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"Es el fin de la dictadura del dinero". Peter Thiel tiene un plan para arruinar a la banca
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Bitcoin y millones en 'fintech'

"Es el fin de la dictadura del dinero". Peter Thiel tiene un plan para arruinar a la banca

La figura de Peter Thiel está generando mucha inquietud en los últimos meses, tanto en el sector financiero tradicional, que lo ve como un tiburón oliendo sangre, como en el terreno político. Es, además, el nuevo líder del 'movimiento bitcoin'

Foto: Peter Thiel, durante su intervención en la conferencia Bitcoin 2022 de Miami (Florida) el pasado abril. (Getty Images)
Peter Thiel, durante su intervención en la conferencia Bitcoin 2022 de Miami (Florida) el pasado abril. (Getty Images)

"En serio, ¿qué es esto? No debe ser bueno ni como papel higiénico. ¿Alguien lo quiere?", preguntaba recientemente Peter Thiel mientras ondeaba ante la audiencia un manojo de billetes de 100 dólares. Por supuesto, en las primeras filas se volvieron locos cuando lanzó el fajo. El experimento funcionó a la perfección. Thiel se encontraba en la mayor conferencia de maximalistas del bitcoin del mundo, celebrada en Miami el pasado abril y, aun así, se pegaban por el dinero tradicional. ¿Cómo explicar esta paradoja? ¿Por qué unos trozos de papel siguen generando semejante fascinación? Thiel tiene una teoría al respecto: la banca y las instituciones tradicionales están frenando la revolución del bitcoin y hay que impedirlo. Ellos son "los enemigos" y Thiel el salvador.

Peter Thiel, cofundador de PayPal, inversor inicial en Facebook, mentor de Mark Zuckerberg y amigo personal de Donald Trump, es una de las figuras más influyentes en la industria tecnológica a este y al otro lado del charco, y en los últimos meses ha puesto el turbo en su peculiar cruzada contra el sistema establecido. Thiel, al igual que Elon Musk (aunque este en menor medida), es un libertario, aboga por la práctica desaparición del intervencionismo gubernamental, sostiene que la regulación actual es excesiva y que hay un gran damnificado de todo esto, el bitcoin.

Foto: Ilustración: Raquel Cano.

"El bitcoin siempre ha sido el mercado más honesto del mundo, el más eficiente, ha sido el canario en la mina de carbón. Nos ha avisado de que se acercaba la inflación, a medida que pasó de valer 6.000 dólares a multiplicarse por 10. Y nos ha avisado de que los bancos centrales están en bancarrota. Estamos al final de la dictadura del dinero fiat", aventuró. El mensaje se habría quedado en una anécdota más si no fuera porque señala dos grandes tendencias que van a marcar gran parte de los nuevos negocios que veremos en los próximos años.

placeholder Peter Thiel, en su intervención durante la convención Republicana en 2016. (Reuters)
Peter Thiel, en su intervención durante la convención Republicana en 2016. (Reuters)

Por un lado, hay una fuerte corriente ideológica, encabezada por Thiel, Musk o el exjefe de BlackRock, Tariq Fancy, que gana cada vez más adeptos y carga contra el 'statu quo' establecido, contra lo que se ha denominado el 'woke capitalism'. Su argumento es que las empresas, y en especial las tecnológicas, deben dejar a un lado la agenda política y centrarse solo en lo que importa, en ganar dinero. Thiel se ha convertido en los últimos meses en el gran defensor de esta idea y, en paralelo, está alimentando otra tendencia clave, inversiones millonarias en 'start-ups' financieras que están robando poco a poco clientes al sector bancario tradicional. Una de sus grandes apuestas, el neobanco alemán N26, cuenta ya con 7 millones de usuarios en 24 países, entre ellos España, clientes que han cancelado sus cuentas en bancos convencionales para confiar su dinero a una entidad nacida en 2013.

N26 es solo una de las múltiples inversiones que Thiel está canalizado en las 'fintech' a través de Valar Ventures, fondo de capital riesgo de su propiedad que ha reunido más de 1.200 millones de dólares en los últimos años para crear el banco del futuro al margen de los bancos actuales. De las más de 30 inversiones firmadas hasta ahora por Valar, casi un tercio son neobancos como Qonto (con sede en Francia), Albo (México) o Novo (EEUU). Le sigue otra categoría popular, plataformas para realizar o gestionar inversiones en criptomonedas, como Bitpanda (Austria). Y luego hay de todo, 'start-ups' de pagos digitales, como Treecard (Reino Unido), de créditos al instante, como Octane (Nueva York), y de tarjetas de crédito para empresas y consumidores, como Moss (Alemania). Todas tienen algo en común, ofrecen servicios financieros muy parecidos a los de los bancos, pero sin pasar por los bancos.

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"Cualquier transacción financiera entre una empresa y un particular o entre particulares genera datos, que tienen un valor descomunal. Los bancos no han sabido explotar bien los datos como negocio, como sí lo han hecho las compañías tecnológicas, y aquí las 'fintech' han entrado de lleno", explica a este diario Rubén Vidal, partner en Imann Capital, firma de inversión privada con sede en Londres especializada en 'fintech'. Si alguien conoce a la perfección el valor de los datos es Peter Thiel. Una de sus compañías más exitosas es Palantir, un gigante especializado en el análisis de datos a través de algoritmos que trabaja para cientos de organizaciones en todo el mundo, desde el FBI, la NSA o el Departamento de Defensa de EEUU, al servicio público de salud británico (NHS) o el Ministerio de Defensa de ese país, donde la empresa consiguió hace poco un contrato de 13 millones de dólares.

placeholder Peter Thiel (izquierda), junto a Elon Musk, en la época en la que cofundaron PayPal. (Wikipedia)
Peter Thiel (izquierda), junto a Elon Musk, en la época en la que cofundaron PayPal. (Wikipedia)

El rodillo de Valar Ventures es imparable, anuncia una inversión en 'fintechs' casi cada mes. La última ha sido justo esta semana, la alemana Mondu, que ha obtenido 43 millones de dólares para su servicio de financiación a pequeñas y medianas empresas. Hace un mes le tocó a Neo Financial (Canadá), un neobanco en el que Thiel lidera la ronda de 185 millones del total de 235 que ha conseguido hasta la fecha. No es la única inversora creada por este millonario para intentar hacer realidad su sueño de crear un sistema descentralizado en el que, sorpresa, compañías apoyadas por él mismo son las que acaben convirtiéndose en los nuevos bancos.

Thiel Capital es otro de sus fondos. Dispone de 400 millones para invertir en 'start-ups' con ideas bastante más locas, como la estadounidense Regent, que fabrica una especie de barco volador pensado para revolucionar el transporte marítimo, o la alemana Mynaric, especializada en comunicaciones láser para la industria aeroespacial. A través de Founders Fund, creado en 2005 en San Francisco y que ya ha entrado en 780 empresas, Thiel ha canalizado algunas de sus mayores apuestas, como Airbnb, Facebook, Spotify, SpaceX o la propia Palantir. Ahora también se está metiendo poco a poco en el terreno financiero.

Credit Karma, con sede en California, es una de sus más recientes participadas: analiza tu historial crediticio para ofrecerte mejores o peores servicios. De nuevo, el poder de los datos. Es el futuro de las finanzas personales, según Thiel, que acaba de reunir 5.000 millones más para invertir con Founders Fund. A esta entidad se une Mithril Capital Management, también creada por él y que lleva ya más de medio centenar de inversiones, muchas de ellas en el sector financiero. Las entidades de Thiel llevan tiempo compitiendo a cuchillo con los grandes del capital riesgo, desde Tiger Global a BlackRock, a cuyo CEO, Larry Fink lo califica de "gerontocracia financiera".

Se puede acusar de todo a Thiel menos de hipócrita. Donde pone la boca (o el insulto, el último fue llamar a Warren Buffet "abuelo sociópata") pone el dinero. Por eso su figura está generando mucha inquietud en los últimos meses, tanto en el sector financiero tradicional, que lo ve como un tiburón oliendo sangre, como en el terreno político.

Su alianza con Trump durante el mandato del expresidente fue un ejemplo de lo que viene. Thiel se está convirtiendo en uno de los mayores donantes del partido Republicano. Apoyó en abril con 5 millones de dólares a J.D. Vance (en 2021 le dio otros 10 millones), candidato al Senado por Ohio. Desembolsó otros 13,5 millones para la campaña de Blake Masters, candidato al Senado por Arizona (Masters es presidente de la Thiel Foundation y coautor del bestseller de ' Thiel Zero to One: Notes on Startups, or How to Build the Future'). En total, se calcula que ha donado más de 25 millones de dólares al 'trumpismo' en el último año.

placeholder Donald Trump estrecha la mano de Peter Thiel en una reunión de 2016. (Reuters)
Donald Trump estrecha la mano de Peter Thiel en una reunión de 2016. (Reuters)

Nadie como él está uniendo de forma más astuta todos los puntos que vertebran esta ideología: odio a las instituciones, inversión en 'start-ups' que debilitan los negocios tradicionales y acoso y derribo a la doctrina ESG (Environmental, Social, and Governance), que exhorta a las grandes compañías a preocuparse por el medioambiente y los asuntos sociales. "ESG es el gran enemigo, es una fábrica de odio", aseguró. A esta ecuación hay que sumarle ahora el bitcoin, que le permite erigirse en líder de un movimiento 'marginado'. Yo soy un 'outsider', como vosotros, pero tengo los millones que vosotros no tenéis para derrotar el sistema desde dentro.

Max Chafkin, autor de la biografía de Thiel ' The Contrarian', lo dejó claro en su libro y en una entrevista con este diario. "Está destinado a ser una de las grandes figuras del movimiento de extrema derecha en EEUU. Trump puede que ya no esté, pero la extrema derecha va a seguir y Thiel es su millonario". Hay pocas diferencias entre un discurso político de Trump y otro de Thiel frente a miles de 'criptobros'. "Si tuviera que resumirlo, diría que estamos en una batalla de la gerontocracia financiera frente a un movimiento revolucionario de la juventud". La audiencia enloquece y Thiel se viene arriba. "¡Salid ahí fuera y conquistad el mundo!".

"En serio, ¿qué es esto? No debe ser bueno ni como papel higiénico. ¿Alguien lo quiere?", preguntaba recientemente Peter Thiel mientras ondeaba ante la audiencia un manojo de billetes de 100 dólares. Por supuesto, en las primeras filas se volvieron locos cuando lanzó el fajo. El experimento funcionó a la perfección. Thiel se encontraba en la mayor conferencia de maximalistas del bitcoin del mundo, celebrada en Miami el pasado abril y, aun así, se pegaban por el dinero tradicional. ¿Cómo explicar esta paradoja? ¿Por qué unos trozos de papel siguen generando semejante fascinación? Thiel tiene una teoría al respecto: la banca y las instituciones tradicionales están frenando la revolución del bitcoin y hay que impedirlo. Ellos son "los enemigos" y Thiel el salvador.

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