No pienses (solo) en bitcoin: por qué las 'stablecoins' son una bomba de relojería

Hasta hace unos días, poca gente fuera del mundo de las criptomonedas había oído hablar de las 'stablecoins', pero el colapso de terra y luna las ha puesto en boca de todo el mundo. Su ascenso ha sido paralelo, pero a la sombra, de nombres como bitcoin, cuyos vaivenes de precio han captado gran parte de la atención hasta ahora. En cambio, la estabilidad de estas divisas digitales las hacía —al menos en apariencia— más inocentes y menos atractivas para los ajenos al sector. Nada más lejos de la realidad. Su importancia es tal que, si caen, pueden ser una auténtica bomba de relojería en el mundillo. Pero ¿por qué son tan determinantes unas monedas que casi siempre valen un dólar?

Antes de nada, conviene explicar qué es una ‘stablecoin’. Se trata de un tipo de moneda digital que tiene un valor fijo y estable. Esto quiere decir que con 100 euros siempre podrás comprar 100 unidades de tether (USDT) —la divisa de este tipo más conocida— sin miedo a que mañana valgan la mitad. Es lo contrario de lo que ocurre con las criptomonedas convencionales, como bitcoin o ether, que en el último año y medio han llegado a duplicar su valor para, en unos meses, volver a bajarlo con la misma fuerza. Entre otras cosas, eso ha supuesto que su utilización como medio de pago siga siendo anecdótica.

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Tal y como explicó este periódico, las 'stablecoins' han despertado en los últimos meses el interés de actores financieros tradicionales —bancos centrales, Visa y Mastercard—, pero también de otros más recientes, como PayPal. Facebook también estuvo desarrollando un proyecto de este tipo, pero cayó en saco roto. Eso sí, casi siempre hablaban de poner en marcha "una criptomoneda", en abstracto, cuando en realidad se referían a una moneda estable, algo mucho más concreto. Pero que hayan estado en segundo plano no debe llevar a la confusión: las 'stablecoins' son un elemento crucial para todo aquel que mueve dinero en el mundo cripto.

Por qué las 'stablecoins' son tan importantes...

Fernando Gutiérrez, inversor y especialista en criptomonedas, explica que hay dos razones que explican este rol. "A la hora de hacer transacciones, las criptomonedas son más funcionales porque son instantáneas frente al dinero 'fiat' [divisas reguladas como el dólar o el euro]", indica este experto, que lo ilustra con lo que ocurre en las casas de cambio ('exchange') centralizadas (es decir, dependientes de una empresa, como pueden ser Binance o Coinbase). "Suelen estar conectadas a bancos, así que si te dedicas a mover 'fiat' en ellas, los plazos son de días, incluso en las más funcionales. En cambio, una 'stablecoin' se mueve en minutos".

Si el 'exchange' ni siquiera admite el dinero legal, la necesidad de una 'stablecoin' se hace más evidente, aunque no es el único caso en el que se usan con este fin. Gutiérrez pone como ejemplo lo que ocurre en los entornos de finanzas descentralizadas (DeFi). "Ahí las monedas reguladas no funcionan, por lo que necesitas algún 'token' [una forma de referirse a una criptomoneda] para operar en ellas y, por ejemplo, pedir un préstamo".

La otra gran razón que explica la importancia de estas divisas es que sirven de refugio para evitar los grandes vaivenes de precios. "Es una manera de aparcar dinero sin necesidad de sacarlo del entorno cripto", comenta este especialista, que recuerda que hacer cambios entre ambos tipos de moneda conlleva unas comisiones, mientras que con esta opción se ahorra. "Te protege de la volatilidad de un modo mucho más sencillo y barato".

... Y por qué pueden dejar de ser estables

Un papel que hace que también sean un punto crítico, pues si sus mecanismos para mantener la estabilidad fallan, las consecuencias pueden ser letales. Aquí es donde viene la gran pregunta: ¿cómo una 'stable' consigue valer siempre lo mismo? El principal método es ligar su valor —lo que se conoce como colateralizar— al del dinero 'fiat'. A grandes rasgos, el funcionamiento es parecido al de un banco: se compran tantas 'stable' como se quiera y el importe se queda en un fondo hasta que se quiera hacer el cambio inverso.

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El problema es que muchas veces no se ofrecen garantías de que, efectivamente, tengan tantos fondos como 'stablecoins' emiten. Una de las divisas más señaladas por este motivo es, precisamente, la ya mencionada UST. La empresa responsable ha generado cerca de 74.000 millones de 'tokens', pero apenas ha dado muestras de que realmente tenga guardados los correspondientes 74.000 millones de dólares. Todo se basa en la confianza. De hecho, la semana pasada dio un pequeño susto cuando perdió el equilibrio con el dólar —llegó a valer 0,5— durante cerca de 48 horas. "La gente se asustó porque nadie sabe cuánto tiene realmente, pero cumplieron y el sistema siguió funcionando", comenta Gutiérrez al respecto.

Otras de las más usadas, USDCoin y Binance USD, sí han dado más datos al respecto. Se trata de las tres divisas estables más extendidas, que tienen otra cosa en común: están centralizadas, algo que no gusta a los más puristas de las criptomonedas. "Es un problema que las controle un único actor. USDC lo emite una empresa estadounidense que está a punto de cotizar en Nasdaq y pasar por todas las regulaciones. Eso es una debilidad, porque les hace depender de terceros", continúa este especialista, que enfatiza que "se supone que las criptos venían a descentralizar, pero hay casos así".

¿Y si todo falla?

No obstante, hay formas más peculiares de respaldar el valor de la criptomoneda, como las reservas de oro, que es lo que hace Pax Gold, aunque no es demasiado estable. En cambio, hay métodos más complejos para mantener el precio y no caer en la centralización. Aquí es donde aparecen los algoritmos, lo que supone realizar operaciones de gran complejidad que, si no funcionan, pueden acabar muy mal (sí, es el método que seguían terra y luna).

También hay otra opción, que es ligar su valor al de una criptomoneda, algo que ahora gana adeptos. La más relevante es DAI, que tiene unos 6.000 millones en circulación. "Es un modelo del que se ha hablado bastante ante el colapso de terra. Alguna vez ha perdido el equilibrio y bajado a 90 céntimos durante unos días, pero ha aguantado momentos catastróficos", indica Gutiérrez, que hace referencia a la bajada de marzo de 2020, cuando el mercado se redujo a la mitad. En este caso, el problema es de eficiencia, ya que para obtener un DAI hay que dejar un depósito con una cantidad superior —puede ser el doble o más— en ethers. Es decir, si quisieras comprar 100 DAI, podrían pedirte que dejaras el equivalente a 200 dólares en su fondo. "Ya hay más ethers bloqueados que DAI en circulación, porque tienes que poner mucho más de lo que quieres sacar, pero funciona", defiende el especialista.

Más allá de una medida de protección extrema y poco habitual como esta, cabe preguntarse qué pasaría si se cayeran las 'stablecoins' más importantes. "Se liaría bastante, aunque hasta cierto punto. El colapso de las respaldadas por el dólar no sería como el de las algorítmicas, así que caerían un 20 o un 30%, pero no sería una aniquilación como la de terra", responde Gutiérrez, que considera que "es una cuestión de cuánto colateral hay, pero no creo que no haya nada de nada y se vaya a ir todo a pique".

Al cierre de este artículo, las cinco monedas estables con más volumen suman unos 150.000 millones de dólares en circulación. Por ponerlo en contexto, esa cantidad supone dos terceras partes de toda la inversión en ether (o un cuarto en el caso de bitcoin). ¿Cuántos de esos millones tienen respaldo asegurado? La respuesta marcará la diferencia entre el susto y la pesadilla.

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