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El volcán de La Palma entra en fase explosiva: ¿qué se puede esperar a partir de ahora?
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No implica mayores riesgos

El volcán de La Palma entra en fase explosiva: ¿qué se puede esperar a partir de ahora?

Desde la noche de este martes, el volcán de La Palma escupe lava con más fuerza y expulsa mayores cantidades de ceniza a la atmósfera

Foto: Un cruz, con la erupción del volcán de fondo. (Reuters)
Un cruz, con la erupción del volcán de fondo. (Reuters)

El volcán de La Palma ruge con más violencia desde la pasada noche. "La Red Sísmica Canaria ha registrado un fuerte incremento en la amplitud del tremor volcánico, que es un indicador de la intensidad de la actividad explosiva estromboliana en las bocas activas en este momento", explicaba el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) este martes. En otras palabras, la erupción ha entrado en una nueva fase, caracterizada por más y mayores explosiones de lava, pero esto no significa que ahora sea más peligrosa.

"En las últimas horas hemos visto que empezaba a cambiar un poco el comportamiento del volcán", explica a El Confidencial el geólogo Nahúm Méndez. "Pasaba de tener un comportamiento relativamente tranquilo, aunque con algunas explosiones esporádicas, a tener explosiones más frecuentes y lanzar una mayor cantidad de ceniza a la atmósfera. Lo sabemos por esas nubes de color oscuro, que principalmente están compuestas por cenizas, tefra [fragmentos sólidos de tamaño variable] e, incluso, por algunas bombas volcánicas [los fragmentos sólidos más grandes, superiores a 64 milímetros de diámetro], que también se pudieron apreciar", añade.

La razón de que las explosiones hayan aumentado es que los gases emitidos por el volcán salen a menos velocidad que en los días anteriores. "Es muy típico que todo el gas salga de forma bastante rápida al principio. Ahora estamos viendo un ascenso más lento, que permite a los gases concentrarse y explotar", exponía en la televisión canaria Carmen López, directora del Observatorio Geofísico del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Es el comportamiento habitual de una erupción estromboliana. Conocida así por seguir el patrón del volcán italiano Estrómboli, este tipo de erupción no es de las más violentas. Sus características principales son las lavas fluidas y la expulsión paulatina de gases, en forma de pequeñas explosiones rítmicas que generan conos de escoria (fragmentos volcánicos) y plumas (nube de poca altura formada por las partículas sólidas más pequeñas) o columnas de poca altura.

"Para la ciudadanía general no tiene que suponer un problema que haya aumentado la actividad explosiva. Sí que es cierto que se van a emitir más cenizas al aire y más gases, pero, alejándonos de las bocas eruptivas y protegiéndonos en casa, no debería pasar nada", sostiene Méndez. "Puede suponer un riesgo para aquellas personas que se acerquen mucho, bien a investigar las bocas eruptivas o bien los curiosos que se acerquen más de la cuenta, porque puede caerles, perfectamente, un trozo de teja, una bomba volcánica", matiza.

Foto: Imagen del volcán en La Palma. (Reuters)

A este respecto, el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha pedido a la población que evite las áreas próximas a la colada de lava: "Estas zonas pueden provocar daños, los ojos pueden sufrir, los pulmones también. Pido a todas las personas que no se acerquen. La mejor forma de ver el volcán es por la televisión".

Una etapa de "miniestabilidad"

Pese al aumento de la explosividad, Morcuende asegura que el volcán atraviesa una etapa de "miniestabilidad". La deformación de la isla no ha crecido —se mantiene en 28 centímetros, la mayoría producidos en los primeros días— y las coladas avanzan lentamente hacia el mar, debido a un aumento de su viscosidad. "La predicción matemática que tenemos es que va a seguir avanzando, pero no sabemos si va a llegar al mar. Vamos a tener tiempo para estar atentos si se produce ese evento porque el avance es muy lento", ha indicado.

Asimismo, el volcán mantiene nueve bocas —cuatro de ellas activas— y una única fisura (en un principio tenía dos). "Nada hace pensar que vaya a cambiar el tipo de erupción ni la fase de momento", ahonda Nahúm Méndez, que llama a seguir monitorizando la situación: "El fenómeno volcánico va evolucionando segundo a segundo, minuto a minuto y hora a hora. Tenemos que seguir estudiando cómo evoluciona y cómo se comporta en las próximas horas".

"De momento, nada hacer pensar que el volcán vaya a cambiar de tipo de erupción ni de fase"

La pregunta del millón es cuánto durará la erupción. Atendiendo al registro histórico de la actividad volcánica en la isla, el Involcan ofrece un rango de entre 24 y 84 días, con una media de 55 días de duración. No obstante, científicos italianos especializados en el seguimiento del Etna, que se han desplazado hasta Canarias para ayudar en las tareas más urgentes, no descartan la posibilidad de que, tras la erupción actual, La Palma pase a tener una actividad explosiva regular de baja intensidad.

El volcán de La Palma ruge con más violencia desde la pasada noche. "La Red Sísmica Canaria ha registrado un fuerte incremento en la amplitud del tremor volcánico, que es un indicador de la intensidad de la actividad explosiva estromboliana en las bocas activas en este momento", explicaba el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) este martes. En otras palabras, la erupción ha entrado en una nueva fase, caracterizada por más y mayores explosiones de lava, pero esto no significa que ahora sea más peligrosa.

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