Un tuit de Elon Musk dispara una 'startup' de Pamplona: "Es como echar gasolina al fuego"

Una onomatopeya y un emoji no dan para mucho, salvo que seas Elon Musk. Los efectos de una mención del ahora dueño de Twitter, que también es la segunda persona más seguida en la red social, son del todo imprevisibles. Es lo que le ha pasado a Tweet Binder, una pyme de Pamplona que hace unos días recibió la respuesta del multimillonario. Ni siquiera les llegó a decir algo en concreto, sino que aquello solo se podía interpretar como una palmada en la espalda. "No esperábamos que fuera a llegar a tanto", celebra Javier Ábrego, fundador y propietario de esta empresa, que vio cómo su audiencia se multiplicaba al instante. "Mola que haya sido en un momento tan convulso como este, porque se ha fijado en algo que ofrecemos y que podría incorporar en la red social de alguna manera", incide.

En su mensaje, Tweet Binder se limitaba a compartir uno de sus informes, en el que hacía hincapié en cómo se habían disparado las menciones a la cuenta de Musk, que había llegado a alcanzar los 160.000 tuits por día. No obstante, unos días después, rozaría el billón de menciones diarias. "Twitter es ahora LA red social", incidían. "Woohoo", se limitó a decir el multimillonario, que acompañó el mensaje con unas llamas de fuego.

Ábrego reconoce, eso sí, que su tuit consiguió lo que estaban buscando. "Teníamos que llamar la atención de Musk, porque no es alguien a quien puedas contactar por teléfono", explica el fundador de Tweet Binder en conversación con este periódico. "Llevamos mucho tiempo, así que tenemos la cuenta verificada y probamos suerte para ver si nos leía", relata. Así fue. "Para nuestra sorpresa, nos respondió al momento. Supongo que tiene que ser así, porque imagina cómo tiene que ser su pestaña de notificaciones".

Este empresario enfatiza que "no deja de ser un tuit", pero que "ha sido muy guay en muchos sentidos". El principal es haber conseguido sextuplicar el tráfico de Tweet Binder durante unos días. "Va a ser el mejor mes de nuestra historia, precisamente por esto. Ahora ya se ha estabilizado, pero seguimos estando por encima de las cifras previas a que nos mencionara", asegura este empresario. Por ejemplo, su tuit lo acabaron viendo 317.000 personas, una cifra a años luz de a lo que está acostumbrada una cuenta que roza los 40.000 seguidores. "Todo esto ha pasado con un solo tuit de respuesta, que es algo que no aparece en el feed de sus seguidores, a no ser que nos siguieran. Es decir, había que entrar en su Twitter para verlo. Aun así, fue como si hubiera echado gasolina en una hoguera".

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Tweet Binder, donde trabajan seis personas, lleva casi una década desarrollando todo tipo de analíticas en la red social, generando cerca de 100.000 informes al mes para usuarios de todo el mundo. Eso va desde analizar qué político ha ganado más seguidores en un periodo de tiempo a qué tipo de usuarios comentan en un determinado hashtag. Por un lado, tienen un modelo freemium; es decir, la versión más básica de su servicio es gratuita, pero si se quiere profundizar, toca pasar por caja. "Cuando hace unos años Twitter sacó sus métricas, creíamos que nos iba a hacer daño, pero hemos seguido creciendo", dice. No obstante, por ahora no han notado el impacto en las ventas. "Nuestros clientes no suelen comprar hasta que hacen varias visitas, pero deberíamos haber notado ya el efecto. Aun así, esto te pone en el disparadero", apunta al respecto.

La fina línea entre cargarse y salvar Twitter

La compra de Musk, eso sí, les volvió a meter el miedo en el cuerpo. "Cuando llegó a Twitter, empezó a hacer muchos cambios y teníamos mucho miedo porque no sabíamos si se lo iba a cargar o iba a tener que cerrar al día siguiente", reconoce. Preguntado por su opinión por la gestión del magnate al frente de la red social, Ábrego tiene sentimientos encontrados. "Con respecto al recorte de gastos, lo está haciendo muy bien, porque está eliminando aspectos ineficientes en una compañía que pierde mucho dinero", dice. También ve positivo que quiera hacer "un Twitter con menos anonimato y con menos mierda, como las redes de bots políticos".

"Tienen mucho margen de mejora, porque es la red donde más se habla públicamente y donde más información se genera. No creo que haga falta crear la superapp o que tenga que monetizar los vídeos, como ha dicho, sino que se trata de que el producto, que es muy bueno, se limpie y funcione mejor. Esa es la clave, porque no por crear cosas buenas va a ser mejor", desarrolla. En este sentido, subraya que la propuesta de ampliar los tuits de 280 a 5.000 caracteres "supone cargarse Twitter tal y como lo conocemos". "También ha tenido metidas de pata importantes, como la verificación, así que ha sido una gestión un tanto errática", recuerda.

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El problema es que Musk se ha deshecho de cerca de tres cuartas partes de la plantilla, por lo que, recalca, "la capacidad de crear algo nuevo la tienen limitada". "Sigo sintiendo miedo de que Twitter se acabe, pero no porque él quiera cargarse una plataforma que le ha costado 44.000 millones, sino porque ha dejado a muchos ingenieros clave en la calle. Twitter es un organismo vivo que necesita mantenimiento, y si echas a gente, el código se deteriora", apunta. Sin embargo, comenta que le ha sorprendido que ahora "el equipo técnico de la API responde más rápido, aunque es algo que no tiene lógica, porque hay menos gente".

En los últimos días, uno de los aspectos que más ha recalcado Musk sobre el nuevo Twitter es que en él las métricas van a tener un papel central. De hecho, ya ha implementado novedades, como la publicación del número de visualizaciones de cada tuit —hasta ahora, solo lo podía ver cada usuario— o la inclusión de gráficos sobre la evolución de las empresas en bolsa o la cotización de las criptomonedas. "Hace unas semanas ya dijo que le parecía interesante que se crearan analíticas públicas para hashtags y usuarios, que es precisamente lo que hacemos nosotros", deja caer, aunque hace hincapié en que su relación con Twitter "no ha ido a más" y "no queremos hacer castillos en el aire". "No sé si Musk se acordará de nosotros, pero seguiremos compartiendo sus analíticas. Nuestro objetivo es volver a llamar su atención", dice sonriente.