La CE excluye al calzado infantil y deportivo de las restricciones contra China y Vietnam

El comisario de Comercio, Peter Mandelson, propuso excluir al calzado infantil y deportivo de las restricciones que la Unión Europea impondrá a partir del 7 de abril a las importaciones de zapatos de piel procedentes de China y Vietnam por vender por debajo del coste de producción. Las medidas consistirán en una tarifa adicional de hasta el 20%, que se introducirá de forma gradual durante 5 meses para no dañar a los importadores.

Mandelson explicó que aumentar los aranceles de los zapatos infantiles "afectaría desproporcionadamente a las familias con niños pequeños, y no favorecería al interés público". Por lo que se refiere a las zapatillas de deporte, se excluyen de las medidas porque la producción europea de este tipo de calzado es insuficiente para que la industria comunitaria se haya visto perjudicada.

El comisario aseguró que al imponer estas restricciones se han sopesado no sólo los intereses de los productores, sino también los de los minoristas y los consumidores. Afectarán sólo a 9 de cada 100 pares de zapatos que se venden en Europa. Además, la aplicación de un derecho antidumping vendría a añadir algo más de 1,5 euros al precio medio de venta al por mayor (de 8 euros, aunque luego se venda al público a entre 30 y 100 euros).

Mandelson calificó de "alarmistas" las declaraciones realizadas por las asociaciones de minoristas sobre una posible escalada de precios como consecuencia de estas tarifas, y subrayó que los precios de las importaciones de calzado de piel a la UE han caído un 20% en los últimos 5 años, mientras que los precios al consumo se han mantenido estables o incluso han registrado un pequeño aumento.

"Parece que los ahorros por las importaciones de calzado por debajo del coste no siempre se han transmitido a los consumidores, y esto sugiere que hay un margen más que suficiente para los importadores y para los minoristas para ajustarse a la introducción de la tarifa sin repercutirla sobre los consumidores", dijo el comisario de Comercio.

Contra el proteccionismo

En su justificación de las tarifas contra el calzado chino, Mandelson tuvo palabras tanto para los países nórdicos, que califican la medida de proteccionismo, como para los países productores del sur, como Italia o España, que aspiraban a medidas más contundentes para proteger a su industria. Las medidas deben ser respaldadas ahora por la mayoría simple de los Estados miembros.

"No acepto que actuar para limitar los efectos perjudiciales del 'dumping' sea proteccionismo. No actuamos contra las ventajas naturales de China o Vietnam, sino que actuamos contra un comportamiento anticompetitivo, ahí está la diferencia", dijo Mandelson, que destacó además que Dinamarca había calificado su propuesta de "equilibrada", aunque reconoció que Suecia sigue oponiéndose a la introducción de los aranceles.

Respecto a las críticas recibidas desde los países del sur por no tomar medidas más radicales en defensa de la industria europea, el comisario de Comercio dijo que las medidas 'antidumping' "no pueden salvar a las empresas que no pueden competir". "Las medidas no pueden hacer que las exportaciones europeas sean competitivas si no lo son por sí mismas. Son las empresas europeas las que tienen que conseguirlo".

En todo caso, Mandelson dijo que la industria europea del calzado está muy preparada para competir en Europa y en los mercados internacionales por su "estructura, organización, tradición, cualificaciones, creatividad y capacidad de adaptarse al mercado y a los gustos de los consumidores", siempre que se enfrente a condiciones de "comercio justo".

Negociaciones con China y Vietnam