He pasado 7 días con la tele barata de Xiaomi y Amazon: un 'chollo' con letra pequeña

Cuando uno va a comprarse una televisión, suele fijarse, en primer lugar, en el precio. Una vez acota la cifra y descarta todos los modelos que están por encima del tope que le permite su bolsillo, pasa al siguiente bloque de preguntas. Lo más común es que los asuntos que primero se plantee el comprador sean qué tamaño va mejor para su salón, si opta por un panel Full HD, 4K u 8K o si compra una OLED, una LCD o una QLED. Es rara la ocasión en que el sistema operativo se convierte en uno de los grandes elementos que inclinen la balanza hacia una marca u otra.

Pero, como todo en la vida, hay excepciones que destruyen estas reglas no escritas. Es el caso de la Xiaomi TV F2. La marca china parece dispuesta, al igual que hizo en su día con los móviles, a inundar el mercado con diferentes modelos de 'Smart TV' a los que dentro de poco va a ser difícil seguirles la pista y aclararse con las especificaciones. Pero con este modelo en concreto hay algo que lo diferencia de todos los demás y por ahora lo hace único en España: funciona con Fire OS TV.

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Detrás de ese nombre, se encuentra un tentáculo más del 'software' que Amazon desarrolló (basándose en una versión libre de Android) para sus tabletas, su difunto móvil o sus Fire Stick, también conocidos como los Chromecast de Amazon. Pues bien, la propuesta ahora es simplemente empaquetar en una 'smartTV' las mismas opciones que anteriormente teníamos en ese apéndice que conectábamos al HDMI. En otros países, como Estados Unidos, ya había alguna propuesta similar, pero la de Xiaomi es el primer producto de este tipo que llega a nuestro mercado. Hemos pasado una semana larga probando esta televisión que, probablemente, se cruce en las quinielas de los que busquen un modelo con prestaciones decentes sin tener que dejarse media nómina.

Aunque lo normal es empezar hablando de tamaños y otras características, el carácter singular de su sistema operativo es lo que realmente la distingue, así que vamos a empezar hablando de esto y de sus diferencias con lo que ofrecen Android TV (o Google TV), Tizen de Samsung o webOS de LG, por citar algunas de las principales plataformas.

La diferencia básica y más elemental es que necesitas una cuenta de Amazon con la que configurar el televisor. No confundir esto de la cuenta con una suscripción a Prime. La estética es bastante similar a la que pueden presentar otros sistemas operativos o plataformas como Netflix, en donde se suele presentar el contenido en balcones. Es decir, en líneas generales es una interfaz que se hace familiar rápidamente y a la que no cuesta acostumbrarse. Además, cabe mencionar que, a pesar de que es una pantalla de rango medio, el desplazarse por los menús y abrir y cerrar aplicaciones es algo que ocurre de forma ligera, sin retrasos ni tirones notables, algo que siempre se agradece.

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En lo de encender la tele y navegar y encontrar lo que queremos ver no hay mucha historia a la que darle vueltas, sea una Android TV o una Fire TV, pero hay ciertas particularidades a tener en cuenta. No hay que olvidar que es un producto al que da vida el 'software' de Amazon y hay que recordar que la compañía tiene su propia plataforma de 'streaming', que tiene mucho peso visualmente hablando y hay varias llamadas y ventanas a su propio contenido. Si eres usuario de Prime Video, no tendrás problema ninguno. La mayoría de los que no lo sean y opten por Netflix, Movistar + o Disney + tampoco lo tendrán, pero es conveniente ser consciente.

Por supuesto, el asistente de voz no puede ser otro que Alexa. Si les digo la verdad, yo no soy excesivamente fan de la búsqueda de voz y menos para la televisión. En realidad, creo que el mayor uso que he dado a los asistentes inteligentes es preguntarles la hora cuando voy a oscuras a beber agua a media noche y quiero saber cuánto tiempo me queda por dormir antes de que suene el despertador sin tener que encender la pantalla del móvil.

Aun así, cuando lo he probado me ha parecido que Alexa cumple, sin demasiados alardes, a la hora de preguntarle por series y películas concretas con la voz. Si te preocupa la privacidad, debes saber que tienes una pestaña donde puedes 'parar' la recopilación de información para anuncios así como la publicidad personalizada. También puede 'limpiar' tu perfil de todos estos registros.

En donde sí conviene detenerse es en las aplicaciones. Hubo una época en que Google y Amazon estaban enfrentadas. Una evitaba que la 'app' de YouTube estuviese disponible en los Fire Stick y la otra respondía no haciendo el desarrollo de la 'app' de Prime Video para los Chromecast y Android TV. Superadas esas tensiones, las principales ausencias son la de HBO Max en Fire OS y la de Apple TV + en Android TV. Esta última plataforma, la de la manzana, sigue siendo bastante minoritaria. Pero no ocurre así con la de Warner, que tiene una parroquia bastante más gruesa y muchos de ellos son fanáticos del catálogo, por lo que sería un punto irrenunciable. Es más, si uno se fija en las 'reviews' de Amazon, la primera queja que se encuentra es la de un usuario que no ha conseguido hacer funcionar HBO Max en la tele. A diferencia de lo que ocurre con los Fire Stick (que se puede trampear para conseguirlo), aquí resulta más difícil.

Obviamente, la mano de Amazon se nota en el mando. Al verlo, me dio la impresión de que el control remoto de las teles de Xiaomi y el control remoto de los Fire TV hubiesen tenido un hijo y nadie supiese decir a cuál de los dos se parece más. Pero a la hora de la verdad, es un mando a distancia más. Compacto y fácil de manejar en una mano. En líneas generales, y salvo el One Remote de Samsung, todos se parecen mucho entre sí. A destacar que, en la parte inferior, tenemos diferentes botones con los que acceder directamente a Prime Video, Disney +, Netflix y uno para poder reorganizar rápidamente las 'apps' de la pantalla de inicio.

Hasta este punto, hemos analizado el papel de Amazon en este matrimonio. Ahora vamos a hablar de la dote de Xiaomi para la unión. Eso significa la parte del 'hardware'. La Xiaomi MI TV F2 es una propuesta que va bastante en línea con lo que ya hemos visto en otros modelos de la marca. El diseño, muy bien resuelto gracias a cosas como los marcos reducidos (menos de 0,1 cm), no consigue ocultar que al fin y al cabo es una tele barata, algo que se deja notar en los acabados plásticos de las patas o los bordes de la pantalla.

Ningún misterio para tratarse del tipo de producto que se trata. Pero vamos, independientemente de eso, la pantalla va a quedar bien en cualquier estancia y no se va a sentir fuera de lugar. Solo una pequeña queja, que para algunos puede ser fundamental. Las patas únicamente tienen una posición en los extremos. No se pueden personalizar. Particularmente, soy partidario de que haya una peana en la zona centro o que haya dos posiciones para los caballetes, por dar más versatilidad a los usuarios. Está disponible en tres tamaños diferentes —43, 50 y 55 pulgadas— y su profundidad, sin los pies puestos, es de unos ocho centímetros. Los precios, ahora que ya han pasado las promociones de los primeros días de lanzamiento (unos descuentos que, con la inflación, parecen tener los días contados), van desde los 399 euros por el modelo más pequeño hasta los 499 euros del más grande.

Siempre digo lo mismo: si vas a renovar la tele, especialmente la del salón, apuesta por la más grande que puedas y te permita tu bolsillo y la estancia donde la vayas a colocar. Lo vas a agradecer. Además, con la generalización del 4K, el problema de la distancia se solventa. Con algo más de un metro entre el sofá y la TV es suficiente. El modelo que yo he probado es el de 43 pulgadas. Acostumbrado a las 65 que tengo en mi tele de cabecera, se me ha hecho pequeño. Mi recomendación, a excepción de que estés muy limitado de espacio, es que no bajes de las 50.

Jugar a que no falte nada

La principal diferencia entre el modelo pequeño y los de mayor tamaño es que la Xiaomi TV F2 de entrada no tiene compatibilidad con Dolby Vision, un estándar desarrollado por Dolby que ayuda a mejorar la reproducción del color. En realidad es un tipo de HDR más, pero más avanzado que otros en ciertos aspectos. El problema es que supone pasar por caja. Por eso, muchas marcas optan por quitarlos de ciertos modelos o directamente no utilizarlo en ninguno, como es el caso de Samsung, que apuesta por el estándar abierto (HDR 10, HDR10+...). En este caso tenemos HDR10. Es lo mínimo exigible a estas alturas. También es cierto que si te estás planteando comprar una tele de 399 euros y no dejarte más dinero tampoco esperarás una carta de especificaciones de altos vuelos.

La pantalla, en los tres casos, es una LCD IPS 4K con retroiluminación periférica y una tasa de refresco de 60Hz. Esto significa que no tenemos una fuente de luz completa detrás del panel (Full Array) o repartida por todo el panel (Direct LED), sino que tiene que se coloca en los bordes, habitualmente únicamente en el borde inferior. Obviamente, eso incide en la calidad de imagen. Esta Xiaomi TV F2 muestra muchas veces ciertos halos en objetos brillantes en fondos tenues y hay veces que las partes más iluminadas de la imagen tienen una especie de destello. Pero eso es algo que adolecen las opciones más económicas. Vuelvo a repetir eso de que el que compre esta televisión porque no se quiere dejar más, no es una persona que tenga el ojo clínico para fijarse en esos detalles o, simplemente, sabe que por estos precios no puede tener la sutileza o la finura de una QLED o una OLED.

El contraste quizá sea su mayor talón de Aquiles. En condiciones normales o en una estancia con luz relativamente tenue (la que tiene la mayoría de gente cuando se sienta a ver la tele) cumple sin problemas pero si la iluminación ambiental es fuerte puedes echar de menos un poco más. Y, por supuesto, busca un lugar donde no impacte la luz de la calle, porque la pantalla no gestiona del todo bien los destellos cuando impacta una luz directamente sobre ella.

No tiene una calidad de imagen excelente. Pero, en su categoría, rinde y es versátil

El apartado del color lo supera con solvencia y también está a la altura en lo que se refiere a los ángulos de visión, ya que se puede ver desde los laterales sin sufrir distorsiones. Tienes varios modos de imagen, pero yo el que más he agradecido ha sido el modo juego a la hora de jugar con la PS5.

En resumen, se puede decir que esta Xiaomi TV F2 usuarios que buscan algo confiable que quieren ver cine, series, la televisión, deportes o jugar sin demasiada exigencia es una buena opción, ya que da prestaciones que encontraríamos normalmente en teles algo más caras. Particularmente, especialmente si haces uso de las principales plataformas, Eso sí, si eres un poco sibarita de la imagen o un 'gamer' de los que cuida todos los detalles, creo, sinceramente, que tienes otras opciones algo mejores.

Hay dos apartados más a destacar. Por una parte, el de los puertos. Cuenta con 4 HDMI, uno de ellos del tipo ARC, que es interesante si estás pensando o si tienes una barra de sonido que quieras conectar. Lo malo que se quedan en el estándar 2.0 y no en 2.1, pero ya entramos en lo del precio. Hay que sumar dos USB 2.0 (sinceramente, ni me acuerdo de la última que conecté algo por esa vía a mi tele), un ethernet, salida óptica o conector 'jack'.

Sobre el sonido, cabe destacar que procesa formatos de 'reparto' como Dolby Audio o DTS Audio, pero no cuenta por ejemplo con la capacidad de procesar Atmos. Cuenta con dos altavoces de 12 vatios. Y nuevamente tengo la sensación que es una configuración que para el que se sienta a ver la tele sin más, sin exigir grandes logros al aparato que tiene delante, es suficiente. Gestiona bien las voces, no produce ni vibraciones ni distorsiones notables hasta que subes el volumen a las cotas más altas. Si has podido vivir sin una barra de sonido hasta ahora, no vas a sufrir aquí. No es mi caso, porque me parece que hasta en las televisiones de más quilates conviene hacerse con uno de estos accesorios.

La TV F2 es una propuesta solvente, pero ojo con las rebajas de otros modelos

Hasta aquí la prueba del producto. Es probable que ahora te preguntes si te merece la pena o no. Hay una 'red flag' importante: la ausencia de HBO Max. Si eres usuario de la aplicación no vas a tener acceso de momento. Quién sabe si en un futuro ocurre, pero eso es especular. Creo que la F2, especialmente la de 50 pulgadas y la de 55, ofrece una buena relación calidad precio.

Por 450 o 500 euros tienes una tele versátil, con una calidad de imagen decente y un sonido suficiente como para que no eches nada en falta. Si conoces la letra pequeña y no lo percibes como un inconveniente puede ser una buena candidata para renovar tu vieja tele. Si lo de Fire OS no te convence pero no le haces ascos al resto de la propuesta, puedes optar por las Xiaomi TV A2, recién presentadas y que verán la luz en unos días. Son algo más caras (50 euros en el caso del modelo de 43 y 50 pulgadas; 100€ en la de 55 pulgadas) pero pueden ser una buena alternativa si lo que quieres es algo como Android TV.

También cabe señalar un punto importante. El mercado de las teles es muy volátil en lo que se refiere a los precios. Teles como las Xiaomi TV F2 o las Xiaomi A2 son carne de cañón para los descuentos. Si esperas unas semanas, quizá unos pocos meses, es probable que te puedas ahorrar un dinero. Y como muestra, un botón. Una de las QLED de la compañía, la Q1E de 55 pulgadas (lanzada en noviembre del pasado año al mercado), ya se puede encontrar por 550 euros, algo que deja a este modelo prémium compitiendo directamente con modelos más asequibles de la propia marca.

Xiaomi TV F2 43" (399€) Xiaomi TV F2 50" (449€) Xiaomi TV F2 55" (499€) Xiaomi QLED 55" (549€)

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