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24 horas en Threads, la nueva red social de Instagram: esto sí puede acabar con Twitter
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PRIMERAS IMPRESIONES

24 horas en Threads, la nueva red social de Instagram: esto sí puede acabar con Twitter

Threads acaba de llegar a España. No es la primera alternativa a Twitter que surge, pero sí es la que tiene más papeletas para torcer el brazo de la plataforma de Elon Musk

Foto: La batalla comienza entre Musk y Zuckerberg. (EFE)
La batalla comienza entre Musk y Zuckerberg. (EFE)

Threads ya está disponible en España. Se trata de la nueva apuesta de Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, para tratar de ocupar el hueco de Twitter, ahora llamada X. No es el primer intento de desbancar a lo que un día fue el pájaro azul. Ahí están los casos de Mastodon o Bluesky, que no han logrado ni acercarse a su competidor. Y eso que Elon Musk ha puesto todo de su parte para que muchos se piensen si quieren seguir en la red social que compró por 44.000 millones de dólares hace un año.

He estado probando Threads en las últimas 24 horas para ver si, de verdad, esta es la alternativa definitiva a X. La primera sensación cuando abres Threads es que no estás en Mastodon ni en Bluesky. Si entras en Threads, parece que estás en Twitter. Dicho así, puede parecer una chorrada, pero es algo crucial para que el órdago salga bien, y no es (solo) una cuestión de la interfaz. Básicamente, aquí hay (mucha) gente a la que leer y con la que hablar, que es donde está el verdadero valor de una plataforma.

Cuando he probado otras alternativas, las he acabado abandonado porque notaba que estaba hablando solo en mitad del desierto. Aquí ha ocurrido todo lo contrario. Entré apenas unas horas después de su apertura, pero allí ya había medios de comunicación, artistas, políticos, artistas, famosos, influencers, marcas... Y hasta algún conocido que vive fuera de la Unión Europea, ya que Threads está abierto desde el pasado verano, pero los ajustes regulatorios atrasaron su llegada.

¿Por qué le ha dado a todo el mundo por pasarse a Threads al unísono? La diferencia con Mastodon o Bluesky es que aquí hay un truco que está remando muy a su favor, y es su vinculación a Instagram. Nada más entrar en esta red social, Meta te ofrece probar su nueva app y apenas hay que dar dos o tres clics para crearse una cuenta. Aquí hay un dato de lo más ilustrativo. Instagram tiene cerca de 250 millones de usuarios mensuales activos solo en la Unión Europea (y Facebook otros tantos), mientras que Musk aseguraba en septiembre que X tenía 550 en todo el mundo.

Todo eso es lo que ha provocado un auténtico aluvión de curiosos. En estas primeras horas, he podido ver cómo personas que hace años dejaron Twitter daban una oportunidad a Threads. Además, el buen rollo que alguna vez hubo en lo que ahora se llama X ha sido la tónica general. Está siendo un extraño encuentro entre dos burbujas de internet tan distintas, como el que llega el primer día a clase o al trabajo y solo quiere hacer amigos.

"¡Esos haters buenos ahí!", bromeaba en su primer post el futbolista Álvaro Morata, mientras que Kiko Rivera descubría una de las funciones que más va a dar que hablar: los post de notas de voz que se transcriben automáticamente y que, casi con toda seguridad, van a ser una auténtica mina de memes. "Dios, me acabo de dar cuenta que por aquí se pueden mandar notas de audio. Estoy to enganchado a Entrevías", decía la transcripción automática de su audio.

También hay una diferencia importante con la experiencia de Twitter. En el plano técnico, nunca ha sido una red que destacara para bien. Tras la adquisición, el propio Musk reconocía que el buscador parecía de los años 90 y que lo arreglaría pronto. No solo no ha solucionado ese punto, sino que el funcionamiento de la plataforma es aún peor tiempo después, con caídas habituales y fallos de todo tipo, algunos provocados por el propio carácter volcánico del multimillonario.

Musk también defendía que acabaría con los bots, el spam y hasta que solucionaría el dilema de la libertad de expresión en internet. De nuevo, ha ocurrido más bien lo contrario. Las estafas y las dinámicas de acoso siguen a la orden del día en X, pero con la diferencia de que son potenciadas por la suscripción que implementó el nuevo dueño y que da mayor visibilidad a quien pasa por caja.

Foto: Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX y dueño de Twitter. (Reuters)

Ahí es donde Meta también está jugando sus cartas, que hace gala de las políticas de moderación de contenido en Threads, pese a su oscuro pasado en este campo y está ofreciendo gratis algunas ventajas que solo tienen los usuarios de pago de X, como el límite de caracteres (pasan de 280 a 500) o la edición de los posts (solo durante los cinco minutos de publicarlos).

De todos modos, aún se echan en falta demasiadas características de lo que fue Twitter; sobre todo, para una aplicación creada por una empresa tan veterana como Meta y que tiene ya seis meses de vida para haber mejorado algunos aspectos, como el propio buscador. Entre estas ausencias, hay algunas funciones cruciales, como los mensajes privados, una pestaña en la que aparezcan los temas que son tendencia en ese momento o el uso de varias cuentas en un mismo dispositivo.

Todo ello es solventable, pero también puede ser determinante para que se produzca el trasvase masivo que nadie ha conseguido. Hay que recordar que, en Estados Unidos o América Latina, Threads pegó un bajón tras la euforia inicial, aunque en octubre aseguró haber superado los 100 millones de usuarios. Está por ver qué ocurre tras la irrupción en un mercado tan crucial como el europeo, donde la clave está en hacer que los curiosos se conviertan en usuarios.

La cara B de la guerra de Musk y Zuckerberg

Este verano, Musk y Zuckerberg protagonizaron una discusión tan extraña como bochornosa a raíz del lanzamiento de Threads. Aquello desembocó en que dos de los hombres más ricos del mundo se retaran a un combate cuerpo a cuerpo. Al final, el fundador de Zuckerberg se echó atrás porque, según dijo, su contrincante no iba en serio. ¿La respuesta? El dueño de X amenazando con ir a buscarle a su casa para pegarse mientras conducía con el modo automático de Tesla y retransmitía todo en streaming.

Con todo, en mitad de aquello, Musk apuntó a una cuestión crucial para el futuro de internet. "Estoy seguro de que el planeta está deseando estar únicamente bajo el pulgar de Zuckerberg, sin ninguna otra opción. Al menos será "sana". Me preocupé por un momento", ironizó el magnate. Y es que si Zuckerberg consigue hacerse con el nicho de X, su dominio sobre las redes sociales será casi total, con TikTok como gran excepción. En este sentido, uno de los aspectos más curiosos de Threads que vayan a favorecer la interoperabilidad con otras plataformas. Entre ellas, un proyecto abierto como Mastodon, cuyo fundador ya ha celebrado la noticia.

Además, el hecho de que haya tardado más en llegar a Europa que a otras regiones, levanta suspicacias. Sobre todo, en un momento en el que la legalidad de su modelo de "consiente o paga" empieza a ser cada vez más cuestionada. La semana pasada, sin ir más lejos, el regulador europeo volvió a reiterar la prohibición de que Meta use datos personales para ofrecer publicidad personalizada en Facebook o Instagram.

Por ahora, uno de los aspectos más sorprendentes de Threads —que tiene la misma política de privacidad que Instagram— es que no incluye anuncios. Eso sí, Meta domina como (casi) nadie el negocio de la publicidad digital, que es el punto más flaco de X y donde puede hacerle aún más daño. La otra gran promesa de Musk fue que hacer la compañía fuera rentable, algo que la anterior dirección apenas había conseguido en algunos trimestres. Según Business Insider, ahora más bien parece que está intentando evitar la quiebra.

Foto: Elon Musk realiza una de las declaraciones más polémicas de su vida en un momento delicado (Reuters/Leon Neal)

La causa está en que, ante la gestión errática de Musk, los anunciantes comenzaron a huir. "Que os jodan", fue la última lindeza que les dijo. Su suscripción de pago, por cierto, no compensa esa caída de ingresos ni remotamente. Es algo que no debería ser un problema para el hombre más rico del mundo, de no ser por el crédito de 13.000 millones de dólares que tuvo que pedir a algunos de los mayores bancos del mundo, ya que su fortuna apenas incluye liquidez. Las condiciones del préstamo —avalado por sus acciones de Tesla, que no pueden bajar de cierto punto— incluyen la devolución de algo más de 1.000 millones al año.

Musk no tiene ese dinero en su bolsillo y solo lo puede sacar tomándolo prestado de SpaceX o vendiendo sus títulos de Tesla, con el riesgo de que la cotización se hunda aún más. En caso de que eso ocurra, solo hay dos salidas: que lo que fue Twitter acabe siendo propiedad de Morgan Stanley, Bank of America, Barclays o BNP Paribas o la bancarrota.

Threads ya está disponible en España. Se trata de la nueva apuesta de Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, para tratar de ocupar el hueco de Twitter, ahora llamada X. No es el primer intento de desbancar a lo que un día fue el pájaro azul. Ahí están los casos de Mastodon o Bluesky, que no han logrado ni acercarse a su competidor. Y eso que Elon Musk ha puesto todo de su parte para que muchos se piensen si quieren seguir en la red social que compró por 44.000 millones de dólares hace un año.

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