandes marcas, desde las informales como Adidas hasta la alta costura de Prada o Bottega Venetta, están saltando al tren del calzado barefoot. La época en la que las modelos iban subidas a plataformas imposibles está oficialmente clausurada. "Nunca he diseñado zapatos aparatosos, por lo que su desaparición no es tan relevante para mi estética de diseño personal", contaba a The Guardian el mítico Manolo Blahnik. "Para mí es esencial que los zapatos tengan una construcción ligera, tanto visual como estructuralmente […] Mi preferencia es diseñar suelas muy delgadas y apenas visibles".

En el sector infantil, este cambio de paradigma cobra un sentido aún más trágico. Marcas icónicas están atravesando momentos muy complicados. La marca toledana Pablosky (nombre comercial de Calzados Pablo S.A.) anunció a principios de este año un ERE de 46 trabajadores debido a la "grave crisis demográfica" que padece España, lo que según la empresa ha provocado una "intensa disminución de ventas". En este contexto, la llegada de un nuevo tipo de calzado que era bendecido desde cuentas de Instagram pilló a este tipo de empresas a contrapié. No tardaron en ver a Neus Moya como un problema.

"El desgaste en estos tres años ha sido brutal", confiesa Moya. La podóloga explica que ella nunca pretendió dañar las ventas de nadie, "pero sabía que solo podía cambiar el mundo de la industria si tocaba la moral del consumidor: cuando una marca vende menos o no vende se ve obligada a modificar las vías de producción". Para las casas grandes, explica, "ha sido más duro, porque han tenido que revertir o asimilar que lo que ofrecían hasta ahora no era bueno".

De la guerra fría a la confrontación

Un día, Moya subió a su Instagram una story bajo la etiqueta Desmentidos. "Voy a dejar de testear zapatos de una conocida marca que empieza por P y acaba por Y", dijo. La marca había reaccionado con un requerimiento judicial a un post donde la podóloga criticaba unos zapatos colegiales por no cumplir los preceptos que ella considera adecuados.

Además, Pablosky había lanzado campañas que, si bien no la mencionaban, disparaban contra ella. Sus anuncios comenzaban a incluir la coletilla: "Avalados por podólogos expertos", concretamente los de la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología.

Sus rivales, Garvalín Calzados, tampoco estaban muy cómodos con la irrupción de Neus Moya como abanderada del movimiento respetuoso. La marca de Elche había logrado un excelente cartel pocos años atrás con su división de calzado infantil Biomecanics, desarrollados junto al Instituto de Biomecánica de Valencia. Estos zapatos ofrecen una sujeción en torno al talón para ofrecer un plus de estabilidad, algo prohibidísimo según los estándares del calzado respetuoso pero que la empresa justifica con varios resultados científicos que apoyan la superioridad de su patente.

En un vídeo, Biomecanics proyectaba un rótulo que decía "Calza a tus hijos con responsabilidad"

"No hay que beneficiar externamente al niño para nada, cuando su sistema nervioso esté preparado, caminará por sí solo", discrepa Moya. "¿Por qué venden unos zapatos con plataformas para dar estabilidad externa al niño? Además, siempre me ha dado mucha rabia el marketing que influencia desde el miedo: es que sin esto tu hijo no va a caminar bien".

En uno de sus videos promocionales, Biomecanics proyectaba precisamente un rótulo que decía "Calza a tus hijos con responsabilidad. Su estabilidad es clave en los primeros pasos".

En abril del año pasado, difundieron un comunicado que apareció en distintos medios de comunicación, titulado Calzado infantil respetuoso: cómo elegirlo sin atender a modas y tendencias. De nuevo, era un dardo a Moya y otros comunicadores de la nueva tendencia. "Ni el discurso del miedo ni las posturas extremistas forman parte de la filosofía de Biomecanics", subrayaban.

En su página web, incorporaron un estudio de 2021, elaborado por el propio instituto valenciano, que comparaba zapatos convencionales, minimalistas y los Biomecanics. Por supuesto, estos últimos resultaban los mejor valorados en distintos aspectos.

placeholder Tabla elaborada por el IBV que demuestra la superioridad de unos zapatos infantiles sobre otros (Biomecanics)
Tabla elaborada por el IBV que demuestra la superioridad de unos zapatos infantiles sobre otros (Biomecanics)

Este aval científico, aunque fuera con estudios autofinanciados, otorgó a Garvalín y Pablosky una notable ventaja sobre sus competidores, que los ha mantenido durante años en cabeza de los zapatos infantiles preferidos por padres y madres. El problema es que ese rédito se ha evaporado a gran velocidad: fuera de España también se han hecho estudios independientes que dejan en mejor lugar a los zapatos respetuosos que a los otros. Uno realizado en la República Checa y publicado en PLoS One en agosto de 2022 concluye: "Estos hallazgos pueden alentar a los padres y cuidadores a introducir zapatos barefoot o crear una rutina habitual de este calzado para sus hijos".

Otro de 2021 realizado en la Universidad de Liverpool (esta vez en mayores, no en niños) y publicado en Scientific Reports sugiere que caminar a diario con calzado minimalista fortalece los músculos intrínsecos del pie, lo cual "se correlaciona de forma positiva con el equilibrio y la estabilidad, lo cual puede reducir el riesgo de caídas en gente mayor".

Irónicamente, tanto Garvalín como Pablosky han acabado lanzando líneas de calzado respetuoso. Los primeros Soft&Fun y los segundos StepEasy, ambos recogen las mismas cosas que propugna Moya en su Instagram: flexibles, ligeros, drop cero, dedos libres. El Confidencial se puso en contacto con ambas marcas para recoger sus impresiones sobre este y otros asuntos, pero no obtuvo respuesta a la hora de publicación de este artículo.

En el último Congreso Nacional de Podología, Moya participó en una mesa redonda. "Lo expuse de la siguiente manera: a lo mejor la evidencia es poca, las muestras son pequeñas y hay pocos estudios... pero es lo que tenemos", indica. "Hay estudios que dicen claramente que una suela flexible torsionable es lo mejor, porque maximiza las flexiones plantares, aumenta la retroalimentación perceptiva... ¿hay algún estudio que diga que una suela rígida es lo mejor para los niños? No, no hay ninguno y no lo habrá".

En la lista de ponentes, el 90% aparecen ataviados con bata blanca o el traje de faena de los enfermeros, pero Moya sale con un traje de chaqueta rosa sonriendo a cámara. Es obvio que está a otro nivel, es una emprendedora que ha rentabilizado al máximo su éxito en Instagram para revertir los beneficios a su centro podológico, que ya cuenta con dos sedes, en Torredembarra y Altafulla.

"Durante muchos años me he mantenido muy firme, he demostrado mi criterio y ahora testeo zapatos y cobro por ello", explica la podóloga pediátrica. "Cuando una marca me dice 'mira hemos sacado esta línea' lo veo como una ayuda a que tengan visibilidad y les digo 'gracias por cambiar', pero al mismo tiempo creo que una vez se ha instaurado este concepto de zapato y que la salud tiene que vencer a la estética, ya no creo que influya tanto el hecho de que yo recomiende una marca". Siempre y cuando se mantenga dentro de las reglas que ella estableció para este tipo de zapatos, claro. "De lo contrario perdería absolutamente todo el valor de mi mensaje".

Haber cambiado el paso a los grandes fabricantes parece ser solo una etapa más del camino para esta mediática podóloga pediátrica. Otro de los colegas de profesión que se han hecho con un trozo de este lucrativo nicho, el alicantino Alejandro Martínez alias Lejan —más de 125.000 seguidores— ha dado un paso más y recientemente lanzó su propia marca de calzado respetuoso: Lejancitos.

"A mí me han ofrecido hacer líneas que de momento he rechazado, porque no lo veo claro", dice Moya, "pero no lo descarto en absoluto".

El 19 de marzo de 2020, primer jueves del confinamiento, una podóloga pediátrica de Torredembarra (Tarragona) llamada Neus Moya se abrió un Instagram para hablar de su gran obsesión: el calzado infantil. Su historia es como la de tantos otros influencers de nicho: nadie la conoce hasta que te toca conocerla, y entonces se vuelve imprescindible. A día de hoy, Moya atesora más de 500.000 seguidores y reservar cita en su consulta es ya tan complicado como hacerlo en DiverXO.

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