Ford despeja el futuro de Almussafes a largo plazo con un nuevo coche, pero no empezará hasta 2027

Almussafes respira. La factoría valenciana de Ford ha recibido este viernes un balón de oxígeno en forma de asignación de un nuevo modelo que comenzará a ensamblarse a partir de 2027 y del que se producirán 300.000 unidades al año, una cifra superior a la que salió de la cadena de montaje al año pasado. La fábrica perdió el pasado mes de abril la furgoneta Transit y se había quedado únicamente con el Kuga, el SUV estrella de Ford, pero que apenas cubría el 50% de la capacidad de producción del complejo industrial. El anuncio fue realizado por el sindicato UGT, que copa el comité de empresa, tras una reunión de sus representantes por videoconferencia con la cúpula europea de la compañía automovilística. El compromiso cumple la promesa que los trabajadores arrancaron al presidente global de Ford, Jim Farley, en la reunión que celebraron el pasado 27 de marzo en la localidad inglesa de Dunton.

La asignación de la carga de trabajo alivia la sensación de incertidumbre ante el retraso en los planes de electrificación completa de la factoría, a la que Ford sigue sin poner fecha. El nuevo modelo, del que todavía se desconocen sus características, no será 100% eléctrico. Sin embargo, "en términos globales de carga de trabajo y empleo garantizará niveles superiores a lo que supondría a día de hoy una plataforma eléctrica", señala el comunicado difundido por el sindicato.

El mismo texto, pactado con la empresa, como suele ser habitual, recoge palabras del vicepresidente europeo de Ford, Kieran Cahill. La asignación de la carga de trabajo supone un reconocimiento a los acuerdos laborales alcanzados con la plantilla. "Por todos los compromisos cumplidos en los últimos años, y como respuesta al Acuerdo por la Electrificación, que, a pesar del giro que ha experimentado la situación del automóvil con respecto a la misma, continúa siendo la herramienta que permite apostar por el futuro de la planta valenciana", señala el ejecutivo.

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Europa Press

Salvada, en apariencia (queda saber si el Kuga seguirá formando parte del portfolio de Ford también a partir de 2027), la situación a largo plazo, la fábrica tiene que resolver los problemas inmediatos de exceso de capacidad. El año pasado ensambló menos de 220.000 coches, su segundo peor registro de la última década, cifra un 10% inferior a la de 2022. En el primer cuatrimestre, las cosas no han ido a mejor. A la pérdida de la furgoneta Transit, se ha sumado un problema de abastecimiento en motores y menor demanda del mercado norteamericano, según la central sindical.

Las tensiones en materia de empleo siguen existiendo. La reunión de este viernes se producía en el contexto en el que la fábrica valenciana tiene en vigor hasta el 20 de junio un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que durante varios días afectará a más de 2.000 trabajadores e implicará la parada durante varios días de la producción de coches y de la planta de motores. "A pesar de las dificultades que todavía deberemos sortear, y teniendo en cuenta la situación de incertidumbre que hemos vivido en los últimos meses, y que llegó a ser verdaderamente preocupante, hoy podemos decir que portamos una muy buena noticia", aseveran desde UGT. Pero a partir de ahora hay que "abordar el tema del empleo", admitió sindicato. La próxima semana ha sido convocada una nueva reunión para negociar los ajustes.