La locura no era el iPhone 14 Pro: por qué Apple te va a cobrar 1.000 € por su móvil más simple

Septiembre de 2017. Se abre el telón. Aparece Tim Cook con una enorme tarta de cumpleaños. El homenajeado, el niño bonito de la casa: el iPhone, que cumple 10 años. Es un padre orgulloso que saca pecho. Hay razones para ello. El 'smartphone' de Apple revolucionó la industria y lleva una década marcando el ritmo a todo el mundo. Al terminal le toca dar el estirón. El cambio físico es evidente: iPhone X, se llama. Desaparece el botón físico, los bordes de la pantalla se achican, las cámaras se multiplican en la parte trasera, se desbloquea con la cara y la cámara que se ocupa de ello está enmarcada en una extraña ceja en la parte frontal bautizada como 'notch'.

El invento, por cierto, también crece en precio. Cuesta por primera vez en su versión más básica más de 1.000 euros. Es cierto que el dudoso honor de romper esa frontera no les corresponde a los de Cupertino, ya que semanas antes el Galaxy Note 8 de Samsung había hecho lo propio, aunque el hito había pasado más desapercibido, que ya sabemos que lo que hace Apple es carne de hipérbole, para bien, pero también para mal. Sea como sea, el precedente está creado con el iPhone X y toca empezar a acostumbrarse a ver algunos móviles por encima de ese coste.

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Septiembre de 2018. Se vuelve a abrir el telón. El protagonista principal ahora es el iPhone Xs y, una nueva versión hormonada, el iPhone Xs Max. Estos dos terminales se ocupan de borrar las esperanzas de los pocos que pensaban que lo de las cuatro cifras era pasajero. Pero en una jugada maestra, Apple saca de la chistera el iPhone Xr. Un teléfono más básico que ofrece un diseño parecido, el mismo procesador y desbloqueo facial a un precio de unos 850 euros. La apuesta es redonda: se convierte en el móvil más vendido del año. El chicle se estira con el iPhone 11, iPhone 12 y iPhone 13 con idéntico o parecido resultados.

Septiembre de 2022. Un nuevo inicio de curso en Apple Park. La primera vez que se hace presencialmente desde febrero de 2020 cuando la pandemia convirtió las 'keynote' en eventos virtuales. Los mentideros especializados llevan semanas dando por supuesto un incremento en los precios de los nuevos iPhone 14 Pro. Algunos analistas cifran el incremento en un 15%. Finalmente ronda el 13%. Pero esa no es la mayor locura. Cinco años después del hito que marcó el iPhone X llega otro. En España ya no solo la versión base del iPhone 'pata negra' cuesta más de 1.000 euros. Hacerse con cualquier teléfono de última generación de la marca cuesta más de mil euros. La pregunta no tarda en resonar con fuerza: ¿cómo es posible que Apple te vaya a cobrar esa cantidad por su móvil más simple, exceptuando el iPhone SE?

No toda la culpa es de Apple... ¿o sí?

La respuesta no es sencilla. Probablemente haya que comerse toda la ensalada de factores que ha producido esta noticia tan indigesta para comprenderla. Tim Cook llevaba tiempo avisando del asunto. En sus últimos resultados trimestrales ya explicó como los MacBook habían sido víctima del alza del precio de los componentes y del encarecimiento de la logística. Ni Apple escapa de la inflación. La compañía ha pasado de puntillas en la escasez de semiconductores porque su cuenta corriente le permitía soltar más pasta para asegurarse el suministro, pero eso no sale gratis y, finalmente, se lo ha tenido que cobrar por alguna parte.

La tormenta perfecta: inflación, paridad euro-dólar y el adiós del iPhone Mini

Conviene en este punto echar un vistazo a la política de precios de la manzana. Aunque sea una norma no escrita, en los últimos años se ha visto una separación de 200 dólares entre los modelos más mundanos y los Pro. Y esto se ha mantenido en esta ocasión. Sin embargo, el giro de guion viene por la desaparición del iPhone Mini (que desde hace dos años era el terminal más asequible del catálogo) y su sustitución por el iPhone 14 Plus.

Ese es el movimiento que ha alterado la cuenta. El curso pasado era el iPhone 13 el que marcaba la frontera donde empezaban los 200 dólares de diferencia. 799 dólares. Ese precio se ha mantenido en Estados Unidos. La cuestión es que la introducción del modelo Plus, cien dólares más caro (899 dólares), ha empujado hacia arriba el coste de salida de los mejores modelos de Apple.

Pero estos dos puntos no son las únicas piezas del puzle. Hace falta también fijarse en la paridad que existe actualmente entre el dólar y el euro. A día de hoy, una de nuestra moneda se cambia por una de las del otro lado del Atlántico. Hace un año no era así. Hace un año con un millón de euros, uno podía adquirir cosas por un valor de 1,2 millones de dólares. Hoy, con un millón de euros se pueden adquirir cosas por un valor de un millón de dólares. Esto viene muy bien cuando se trata de vender fuera. Pero cuando se trata de importar cosas, la situación pasa factura y es bastante alta. Ahora se echa de menos la época en la que la moneda estadounidense estaba más débil que el euro y Apple aplicaba esa norma de un dólar, un euro.

¿El iPhone 14 vale 1.000 €?

La historia es que este incremento de precios se ha desatado en un momento particularmente delicado para hacer este salto con triple mortal y doble tirabuzón que hace que haya que preguntarse realmente si el iPhone 14 vale los 1.009 euros que te pide Apple o el iPhone 14 Plus vale los 1.159 euros que cuesta. El debate no va a tardar en comportarse igual que cualquier otro año. Los fans más acérrimos, que siguen a la marca con devoción, volverán a hacer la ola una vez más. Los 'haters' repetirán un año más, sin dar más argumentos, que esto es un sacacuartos, que a sus clientes les han sorbido el coco y que sueltan la pasta por cualquier cosa.

Particularmente, sin estar en ningún bando y con las especificaciones en la mano, me cuesta verlo y mucho ese precio para un iPhone 14. Aunque, eso sí, vaya por delante que siempre soy de los que defienden que cada uno, con su dinero hace lo que sale de las narices. Pero hay que tener toda la información. En Cupertino necesitan diferenciar cada vez más los modelos Pro de los modelos más terrenales. Antes se limitaban a las cámaras y a la pantalla, pero este año han dado un paso más: el de los procesadores. Tanto el iPhone 14 Pro como su versión Max, montarán el A16 Bionic, el último motor de la casa californiana. El iPhone 14 a secas y su hermano, el iPhone 14 Plus, se tendrán que conformar con el A15 Bionic, que es el mismo que tenían todos los iPhone 13 y el iPhone SE desvelado en 2022. Especialmente sangrante este último caso. Ojo, que nadie dice que el A15 Bionic no sea un chip pura raza. Pero creo que a partir de cierto presupuesto ya se pueden exigir otras cosas. Ya se renuncia al teleobjetivo y a un sensor principal, el de 48 megapíxeles, que promete mucho. También se renuncia a la pantalla ProMotion, que ofrece una tasa de refresco de hasta 120Hz; así como a la función de poder tenerla siempre encendida.

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Por eso se ha creado una situación bastante peculiar. Por un poco más, en sitios como Amazon, te vas a poder hacer con el iPhone 13 Pro (1.099 euros) o el iPhone 13 Pro Max (1.204 euros). Otros años costaría más recomendarlo pero no es el caso. Mejor pantalla, cámara más versátil (mejor zoom óptico), posibilidad de grabar en formatos profesionales como ProRES (sorprende esto porque el A15 ya lo permitía) y mismo procesador. En donde ganan los iPhone 14 es en la autonomía. Al tener paneles más modestos, consumen menos. También algunas opciones como un modo noche más veloz. La decisión, en este caso, es más difícil que nunca.

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Son otras las incógnitas que quedan por resolver. La primera de todas es cómo va afectar la subida de precios a las rebajas que sufrían las anteriores generaciones cuando una nueva hornada de iPhone entraba en el mercado. Antes, la manzana estaba obligada a hacer un descuento 'notable' para evitar el canibalismo entre modelos y diferenciarlos, pero quizás esto cambie. Otra de las cosas que falta por ver, habrá que esperar un año, es si está subida es coyuntural y volveremos a ver un móvil de Apple de última generación con un precio de salida por debajo de los 1.000 euros.

Probablemente, les salga bien

Sea como sea, Tim Cook no ha parecido en ningún momento preocupado por la subida de precios que iba a ejecutar. Y no solo porque el cliente tipo de la empresa esté dispuesto a pagar más que lo que pagan los usuarios de otras marcas por modelos equiparables en prestaciones. Es más, este incremento, especialmente el de los modelos Pro, le puede ayudar a seguir batiendo récords de ingresos a la compañía en el caso de que las ventas de sus móviles se estanquen como muchos vaticinan. La fórmula es sencilla de entender: se vende menos pero con mayor margen, así que la máquina de hacer dinero no baja revoluciones.

El gerifalte de Apple dejaba algunas pistas sobre sus previsiones personales. Según su punto de vista, la adopción del 5G "sigue siendo baja en todo el mundo". Y es un motor de actualización. Un aspecto a tener en cuenta para comprender las buenas expectativas de Cook es el tiempo medio a día de hoy en el que se tarda en renovar el iPhone: tres años. Ese es el tiempo que ha pasado desde que se lanzó el iPhone 11 y el iPhone 11 Pro, la última generación con conectividad 4G.

También es probable que la demanda del iPhone Pro sea menos sensible a las subidas de precios que otras categorías de producto. El mundo del lujo y lo 'premium' funciona así. Desde que aparecieron los iPhone con 5G en 2020, el tique medio de la venta de un iPhone se ha disparado. Según un estudio de la consultora Consumer Intelligence Research Partner, en junio de 2019 era de unos 780 dólares. En 2021, era de 954 dólares. La razón, el gasto adicional para disponer de mayor cantidad de almacenamiento. Ese mismo informe, señala que en los últimos meses, son más los compradores que han optado por una configuración superior que en ejercicios anteriores. Esto vendría a demostrar que el que tiene un Pro entre ceja y ceja no anda contando hasta el último euro. O al menos lo hace con menor preocupación que el que se va a comprar un modelo estándar. Es probable que, en este sentido, tengan más papeletas de sufrir el iPhone 14 a secas, que era el que los usuarios que querían renovar su terminal sin dejarse un dineral escogían.

La historia es que esta subida de precios va a poner a prueba, con mayor o menor intensidad dependiendo el mercado, de la capacidad que tiene la manzana para colocar sus productos a un precio sensiblemente superior al de sus rivales. Otra cosa que se va a poner a prueba es el ciclo de renovación, si permanecerá en tres años de media o se irá a los cuatro vistas estas subidas.

También abre la puerta a un nuevo negocio con el que se lleva mucho tiempo especulando: suscripción a los iPhone. Son muchas las informaciones que están planteando que los californianos pretenden añadir esta opción a Apple One. Para muchos, soltar 50 o 70 euros todos los meses quizás sea menos doloroso que soltar 1.500 o 1.700 de una vez. Ahora, con la subida, quizá sea la mejor oportunidad para comprobarlo.