Lo que el éxito de La Casa de las Carcasas revela sobre el negocio fallido de la tecnología

Hay un mapa que circula por la red social antes conocida como Twitter y otros tantos foros de internet que pretende señalar cuál es la empresa más importante en cada provincia de España. En dicho gráfico se puede ver la silueta de la Comunidad de Madrid rellenada por el logo de Telefónica, la de Vizcaya por la imagen de Iberdrola, la de Burgos por la de Campofrío, la de Murcia por El Pozo o la de Zaragoza por Balay.

En Cáceres aparece La Casa de las Carcasas, esa empresa fundada en 2013 y que se dedica, como su nombre bien indica, a vender fundas y otros accesorios para móviles a precio de saldo. La cuestión ya no solo es que esta firma extremeña se haya convertido en un fenómeno empresarial en su tierra. Es que va como una moto.

En 2023, cuando el negocio cumplió una década desde que el padre de la idea montó la empresa desde su habitación, alcanzaron el medio millar de tiendas y su beneficio de explotación se disparó hasta rozar los 45 millones de euros. Este logro habría servido para propulsar la valoración de la compañía hasta una valoración superior a 400 millones. Un extremo, tal y como desveló este periódico hace unos días, que podría empujar al propietario mayoritario, ProA Capital (invirtió 100 millones en 2021), a explorar una venta en los próximos meses.

Mientras se deshoja esa eventual margarita, La Casa de las Carcasas sigue con su hoja de ruta y entre sus planes está invertir tres millones de euros en una fábrica en Jaraíz de la Vera, que debería estar lista este mismo año. Toda esta ensalada de cifras sorprenden al común de los mortales cuando los escuchan por primera vez.

Pocas personas pueden presuponer que algo tan mundano como las fundas para móviles low cost puede generar un volumen de negocio así y acabar siendo algo tan lucrativo. El negocio no es sencillo, ya que hay competir también con los bazares de barrio y plataformas como Amazon o AliExpress, cuyos lineales virtuales están abarrotados de productos de este tipo a precio de saldo e incluso más baratos que en las tiendas de la cadena extremeña.

Casi nadie compra fundas oficiales

Pero el éxito de La Casa de las Carcasas también recuerda uno de los problemas que afrontan muchas de las grandes marcas de tecnología: prácticamente nadie compra los accesorios oficiales que crean para sus smartphones.

Hablamos de fundas, pero también de otras cosas como protectores de pantalla, cables y adaptadores de carga. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué si alguien está dispuesto a gastarse 800 o 1.000 euros en un móvil luego se busca una protección de cuatro duros o un cable de una marca que nunca ha oído hablar?

¿Por qué quien está dispuesto a gastarse 800 o 1.000€ en un móvil, se busca una protección de cuatro duros o un cable de marca blanca?

“La razón más evidente del lado del consumidor es la cuestión del precio. Puedes hacer las fundas con silicona, piel u otro material tremendo, pero con este tipo de productos cuesta mucho más transmitir el valor añadido”, cuentan fuentes del sector cuando se les pregunta por el asunto.

Un punto que destacan también las fuentes son las diversas formas en las que se adquieren los terminales en el mercado español. “Los operadores, por ejemplo, siguen siendo un escaparate bastante potente. Y, cuando se compran por esta vía, no hay, por así decirlo, un estante al lado con las fundas oficiales. Por lo general, no te ofrecen ninguna o tienen una selección limitada”, comentan. En otros casos, puntualizan, “no compran” al mismo tiempo el smartphone y la funda, y eso da pie a esta situación. Las voces consultadas, sin embargo, son bastante meridianas en el diagnóstico: los fabricantes, por lo general, “nunca han visto negocio” en la creación y distribución de estos productos. “Hay dos tipos de marcas. Por una parte, las que diseñan y fabrican por imagen y filosofía de marca, como pueden ser Apple o Samsung, porque entienden que tienen que crear todo un ecosistema de productos alrededor de sus dispositivos”, resumen.

“Por otra parte, están las marcas chinas. Su propuesta es la de "vas a tener todo lo que necesitas al mejor precio posible". Por eso mismo no entran en sus planes quitar el cargador y por eso mismo incluyen una funda básica”, explican. “Eso sí, luego se desentienden y no crean, por norma, más accesorios, sino que delegan este trabajo en otros actores y se desentienden. Incluso ingresan un dinero por acuerdos y licencias que firman con estas empresas”.

Los accesorios oficiales han estado en más de una ocasión en el centro de la polémica. La última han sido las fundas de Apple. Concretamente, las que se lanzaron junto a los iPhone 15 el pasado mes de septiembre. La compañía decidió que iba a sacar de su catálogo todos los accesorios fabricados con piel. Estos productos habían sido criticados en más de una ocasión por el deterioro que sufrían pasados unos pocos meses si no se tenía un cuidado extremo, ya que eran un imán para absorber el sudor o la grasa.

La razón para retirarlas, sin embargo, no fue esa. Los de Cupertino tomaron esta decisión en el marco de la campaña que están llevando a cabo para volverse una compañía más verde y ecológica. Por eso decidieron desterrar este material. En su lugar, crearon un nuevo tejido prémium bautizado en español como "trenzado fino". El problema es que esta opción ha despertado todavía más críticas, ya que, al tratarse de un material textil, la degradación es todavía más rápida con un uso normal.

No son los únicos que han intentado crear accesorios con tejidos de este estilo. Google lo hizo durante varias generaciones de los Pixel y acabó abandonando la idea hace un par de años, optando por crear fundas de silicona. Eso sí, eso no acabó con las quejas ni con los problemas. En Amazon, muchos usuarios se quejaron de que no tenía sentido que la compañía cobrase 30 euros por unas carcasas que se decoloraban o se deformaban relativamente rápido.

Eso es lo que le ocurrió a Marta, vecina de Embajadores, propietaria de un Pixel 6A. “Pillé la funda original cuando compré el móvil, pero a las pocas semanas empezó a tener problemas, porque se deformó por un lado. Leí que era un problema de fábrica”, cuenta. Lo comentó con un par de conocidos que tenían ese mismo modelo y que también habían comprado uno de estos accesorios. “Habían tenido el mismo problema, así que no repetí el error. Desde entonces he comprado un par más, siempre en webs baratas. Me han durado más y a bastante menos precio. Si se deteriora, pues la cambio a un precio bastante más económico”.

El precio o los materiales son razones que hacen que los usuarios se fijen en carcasas de marca blanca. Es la situación perfecta para un negocio como el de La Casa de las Carcasas. Pero también lo debería ser para Amazon o AliExpress, que muchas veces ofrecen el mismo género a un precio todavía más barato. “Comprar la oficial ni se me pasó por la cabeza”, comenta María, usuaria de un móvil Android.

“Creo que la funda debería venir incluida por norma en un teléfono que te cuesta 400 o 500€. Si lo tienes que comprar, escuece mucho más”

“Creo que la funda debería venir incluida por norma en un teléfono que te cuesta 400 o 500 euros. Si a eso tienes que añadir el coste del accesorio de la marca en concreto, que no suele ser precisamente barata, pues escuece bastante más”, añade. Ella acabó comprando la funda, explica, en uno de los locales que tiene la empresa extremeña en España.

“No había demasiadas opciones. Encontré una en AliExpress, mucho más económica. El problema era que el envío se demoraba semanas y yo quería proteger el teléfono ya”. En su visita a la tienda, además de la funda, puso un “cristal templado” al terminal. Este tipo de protección para la pantalla es otra de las cosas que deja bastante margen a la compañía. La experiencia de esta usuaria resume bastante bien las claves del éxito de La Casa de Las Carcasas: producto barato, disponibilidad amplia y tiendas en lugares frecuentados.

¿Y llevar el móvil sin funda?

En paralelo a toda esta situación, desde hace varios años en la electrónica de consumo hay un debate que aparece con cierta recurrencia: ¿sigue siendo necesario llevar el móvil con funda? Los fabricantes cada vez que presentan un móvil nuevo hablan de materiales cada vez más duros y más resistentes. Una de las grandes novedades del último iPhone, por ejemplo, fue el marco de titanio.

Un ingrediente que, además de ligereza, aporta más resistencia y durabilidad, según aseguran los de Cupertino. Antes de eso, con los iPhone 13 presentados en 2013, llegó Ceramic Shield, un cristal templado que prometía ser más resistente que el vidrio de cualquier terminal que hubiese en el mercado. Con estas promesas, ¿tiene justificación seguir usando funda? ¿Tiene justificación cubrir con un trozo de plástico de 10 o 20 euros un teléfono por el que pagas 800 o 1000 euros, entre otras cosas, por su diseño?

“¿Alguna vez un ejecutivo de Apple ha puesto una funda a un iPhone?”, se preguntaba Chris Matuszczyk, analista tecnológico del medio especializado ZDNET hace unos años. El periodista sostenía que los móviles de última generación no han sido diseñados para llevar funda y que son una “expresión del miedo”.

Los motivos de los que siguen apostando por una funda son claros. Pero ¿qué dicen los que no la llevan? “Casi nunca he utilizado una”, explica Héctor. “No lo he hecho porque me parece que añaden un tamaño excesivo al móvil”, añade. El último modelo que se compró le costó varios cientos de euros y al recibirlo le dio la impresión de ser frágil, así que decidió comprar una en Amazon. “La primera que compré era dura y no me terminaba de convencer”. No tardó en cambiarla, por una transparente, que le duró unos meses. Hace unas semanas decidió volver a llevar su terminal al desnudo. “Me he gastado un dinero en un móvil que es manejable y ligero. Añadirle una funda le da una apariencia abotargada, hace que pese más y va contra el motivo por el que hice la compra. Es como comprarte un Smart porque es pequeño y ponerle alerones”.