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'Vaffanculo' y la bomba que ha hecho estallar Malta: ¿quién mató a Daphne Caruana?
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El primer ministro ha dimitido

'Vaffanculo' y la bomba que ha hecho estallar Malta: ¿quién mató a Daphne Caruana?

La conservadora isla europea vive su particular 'primavera árabe' en medio de la indignación por la resaca del asesinato con coche bomba de una periodista muy odiada por los poderosos

Foto: Demonstration demanding justice over the murder of journalist daphne caruana galizia in valletta
Demonstration demanding justice over the murder of journalist daphne caruana galizia in valletta

Desde el avión el país, un archipiélago entre África y Europa, cabe en una sola mirada. Apenas 27 kilómetros de largo y 14 kilómetros de ancho de su isla más poblada, Malta, donde viven cerca de 440.000 personas. Un micro mundo apretado con cerca de 1.500 habitantes por kilómetro cuadrado, la mayor densidad poblacional de toda la Unión Europea. Todo está cerca en Malta y todo se escucha en Malta. Por eso, cuando el 16 de octubre de 2017 un coche bomba estalló y asesinó a la periodista Daphne Caruana todo el mundo comenzó a ser un poco víctima y un poco culpable.

¿Quién mató a Daphne Caruana? Muchos en la isla podrían tener "razones" para asesinar a una periodista de estilo muy agresivo y desde cuyo blog había atacado sin misericordia a casi a todos los estamentos políticos y sociales malteses. Sus últimas investigaciones, por contra, habían dado con algo más que un tema local con el que practicar hipérboles y destapaban una trama de corrupción internacional demasiado grande que acabó con un coche y un país en llamas. El primer ministro, Joseph Muscat, anunció el lunes tras dos años de ser señalado con el dedo que dejará el cargo en el congreso que su partido hará el 12 de enero. Dimite sin dimitir, no se presenta a la reelección y a su alrededor por su acción y omisión comienza a oler fuertemente a podrido todo.

Foto: Vigilia de protesta en La Valeta en el primer aniversario del asesinato de Daphne Caruana Galizia.(Reuters)

La tranquila isla se desangra poco a poco de corrupción y crimen organizado, vicios que hasta entonces se realizaban en la intimidad y en pequeñas dosis. Los malteses se asustaron de descubrirse ellos mismos e hicieron de un cadáver una batalla política. La indignación de la población en las calles no es generalizada, es partidista. "Estamos muy divididos", admiten todos los malteses a los que hemos preguntado. Los seguidores del gubernamental Partido Laborista ponen peros y dudas a lo que consideran un alboroto con fines políticos; los seguidores del conservador Partido Nacional exigen justicia y aprovechan para pedir un cambio de Gobierno.

La lucha en la calle

El domingo 1 de diciembre, La Valletta, urbe fortificada construida por los caballeros de la orden de Malta tras el asedio otomano de 1565, se prepara para un multitudinaria marcha. Los octogenarios padres de Daphne encabezan la manifestación y sujetan una pancarta en la que se lee en maltés: Justicia. "Asesinos, asesinos", grita la gente. "Mafia" y "corrupción ", son otras de las consignas. Hay rabia, rabia maltesa, siempre sosegada y dispuesta a levantar la voz hasta un tono exacto que no perturbe demasiado. La 'primavera' maltesa será ordenada y tranquila si quiere ser.

Hay muchas personas que la querían muerta. Ella era una periodista que criticaba con extrema dureza a cualquiera que se pusiera en su camino

Justo al pasar el Parlamento, la marcha se encuentra una terraza donde turistas y locales toman un café. Los manifestantes esperan a que los comensales se retiren ordenadamente. Seis policías vestidos con jersey de pico y pantalón de pinzas miran la escena. No hay un solo agente antidisturbios. La mayor precaución de las autoridades ha sido colocar algunas vallas. Cada país hace sus revoluciones a su manera porque las revoluciones pueden cambiar gobiernos pero no costumbres.

placeholder Los padres de Daphne Caruana en la manifestación del domingo. (Javier Brandoli)
Los padres de Daphne Caruana en la manifestación del domingo. (Javier Brandoli)

"La gente está empezando ahora a sacar la rabia en las calles y redes sociales. Los números no son grandes pero la rabia es inmensa. Nunca habíamos visto que al primer ministro le lanzaran huevos. Esto no se veía aquí, se está desafiando a la autoridad", explica a El Confidencial esa misma mañana Corinne Vella, hermana de la asesinada Daphne Caruana y, junto a sus sobrinos, la cara de esta lucha por reconocer un crimen de estado y toda la basura que bajo la alfombra escondía esa bomba.

Foto: Forenses buscan pistas cerca del lugar donde fue asesinada Caruana Galizia. (Reuters)

Corinne nos cita en un hotel. Se sienta, pide un café y desenfunda con soltura sus palabras. ¿Sabía tu hermana que podía morir? "Es difícil contestar eso. Ella sabía que estaba cubriendo historias que atañían a gente muy peligrosa. Antes mataron a sus perros o le gritaban y seguían por la calle. Descubrió una gigante red de corrupción trasnacional investigando temas locales; de pronto se dio cuenta de que estaba descubriendo crímenes".

Los Papeles de Panamá

Las investigaciones de Daphne apuntaban a una red de corrupción destapada en los papeles de Panamá en la que estaban envueltos Keith Schembri, jefe de Gabinete del primer ministro, el empresario más rico de la isla, Yorgen Fenech, y los entonces ministros de energía y economía Konrad Mizzi y Chris Cardona.

Las pesquisas apuntaban a un entramado de lavado de dinero y mordidas relacionados con contratos energéticos y sanitarios por millones de euros. Ya ha habido detenciones, dimisiones políticas y liberaciones sospechosas. Fenech trató de huir, Schembri dejó su cargo. Melvin Theuma, un detenido que parece que obró de intermediario, va cantando nombres y el castillo parece que poco a poco se deshace.

La única suerte que tenemos es que Europa no puede permitir esto, y estamos ya en Europa

"Estoy preocupada por lo que ocurre en Malta. La muerte de Daphne fue un ataque la libertad de los medios. Los periodistas se deben sentir libres para trabajar en Europa, sino la democracia que conocemos está amenazada. Es crucial que todos los responsables sean llevados ante la Justicia lo antes posible", ha declarado el pasado miércoles Ursula Von der Leyen la nueva presidenta de la Comisión Europea. "La única suerte que tenemos es que Europa no puede permitir esto y estamos ya en Europa", dice John Scicluna, uno de los manifestantes del domingo.

Una muerte politizada

Pero la batalla es algo más ya que unas dimisiones, está en juego una forma de vida, meterse en las entrañas de una sociedad modélica y cerrada para sacar todo el excremento escondido. "La gente estaba acostumbrada a la misma pequeña corrupción de muchos países. Es casi considerado normal. Esto es mucho más grande que adelantar tu cita en el hospital. Estamos hablando de delitos relacionados con la oficina del primer ministro. Personas del gabinete que dicen estar sorprendidos no podían desconocer lo que pasaba. La eurodiputada Miriam Dalli, que quiere suceder a Muscat, se siente traicionada, pero no tiene razón para sentirse traicionada, ella tenía la misma información que el resto y defendía al Gobierno", señala Corinne que apunta ya a la era post Muscat.

No hay un líder que haya emergido para poner paz. La división es total. "Yo apoyo al Partido Laborista, pero Muscat debe irse y acabar con este periodo convulso", señala un seguidor del actual Gobierno. "Hay familias en Malta que no se hablan el mes antes de las elecciones. La isla está profundamente dividida entre laboristas y conservadores", explica Costantino Mifsud. "La muerte de Daphne está en el medio de la guerra de los dos partidos. La gente lee y cree a los medios de comunicación de su ideología y eso es peligroso. No hay un pensamiento crítico. Nosotros no estamos metidos en política, pero es obvio que yo no voto al Partido Laborista vistos sus antecedentes", señala Corinne.

placeholder Un manifestante en Malta. (J.B.)
Un manifestante en Malta. (J.B.)

Dejó de haber un crimen para haber un puñado de votos. En las elecciones al parlamento europeo de mayo el Partido Laborista, con todos los indicios de vinculaciones del Gobierno con el caso Daphne ya destapados, venció con un mayoritario 54% de los votos. Las urnas han ido lavando las responsabilidades políticas de los implicados y la justicia, puesta en duda por la familia de Daphne, debe ahora resolver un caso de asesinato mezclado con poderes e ideologías. "El sistema judicial tiene personas íntegras, pero como un todo está comprometido por el hecho de que el Partido Laborista nombra a sus miembros. El suegro de la magistrada que lleva el caso de Fenech es el abogado personal de Muscat. Debería ella misma haberse recusado por conflicto de intereses y sin embargo ha aceptado el caso", afirma Corinne.

Las urnas han ido lavando las responsabilidades políticas de los implicados

¿Quién mató a Daphne Caruana?, esa es la pregunta que responder. "Hay muchas personas que la querían muerta. Ella era una periodista que criticaba con extrema dureza a cualquiera que se pusiera en su camino. Del primer ministro escribió que tenía cara de vagina rasurada. Los que la mataron con una bomba quisieron mandar un mensaje y sintieron que eran impunes porque habría muchos sospechosos. Descubrió un caso de corrupción grave. Hablan de la planta de energía, pero el dinero estaba en el contrato de la clínica de ancianos a 30 años. Miren y echen cuentas, salen cientos de millones. Por ese dinero matan a cualquiera hasta en España, ¿no?", opina un maltés que nos pide ocultar su nombre.

El himno de Vaffanculo

¿Habrá una Malta antes y después de este caso? "Yo desearía que ella estuviera aquí para ver su trabajo, lo ha hecho ella, pero la tragedia es que ella no está aquí para verlo. No habrá un cambio sin lucha. No estamos aún allí. Hasta que el cambio no es permanente no hay un cambio real. Estamos en un momento muy peligroso", concluye Corinne.

La anunciada dimisión de Muscat del pasado lunes, que se hará efectiva dentro de un mes, ha rebajado algo las protestas. En un anunció público, el primer ministro aseguró que habrá justicia para Daphne, que se ha hecho y se hace todo lo posible para esclarecer el asesinato y dijo dar un paso al lado por el bien del país. "Este paso garantizará y preservara el legado de un crecimiento económico y de justicia social sin precedentes", aseguró el político que ha gobernado con un crecimiento económico anual cercano al 6% y ha introducido el matrimonio gay en la conservadora y católica Malta (el divorcio se aprobó en 2011 y el aborto está prohibido).

Los que la mataron con una bomba quisieron mandar un mensaje y sintieron que eran impunes porque habría muchos sospechosos

Las detenciones y anuncios en el caso se suceden. La Valletta recupera su ritmo de grandes cruceros que desembarcan con sus hordas de turistas. La primavera árabe maltesa va para largo. La canción elegida por los organizadores de la marcha del domingo, que tronaba desde los altavoces y miles de personas coreaban, es el inicio de esa indignación que debe prender para cambiar todo, incluso la cortesía heredada de los tiempos de los británicos. La gente, agolpada en una plaza en la que había más niños que agentes de policía cantaba a coro el estribillo de una canción mítica del italiano Marco Masini que acaba diciendo así (traducida): "Finalmente te lo digo, con mi desesperación, mi querido peor enemigo travestido de santo: vete a tomar por culo, vete a tomar por culo...". Y el 'vaffanculo' resonaba como un grito liberador de esos miles de personas que exigen justicia para Daphne, la periodista que hubiera sin duda suscrito esas palabras.

Desde el avión el país, un archipiélago entre África y Europa, cabe en una sola mirada. Apenas 27 kilómetros de largo y 14 kilómetros de ancho de su isla más poblada, Malta, donde viven cerca de 440.000 personas. Un micro mundo apretado con cerca de 1.500 habitantes por kilómetro cuadrado, la mayor densidad poblacional de toda la Unión Europea. Todo está cerca en Malta y todo se escucha en Malta. Por eso, cuando el 16 de octubre de 2017 un coche bomba estalló y asesinó a la periodista Daphne Caruana todo el mundo comenzó a ser un poco víctima y un poco culpable.

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