El tren chino más rápido que un avión comercial, casi listo: entra en fase de pruebas

• China trabaja en el primer tren que viaja a casi la velocidad del sonido
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Actualmente, un AVE tarda en recorrer el trayecto entre Madrid y Barcelona en torno a dos horas y 30 minutos. Asimismo, el tiempo medio de vuelo entre las dos ciudades más importantes de España se sitúa en una hora y 20 minutos, al cual habría que sumar la espera en el control de seguridad y en la puerta de embarque, así como la correspondiente a la recogida del equipaje facturado y al viaje entre el aeropuerto y el alojamiento.

Pues bien, China se encuentra desarrollando un tren de levitación magnética (maglev) mucho más rápido que cualquiera de estos medios de transporte. En concreto, la responsabilidad de su desarrollo es de la empresa China Railway y en sus primeras pruebas ha logrado alcanzar los 450 km/h. Sin embargo, el equipo de ingenieros que hay detrás asegura que, cuando esté terminado, será capaz de llegar a los 1.000 km/h.

Para hacerse una idea de la magnitud de esta velocidad, basta con decir que los trenes AVE alcanzan un máximo de 'solo' 310 km/h. Por su parte, los aviones comerciales que realizan rutas transoceánicas suelen volar a un máximo de 860 km/h. Una cifra que se ve notablemente reducida cuando el trayecto es corto, como es el caso del ejemplo citado entre Madrid y Barcelona. El nuevo tren de China Railway ofrecería la posibilidad de viajar de una ciudad a otra en poco más de 30 minutos.

Además, superaría con creces la velocidad máxima alcanzada por un tren a lo largo de la historia. Un récord que ostenta desde el año 2007 el V150 francés, que llegó a exceder la barrera de los 600 km/h. Como ya contamos en otro artículo, se acercaría mucho a la velocidad del sonido (el Match 1, que equivale a 1.234,8 km/h). Conviene indicar que China lleva tiempo invirtiendo en esta tecnología con el propósito de facilitar las comunicaciones dentro de su territorio y reducir la contaminación, como demuestra el tren maglev que une el aeropuerto de Shanghái con el centro de la ciudad. Un trayecto de 30 kilómetros que recorre en solo siete minutos (unos 257 km/h).