¿Las ratas tienen imaginación? Un estudio científico prueba que sí

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Tradicionalmente, la cualidad de imaginar se ha reservado en exclusiva a los seres humanos. Pero ¿tienen los animales también esta capacidad? Esta es la pregunta que se hizo un grupo de científicos del HHMI's Janelia Research Campus, quienes seleccionaron a un grupo de roedores para averiguarlo. Para ello, fue necesaria la creación de una interfaz cerebro-máquina y un sistema específico de realidad virtual. Su desarrollo fue obra de los laboratorios Lee y Harris.

Los investigadores definieron la imaginación como la capacidad de representar lugares y objetos que no se pueden visualizar en un momento determinado. Sería el caso, por ejemplo, de cualquiera de nosotros pensando en cómo serán nuestras próximas vacaciones. O, en el caso de un ratón, en el sitio en el que encontró una apetitosa comida o a una hembra receptiva para el apareamiento.

Desde hace mucho tiempo se sabe que los seres humanos activan una serie de patrones de actividad neuronal en el hipocampo cuando imaginan un sitio u objeto. Este es el motivo por el que centraron la actividad de la interfaz cerebro-máquina en las regiones similares del hipocampo que poseen los roedores. El resultado no dejó lugar a dudas: las ratas pueden generar de forma voluntaria esos mismos patrones de actividad con el propósito de recordar ubicaciones remotas respecto a su posición actual.

Casi una década de investigación

Así lo asegura Chongxi Lai, primer autor del estudio que fue publicado en la revista Science el pasado 2 de noviembre de 2023. Según afirmó en un comunicado de prensa, “las ratas pueden representar enclaves del entorno sin necesidad de ir a ellos”. Además, añade que esta capacidad les permite recordar eventos pasados que les fueron útiles para sobrevivir e imaginar posibles escenarios futuros. Por tanto, las acciones que llevan a cabo no son solo fruto de sus instintos.

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Albert Lee, otro de los principales autores del estudio, va un paso más allá al indicar que “imaginar es una de las cualidades más extraordinarias de los seres humanos y ahora sabemos que los animales también la tienen”. Asimismo, añade que este estudio científico no solo es importante por esta cuestión, sino también por “haber encontrado y desarrollado una manera de estudiarla”. Eso sí, han sido necesarios nueve años de trabajo para lograrlo.