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"Fue un Vietnam". La tragedia de unos buzos españoles en Malta que acabó con un muerto
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El mayor rescate de buzos de Malta

"Fue un Vietnam". La tragedia de unos buzos españoles en Malta que acabó con un muerto

Una expedición salida de Granada y Sevilla hacia el paraíso maltés terminó con un hombre holandés residente en España fallecido, una investigación abierta y la denuncia del resto de buzos por lo que vivieron allí

Foto: Buzos españoles durante la tragedia. (Cedida)
Buzos españoles durante la tragedia. (Cedida)
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Enrique Bedmar y su grupo imaginaron el viaje a Malta como unas vacaciones difíciles de superar. Seis días de marzo en una de perlas del Mediterráneo y con todo organizado para disfrutar de su gran afición: el buceo. Pero una semana después de terminar su experiencia, el recuerdo que les ha quedado es más parecido al de una pesadilla. Los 14 integrantes, pertenecientes a varios centros de buceo andaluces, acabaron viviendo el mayor rescate de buceadores de la historia de Malta, uno de ellos fue hospitalizado y otro acabó falleciendo. "La inmersión fue un Vietnam", resume Bedmar.

El suceso ocurrió el pasado Martes Santo, después de que un cambio en los vientos sorprendiera a unos 18 buzos (entre los que se encontraban los españoles) en la zona de Cirkewwa, el pueblo más al norte de la isla de Malta y un lugar clave para el paraíso subacuático en el que se ha convertido el país. Según Bedmar, un instructor que recuerda lo acontecido desde la sede de su centro de buceo en Sevilla, todo iba bien hasta que al intentar salir del agua el cambio de vientos hizo imposible la maniobra. Fue en ese movimiento cuando, todo según el buzo, pues no ha trascendido nada sobre la autopsia, uno de los miembros del equipo -de 45 años y origen holandés, pero afincado en España- sufrió el accidente mortal. El resto tuvo que ser rescatado por las fuerzas maltesas a cientos de metros de la orilla.

"Una tragedia, el hombre intentó salir por el lugar indicado pese a las condiciones, pero era una zona rocosa y el oleaje lo acabó estampado contra las rocas", comenta el buzo, que separó a su grupo de la orilla y participó en la asistencia al fallecido intentando reanimarle. "En nuestro grupo todos tenían al menos un nivel avanzado de buceo y se presupone un nivel de control de las situaciones, pero creo que también hubo otros fallos y es un ejemplo de que Malta no es el paraíso de buceo que solemos imaginar aquí. Nosotros fuimos con todo organizado a una de las mecas del buceo mundial. Lo que nos encontramos fueron unas condiciones que dejaban mucho que desear. Ni barco de asistencia a los buceadores, ni la seguridad que tienes en España, ni los servicios", detalla el buzo.

La noticia, que no se ha llegado a publicar en nuestro país hasta ahora, llegó a los medios locales e internacionales, como la agencia Reuters, el mismo martes. En ella se cuenta que el rescate fue el mayor que había vivido el pequeño país de la UE relacionado con buceadores y contó con el despliegue de fuerzas del Departamento de Protección Civil y las Fuerzas Armadas. En el operativo participaron varios barcos, un helicóptero y otros vehículos terrestres. Algo que confirman los buzos españoles. Además, un juzgado maltés ha abierto una investigación por lo ocurrido.

El propio ministro de interior de Malta, Byron Camilleri, se hizo eco del caso en su cuenta de Facebook. "Se informa que se está llevando a cabo una operación de rescate a lo largo de la costa de Cirkewwa después de que varios grupos de buzos se encontraran en dificultades. Hay médicos, Fuerzas Armadas de Malta, Protección Civil y Policía en el lugar, entre otros trabajadores", detalla en una publicación en la red social.

Fuera de la investigación oficial, en Malta ha surgido un debate en torno a la decisión de los buzos de continuar con las inmersiones pese a los cambios de viento. Según Times of Malta, el viento del martes llegó a oscilar entre fuerza seis y nueve en las zonas expuestas y la Oficina Meteorológica del país emitió un aviso meteorológico amarillo a las 13 horas. La misma oficina había avisado esa mañana de que el viento amainaría con el paso de las horas, pero no fue así. De todos modos, la comunidad de buzos local pide que se esclarezcan los hechos porque tienen dudas de si la inmersión se debería haber llevado a cabo. Ante las preguntas, Bedmar asegura que, desde su punto de vista experto, en el momento de la inmersión la situación no era peor que la que se suele vivir un día normal en Tarifa.

"Creo que aquí el revuelo no ha llegado porque siempre se habla del buceador fallecido y de su nacionalidad holandesa, pero el hombre llevaba mucho viviendo en España", comenta Bedmar. "Por eso también queremos elevar la voz, para que no se quede como si no hubiera pasado nada. Que nosotros sepamos aún no hay autopsia por el fallecido y se está investigando, pero el operativo fue caótico. Tras 30 minutos en el agua pidiendo ayuda, nos mandaron un barco de rescate para embarcaciones, se dijo que había cuatro hospitalizados y en realidad solo se hospitalizó al fallecido y a otro miembro que tuvo problemas respiratorios por el pánico vivido. Los otros dos de los que hablan son los acompañantes. No me esperaba una situación así en un país europeo y con las condiciones que nos contaron".

Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con la embajada de España en Malta para conocer más detalles de lo ocurrido y saber si están al tanto de la situación, pero no hemos recibido respuesta al cierre de este artículo. "Nosotros intentamos contactar con la embajada tras el accidente, cuando se nos citó en una comisaria para el atestado, pero la única respuesta que obtuvimos fue una locución grabada en inglés. Fue todo desastroso", añade Bedmar.

Su viaje, cuenta, iba en un pack de vuelos, estancia de 6 noches en un resort con desayuno, traslados y guías por 945 euros. "El centro de buceo con el que contratamos fue Abyss, aunque tengo poco que reprocharles como profesionales, ya que hicieron lo que pudieron". "El problema fue más el cúmulo de situaciones, servicios deficientes, condiciones peores de las esperadas y una respuesta caótica. Se trata de un buceo de infantería sin embarcación de apoyo pese al dineral que pagas, barandillas en la roca, falta de aseos, accesos complicados...".

Se denomina buceo de infantería a un tipo de inmersión que se realiza desde playa o tierra y no cuenta con barco de apoyo. Ahora mismo, en España la legislación es bastante restrictiva en este sentido y limita mucho las opciones a los buceadores que quieran optar por esta actividad. Según la ley aprobada en 2020, "en las modalidades de buceo recreativo y deportivo no será necesario disponer de una embarcación de apoyo cuando su práctica tenga lugar a una distancia no superior a 200 metros de la playa o 50 metros en el resto de la costa y desde estas se pueda prestar auxilio a los buceadores". Sin embargo, en muchos otros países la legislación es diferente y más permisiva.

El paraíso maltés del buceo

Malta se ha convertido en los últimos años en un paraíso para los buceadores a nivel global, al mismo nivel que algunos puntos de Tailandia, el mar Rojo o Playa del Carmen. En una estrategia de Estado, el país lleva tiempo apostando por este tipo de turismo invirtiendo millones de euros e incluso han hundido distintos barcos antiguos para conseguir un arrecife artificial difícil de encontrar en otra parte del planeta. Justo en Cirkewwa yace uno de los pecios más famosos de la zona, el carguero Rozi. Pero ha tenido ciertos problemas con este sector en los últimos tiempos.

El verano pasado, un turista israelí también murió en un accidente de buceo en Malta, en Cirkewwa, y en los últimos tiempos hubo un gran debate por la muerte de otra buzo en las islas que acabó con la condena y posterior absolución de la pareja que estaba buceando con ella.

placeholder El pecio del remolcador Rozi, situado en Ċirkewwa. (Wikimedia/Diego Delso)
El pecio del remolcador Rozi, situado en Ċirkewwa. (Wikimedia/Diego Delso)

Ahora, la comunidad buceadora en el país tiembla por el rescate. Cerca de un 20% de los turistas que van a Gozo lo hacen para bucear y esto puede impactar en las cifras. Para evitarlo, la industria local pide una investigación clara y rápida. De momento el caso ha sido tan sonado que incluso la prensa local destacó a un "héroe" de la situación. Un buceador inglés con un centro de buceo en Malta llamado Marcus Kitching-Howe. Tras encontrarse con la alerta, no dudó en buscar una cuerda para intentar ayudar a los buceadores a salir del agua y calmar al resto de afectados. "Siento que las consecuencias de las decisiones de algunas personas ese día dañarán a la industria del buceo en su conjunto", dijo a la prensa local.

Bedmar espera que todo se aclare pronto y, sobre todo, que la gente se conciencie de ciertos riesgos. "Sé que mucha gente va a lugares como Tailandia a bucear porque es más barato y encima queda muy bien. Pero lo que hay que valorar en todos estos casos es una seguridad y una asistencia que no tienes en cuenta hasta que te pasa algo. Todo lo que tenemos en España y no tenemos en cuenta, luego se puede echar de menos muy facilmente", añade.

Enrique Bedmar y su grupo imaginaron el viaje a Malta como unas vacaciones difíciles de superar. Seis días de marzo en una de perlas del Mediterráneo y con todo organizado para disfrutar de su gran afición: el buceo. Pero una semana después de terminar su experiencia, el recuerdo que les ha quedado es más parecido al de una pesadilla. Los 14 integrantes, pertenecientes a varios centros de buceo andaluces, acabaron viviendo el mayor rescate de buceadores de la historia de Malta, uno de ellos fue hospitalizado y otro acabó falleciendo. "La inmersión fue un Vietnam", resume Bedmar.

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