Los 'influencers' de la abstención que buscan 'reventar' el 23-J. "En España no hay democracia"

El próximo 23-J, cuando falte solo una hora para el cierre de los colegios electorales, cientos de personas tienen un plan: reunirse en plaza de España, en Madrid, para exigir "democracia real". La organizadora de la movilización, la plataforma civil Junta Democrática de España, ha convocado un cartel ecléctico. Participarán desde el economista Juan Ramón Rallo o los youtubers Inocente Duke y Roma Gallardo al coronel Pedro Baños o el psiquiatra Dr. Gaona, todo bajo la batuta del abogado Rubén Gisbert, impulsor de la Junta Democrática de España. Entre todos, acumulan varios millones de seguidores en internet y algunos comparten una convicción clave. Aseguran que en España no existe democracia y piden no votar. El 23-J, abstención.

"Queremos dar un golpe encima de la mesa, demostrar que el pueblo español desea un cambio en los mecanismos institucionales que nos llevan de manera agónica a la corrupción desde hace 45 años", explica a El Confidencial Rubén Gisbert. Este abogado de 33 años dedicado a la "divulgación política" se ha convertido en la cara visible del abstencionismo en internet, un movimiento heterogéneo y caótico que resurge en cada convocatoria electoral, pero que cada vez cuenta con más adeptos. En esta ocasión, Gisbert prepara un nuevo empujón con una campaña en la red tirando de lemas como "Yo no voto" o "Juntos por [la democracia real]".

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El youtuber, calificado de pro-Putin por su rocambolesco viaje al Donbás de la mano de la televisión ultraconservadora 7nn (afín a Vox), supera el medio millón de suscriptores en YouTube y ha convertido su cruzada antivoto en una forma de vida. "Menos de la mitad de mis ingresos viene de redes sociales", reconoce. Otros, como Roma Gallardo (1,8 millones de suscriptores) o Inocente Duke (2.116.000), tocan todo tipo de temas, pero también salpican sus vídeos con mensajes abstencionistas, de los que han comenzado a hacerse eco otros influencers que llegan a muchísima más gente, como elxokas, con más de 5,3 millones de suscriptores entre YouTube y Twitch, o Jordi Wild, quien supera los cuatro millones de seguidores.

"Yo he votado a Podemos y al PP. Y no quiero volver a votar a ninguno de los dos, me han demostrado que son unos ineptos. A los que dicen que luego no me queje de quién gobierna, bueno, yo me quejaré de lo que me salga de la polla. Te recuerdo que no votar también es una opción, amigo. Mi abstención de voto es un voto. Tomo la decisión de no hacerlo. Es un derecho. Sí me quejo, precisamente esa es mi queja. ¿Tengo que votar obligatoriamente a uno de los cuatro partidos para poder participar en esta conversación? Una polla", soltaba hace unas semanas elxokas.

"No somos un club, hay múltiples voces", señala Gisbert sobre las palabras de elxokas. "Conforme vaya pasando el tiempo, más personas libres, que no dependan de promover un partido, irán uniéndose a la desafección que genera el sistema actual", añade. ¿En qué consiste esta desafección? ¿Cómo se explica convocar una movilización exigiendo democracia el mismo día de unas elecciones generales? ¿Qué se persigue con la abstención?

"Te recuerdo que no votar también es una opción, amigo. Mi abstención de voto es un voto. Tomo la decisión de no hacerlo. Es un derecho"

"Bueno, lo primero, yo no soy abstencionista, soy abstencionario. Considero la abstención no como un fin, sino como un medio, como un mecanismo de desobediencia para intentar generar un cambio. Esto es muy sencillo. Hay tres tipos de sistemas en el mundo: la autocracia, el poder de uno; la oligocracia, el poder de un grupo; y la democracia, el poder de todos. En España no existen los mecanismos para que el poder sea de todos. Quienes dirigen y ejercen el poder son los líderes de los partidos políticos, no hay separación entre poder legislativo y ejecutivo. Los diputados son empleados del jefe del partido, no trabajan para el ciudadano, por eso no hay representación, que es el requisito básico de una democracia. Esto sería un escándalo en Reino Unido, Francia o EEUU. Por eso pedimos la abstención, pero lo que yo llamo abstención activa, es decir, optar por no votar porque la única manera de cambiar esto es dejar sin apoyo y sin legitimación a los partidos", explica Gisbert.

El abogado carga también contra el proceso de primarias de los partidos. Gracias a ellas, cualquiera que desee involucrarse en política podría, en teoría, llegar a influir con su voto la elección del jefe de un partido a nivel local, regional o nacional. "Eso es una estupidez", zanja Gisbert.

"Las primarias deberían ser para todos los ciudadanos y no solo para los vinculados a un partido. De hecho, se ha demostrado ahora con Vox. Ha sido el último en entregarse a esta ficción de las primarias, y acaba de dimitir la plana mayor en Canarias justo porque los candidatos dentro de los partidos son designados por el líder del mismo. El mejor ejemplo es Víctor Sánchez del Real. Tuvo un debate conmigo donde defendía todo esto de las primarias, y ahora ha reconocido que no irá en las listas al Congreso del 23-J por decisión expresa de Abascal", señala, aunque sin mencionar otro detalle de ese debate. Se hizo viral porque, aparentemente, Gisbert no sabía cómo funcionaba el sistema de listas electorales provinciales.

Este tipo de discurso ha encontrado un refugio en la red al calor de la creciente desafección política. Mientras sube el descrédito de los políticos (más del 70% de los españoles desconfía de los gobernantes, según el CIS), la abstención muestra también una ligera tendencia alcista en los últimos años. El mayor dato de abstención desde 1977 se registró de hecho en las elecciones generales de noviembre de 2019 (un 33,8%), y el segundo mayor en las anteriores, en junio de 2016 (un 33,5%), aunque el contexto era la fatiga ante las repeticiones electorales. Que la próxima convocatoria se celebre en pleno verano y en época de vacaciones, no va a ayudar.

Tanto Gisbert como Roma Gallardo, Jordi Wild o Inocente Duke se han ido entrevistando y apoyando en múltiples vídeos. Cada uno desde una ideología, pero con el abstencionismo como nexo común. Duke es el más radical, sube varios vídeos por semana plagados de insultos, en los que llama "focas palmeras" y "rastreros" a cómicos como Héctor de Miguel (Quequé) o Buenafuente, "chalada" y "charo" a la candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, o "nauseabunda" a Susanna Griso. El vídeo en el que aseguró haber registrado todo el lenguaje inclusivo se hizo viral por lo absurdo del mensaje y el odio en sus insultos.

Roma Gallardo calca los argumentos de Rubén Gisbert incluso en su indefinición ideológica. Los influencers abstencionistas no se consideran ni de derechas ni de izquierdas. El sistema actual, simplemente, no los representa. "Siempre me he considerado de izquierdas, pero ya no. Y tengo claro que tampoco soy de derechas, mi sentido común no me permite serlo. Creo que lo primero y más importante que debemos entender en España es que los partidos que hay no son ni de izquierdas ni de derechas, son todos socialdemócratas. Todos se vendieron y ninguno está favoreciendo la democracia. De hecho, creo que en España no hay democracia. Nunca en mi vida he ejercido el derecho a voto", explicaba Roma Gallardo hace un par de años a Jordi Wild. "La dicotomía izquierda-derecha ya no existe. Yo soy demócrata", señala Gisbert a este diario.

Analistas políticos como Jorge Galindo observan el movimiento abstencionista en la red con la misma dosis de interés y escepticismo. "Es una consecuencia lógica del momento que vivimos. En un contexto de volatilidad de partidos, los votantes se vuelven más promiscuos y se crean espacios para más voces a la contra. ¿No hay democracia en España? Depende de cómo lo definas. Para mí, democracia es que quien esté en el poder pueda perderlo y que haya un proceso de voto independiente. Eso existe. Check. Otra cosa es si los rasgos de esa democracia son mejorables o no", explica en conversación con este diario.

Pocos dudan, sin embargo, de la relación directa entre el auge del abstencionismo y la desafección política entre los jóvenes. "Ahora la juventud se posiciona políticamente más que nunca. Y no es que haya un desinterés, eso se ve en todas las encuestas, es que se posicionan, pero en contra de las instituciones. Y eso lo están aprovechando muy bien voces como Gisbert y otros. Esto es justo lo que vivimos con el 15-M, ahora con otros tintes, pero parecido. Es el mismo sentimiento de 'no nos representan'. Y no les falta razón. Desde entonces, no ha habido ni una sola reforma en el ámbito institucional que cambie o mejore el sistema de partidos", señala Galindo.

"Solo un idiota que desconoce lo que pasa puede ser un indignado. Las chorradas de los oportunistas de Podemos eran estupideces"

"Quien te diga que somos como el 15-M sabe tanto de la abstención como yo de costura y confección. Esto es diametralmente opuesto al 15-M. Ellos se llamaban a sí mismos indignados. Solo un idiota o un necio que desconozca lo que pasa puede ser un indignado. Si alguien sabe por qué funciona como funciona el régimen político en España, no puede indignarse. Las chorradas de los oportunistas de Podemos de asaltar el Congreso y el 15-M eran estupideces. Una persona leída, seria y que sepa de verdad cómo se producen los cambios sabe que el fundamento del cambio está en dejar sin apoyo lo que hay. Nosotros tenemos claros los tres objetivos alcanzables que buscamos: representación, independencia del poder judicial y separación de poderes", dice Gisbert.

"El problema es que mi discurso se censura en medios de comunicación masivos. Yo no puedo decir que en España no hay democracia"

La investigadora de la Universidad Carlos III Mariluz Congosto, especializada en redes sociales, cree que el movimiento abstencionista está claramente al alza, y pone el ejemplo de Cataluña. "Allí se lanzó una campaña masiva en Twitter hace un par de semanas pidiendo la abstención desde círculos independentistas radicalizados, promovida por la Asamblea Nacional Catalana. No tiene que ver con el movimiento online de Gisbert y otros influcencers, estos son antisistema, pero se retroalimentan. Al final, hablamos de desafección. Todos piden lo mismo, no votar, pero el punto de partida es muy diferente", explica a este diario. Galindo coincide: "La abstención es un movimiento muy transversal, y hasta que las instituciones no realicen cambios profundos, la desconfianza de los ciudadanos crecerá".

La movilización en Madrid el próximo 23-J impulsada por Gisbert será un buen termómetro para saber el alcance real que genera este movimiento online. El año pasado, la Junta Electoral Provincial de Valladolid prohibió un acto similar organizado por la Junta Democrática de España por interferir con las elecciones autonómicas de febrero. "Sería un verdadero gusto que prohibieran nuestro acto el 23-J, eso significaría que el derecho de reunión depende de si es para apoyar este régimen o no", dice Gisbert. Y remata: "El problema es que mi discurso, todo lo que yo te estoy contando, se censura en medios de comunicación masivos. Yo no puedo decir que en España no hay democracia".