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Esta errata hace que millones de 'e-mails' militares de EEUU acaben por error en Mali
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no es lo mismo .ML que .MIL

Esta errata hace que millones de 'e-mails' militares de EEUU acaben por error en Mali

Durante la última década, millones de correos electrónicos de las Fuerzas Armadas estadounidenses han sido enviados por error a servidores de Mali, un cercano aliado de Rusia. ¿El motivo? La similitud entre los dominios web

Foto: Manifestantes en Mali, con banderas rusas. (EFE/Hadama Diakite)
Manifestantes en Mali, con banderas rusas. (EFE/Hadama Diakite)

Durante la última década, millones de correos electrónicos de las Fuerzas Armadas estadounidenses han sido enviados por error a servidores de Mali, un cercano aliado de Rusia. Una filtración masiva y constante de información sensible —que incluye documentos diplomáticos, datos fiscales, contraseñas, contactos y agendas de viaje de altos mandos— y a la que nadie en el Pentágono parece estar prestando la debida atención.

En 2013, el empresario neerlandés Johannes Zuurbier fue contratado por el Gobierno de Mali para gestionar el dominio .ML del país, muy similar al .MIL que utilizan todas las direcciones de correo electrónico oficiales del Ejército estadounidense. Desde entonces, su firma detecta cada año cientos de miles de correos enviados por error al dominio de Mali y no al militar, informa el diario Financial Times. Tan solo desde enero de este año, asegura, ha recolectado cerca de 117.000 mails con la errata en el dominio.

"Este riesgo es real y podría ser aprovechado por los adversarios de EEUU", escribió Zuurbier a principios de mes en una nueva carta de advertencia a las autoridades estadounidenses.

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles, en Bamako. (EFE)

La situación se ha vuelto más comprometida a partir de esta semana. Mali Dili, la compañía de Zuurbier que ha operado el dominio maliense durante una década, termina su contrato. Los correos que sean enviados por error al dominio .ML podrán ser revisados por las autoridades malienses. La compañía neerlandesa se ha puesto en contacto repetidas veces con funcionarios de EEUU, como el agregado militar de la embajada estadounidense en Mali, altos cargos del servicio de ciberseguridad y funcionarios de la Casa Blanca.

La mayor parte de la información que se envía por estos canales es irrelevante y no está clasificada. Pero algunos mensajes contienen información delicada sobre personal militar, sus familias y contratistas privados. Informes médicos y financieros, reservas e itinerarios de viaje, documentos de identidad, mapas de instalaciones, fotos de bases militares, informes, contratos, denuncias criminales o investigaciones internas.

Uno de los ejemplos que cita FT es el de un correo con la errata de dominio incluía toda la información sobre el viaje de una delegación encabezada por el general James McConville, jefe de personal del Ejército estadounidense, a Indonesia. Se podía conocer el itinerario detallado, los hoteles y números de habitación reservados y hasta cómo recoger la llave de la suite del general McConville en el hotel Gran Hyatt de Jakarta. Otro son repetidos intentos de una docena de usuarios vinculados a servicios de inteligencia para recuperar sus contraseñas y que acabaron en los servidores malienses.

Foto: Un soldado ucraniano, durante un ataque en el frente de Bajmut, el 7 de abril. (Reuters/Oleksandr Klymenko)

El Pentágono asegura estar al corriente de la situación, pero asegura que el sistema bloquea estos correos enviados por error y avisa al usuario de que debe validar la dirección de correo. Sin embargo, la información que ha recolectado a través de los años Zuurbier muestra que este bloqueo no es efectivo. El empresario, que ya tenía experiencia manejando los dominios de otras naciones africanas, pidió asesoría legal y comenzó a utilizar cada oportunidad posible para avisar a las autoridades estadounidenses.

"Le di a mi mujer una copia de la asesoría legal, por si acaso los helicópteros negros aterrizaban en mi jardín", aseguró el empresario.

Durante la última década, millones de correos electrónicos de las Fuerzas Armadas estadounidenses han sido enviados por error a servidores de Mali, un cercano aliado de Rusia. Una filtración masiva y constante de información sensible —que incluye documentos diplomáticos, datos fiscales, contraseñas, contactos y agendas de viaje de altos mandos— y a la que nadie en el Pentágono parece estar prestando la debida atención.

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