La nueva teoría independentista: Malta fue una colonia catalana durante 500 años
Esa es la teoría de Jordi Bilbeny, director del Institut Nova Història (INH), una entidad revisionista partidaria de extravagantes teorías sobre los catalanes
Malta no es una isla cualquiera. Las nuevas teorías del independentismo catalán la sitúan como un territorio que estuvo durante cinco siglos bajo la bota de un rey catalán, a pesar de que jamás ha habido una corona catalana. Esa es, sin embargo, la teoría de Jordi Bilbeny, director del Institut Nova Història (INH), una entidad revisionista partidaria de extravagantes teorías sobre los catalanes. Bilbeny prepara un libro para este mes de julio sobre la historia de Malta, a la que considera territorio catalán durante cinco siglos, más otra etapa no cuantificada que estuvo bajo el dominio de "los catalanes del norte de los Pirineos".
Es una nueva vuelta de tuerca a las teorías independentistas. Ya no es solo que los conocidos como 'historiadores ful' reivindiquen como catalanes a personajes como Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, Leonardo da Vinci, Francisco Pizarro, Miguel de Cervantes, Santa Teresa de Jesús o muchos otros. Ahora le toca el turno a los territorios. El INH ya reivindicó que hace 500 años existió un Imperio Catalán, que comenzó en 1519, y del que nada se sabe, porque Castilla censuró la historia de la humanidad.
Pero ahora le toca el turno a otra historia: el Reino de Cataluña dominó la isla de Malta (y el archipiélago en el que se cuentan Gozzo, Comino, Gerba, Pantelleria o Lampedusa) antes de la creación de ese Imperio Catalán. Bilbeny afirma en una grabación del INH que en Malta se puede "admirar la preciosa arquitectura catalana, la ingeniería catalana militar, los nombres catalanes…". El director del INH asegura lo siguiente: "Los catalanes del sur de los Pirineos estuvimos allí, sin exagerar, cinco siglos. O sea, 250 años en que Malta dependió directamente de un monarca catalán o de un monarca relacionado con la Monarquía Catalana y otros 250 años en que la Monarquía Catalana delegó el control y el poder de la isla en los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, que después fueron conocidos como los Caballeros de Malta. En total, hasta que pasó a Inglaterra, son unos quinientos años de dominio más o menos catalán, ya que hablamos de dominio directo o indirecto, más los años que los catalanes del norte de los Pirineos estuvieron. Cuesta un poco de determinar, porque hablan de los normandos, pero los normandos es una cosa muy indeterminada y vaga que pude incluir a gente de Toulouse, o gente de Marsella, o de Carcasona. Los normandos es algo que no he acabado de determinar, porque cuando hablan de normandos no sé a qué clase de catalanes se refieren. Pero sí, cinco siglos como mínimo".
Una moneda con la bandera catalana
El historiador resalta que Malta llegó a acuñar "una moneda con las cuatro barras de la bandera catalana, que se acuñaba también en Sicilia. En la época de la dominación catalana, Malta no era un reino, sino un pequeño archipiélago que dependía directamente del rey de Sicilia, que todo el mundo sabe que era un catalán también".
El dirigente del INH asegura que hay costumbres maltesas que llevaron los catalanes que colonizaron la isla y que se han quedado allí, como el plato 'conill amb samfaina' (conejo con sanfaina). "Ellos le llaman 'fanec a l’estil antic’', así en maltés —dice Bilbeny subrayando la frase en catalán 'a l’estil antic', es decir, 'al estilo antiguo'—. Y hay que buscar algún sitio donde hagan cocina popular y te pongan 'pà tomàquet', aunque ellos le dicen 'pà amb oli' [pan con aceite] a la maltesa y es como el 'pà tremat', pan a la mallorquina, porque los mallorquines también fueron señores de Malta durante muchos años y construyeron ciudades y todo, los hermanos Cotoner". Rafael y Nicolás Cotoner, nobles españoles asentados en La Valetta, fueron sucesivamente grandes maestres de la Orden de Malta. Nicolás comandaba la galera 'San Lorenzo' y, además de abordar barcos turcos, construyó iglesias con ornamentos de metales preciosos, siempre con las armas de la familia grabadas. Rafael, que estuvo al mando de la flota de la Orden como comandante del bajel 'La Gran Sultana', hizo acuñar monedas de oro y plata con su efigie antes de morir de peste.
Además, Bilbeny destaca que las danzas populares maltesas no se parecen a las turcas, como se ha dicho muchas veces, sino a "las catalanas, o a las mallorquinas". También afirma que Malta conserva indumentarias y nombres de calles que son vestigios de la dominación catalana, platos típicos o locales. "Podéis pasar por un sitio donde ponga 'barber' [barbero] y es una barbería. O nombre de los animales, de los peces, de los insectos", dice Bilbeny. En este sentido, el 'investigador' del INH Pere Alzina afirmó ya hace años que en la isla hay apellidos catalanes como Soler, Abella, Pujol o Montserrat (en realidad, apenas hay un puñado de apellidos en catalán), nombres de calles como Tramuntana o Punent e incluso una lápida en la catedral de San Juan del 1794 escrita en catalán. Lo cierto es que la lápida dice: "Aquí descansen les cendres de Fr. Nicolau Abri Dezcallar, Gran Prior de Cataluña, comendador de Espluga Calva y de Barcelona, pecador miserable. Morí als 21 novem. 1794". Aunque hay palabras catalanas (el fallecido, un monje mallorquín), el nombre de Cataluña aparece en castellano.
El INH es una entidad idolatrada por personas tan conocidas como Jordi Pujol (que le envió una carta de felicitación por sus teorías), el actual diputado de Junts per Catalunya, Joan Canadell, o el exdirigente convergente, exdirector de la Escuela de Administración Pública de la Generalitat y actual gurú ideológico de Carles Puigdemont, Agustí Colominas. Esta entidad, no obstante, ya puso a Malta en su radar hace unos años: ya ha organizado dos o tres visitas guiadas para recorrer la isla, 'vendiendo' la dominación catalana. Los viajes, que suelen durar tres días, se sitúan en torno a los 940 euros (permite pagar en dos plazos), incluyendo vuelo, estancia en hotel de cuatro estrellas y comidas (la bebida no incluida), además de alguna excursión. Curiosamente, entre las visitas programadas se incluye "visita por el exterior de la House of Catalalunya, al Albergue de Aragón y el Barrio Balxunetta" u otra "visita panorámica a Marsaxlokk".
La entidad ya había editado trabajos sobre la huella catalana en Malta, como la investigación de Josep Albela, que situaba la influencia catalana entre 1283 y 1530, es decir, desde la batalla de Malta ganada por Roger de Lauria ("almirante de la flota catalanoaragonesa del Rey Pedro II") y reconoce que acaba con "la donación que hace el emperador Carlos I de España y V de Alemania de todas las islas maltesas y de Trípoli a la orden religioso-militar de San juan del Hospital de Jerusalén". La nueva teoría que publicará Bilbeny, en cambio, cambia la historia y relata que la isla pasa a manos de los Caballeros de Malta por una encomienda "del rey catalán". Además, no especifica qué número de Carlos le correspondía al monarca español como rey de Cataluña. De lo que no cabe duda es de que contradice los informes de Albela que hasta ahora había publicado el Institut.
Malta no es una isla cualquiera. Las nuevas teorías del independentismo catalán la sitúan como un territorio que estuvo durante cinco siglos bajo la bota de un rey catalán, a pesar de que jamás ha habido una corona catalana. Esa es, sin embargo, la teoría de Jordi Bilbeny, director del Institut Nova Història (INH), una entidad revisionista partidaria de extravagantes teorías sobre los catalanes. Bilbeny prepara un libro para este mes de julio sobre la historia de Malta, a la que considera territorio catalán durante cinco siglos, más otra etapa no cuantificada que estuvo bajo el dominio de "los catalanes del norte de los Pirineos".
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