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"Si Hungría solicitase hoy entrar en la UE, no sería aceptada”
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ENTREVISTA CON Katalin Cseh

"Si Hungría solicitase hoy entrar en la UE, no sería aceptada”

La eurodiputada húngara Katalin Cseh explica el pulso de la oposición con el Gobierno de Viktor Orbán y el rol de la Unión Europea en el futuro del país

Foto: La eurodiputada húngara Katalin Cseh. (María G. Zornoza)
La eurodiputada húngara Katalin Cseh. (María G. Zornoza)

Katalin Cseh (1988, Hungría) ha mirado al coronavirus desde todos sus ángulos. Ayudando, como médico, en los hospitales de su país natal tras la irrupción de la pandemia. Y como política desde la butaca del Parlamento Europeo, donde pide más transparencia en los contratos con las farmacéuticas. “La información sobre el precio o la cantidad de las vacunas debe ser pública”, señala en una entrevista para El Confidencial en el marco del proyecto ‘Decodificando el Parlamento Europeo’.

Cseh es, además, una de las voces más jóvenes y combativas contra el Gobierno que lidera Víktor Orbán, al que critica por redirigir fondos europeos a oligarcas y familiares y por poner en jaque a la democracia en el país. “Orbán ha creado un modelo de gobierno autoritario que pone en peligro el futuro de la UE”, asegura.

PREGUNTA. Usted es política, activista, pero también médico. Sabemos que fue voluntaria en los hospitales húngaros durante la primera oleada de la pandemia. ¿Puede compartir esta experiencia con nosotros?

RESPUESTA. Trabajé en un hospital antes de ser elegida como eurodiputada y conozco el estado del sistema sanitario húngaro, que ha sido descuidado durante décadas. La pandemia nos golpeó en nuestro punto más débil, así que ser voluntaria en una situación de emergencia era una obligación para mí. Los sanitarios hacen día a día un tremendo trabajo para salvar vidas y luchar contra esta horrible enfermedad. Fue un honor para mí poder ayudar a mis compatriotas húngaros cuando lo necesitaban.

A menudo los políticos piden a los otros que actúen, pero estamos en el momento de aunar fuerzas y hacer lo mejor para nuestro país. Espero, además, que el sistema sanitario de Hungría sea capaz de hacer frente a la pandemia, a pesar del deterioro continuo infringido por las políticas del Gobierno.

P. Hungría fue el primer país en distanciarse de la estrategia europea de vacunación y ya cuenta con las dosis de Rusia y de China. ¿Cómo ve esta realidad y cómo ha reaccionado a ella la población húngara?

R. La vacunación es esencial para luchar contra la pandemia y para regresar a la normalidad. Pero es crucial que las vacunas cuenten con la aprobación de los expertos sanitarios. Y me preocupa mucho que la china se haya administrado a los ciudadanos de mi país incluso sin el visto bueno de los reguladores húngaros. El Gobierno de Orbán no solo pasó por encima de la estrategia europea, sino que aprobó una ley que básicamente permite inyectar cualquier vacuna que se haya administrado a un millón de personas en el mundo. Lo que necesitamos es construir confianza y trabajar juntos como una comunidad europea, que es como somos más fuertes.

Foto: Foto: Reuters

P. ¿Por qué cree que Orbán se ha vacunado con la vacuna china Sinopharm?

R. Es su decisión personal, aunque llama la atención que antes de ello los profesionales del país asegurasen que los húngaros no pueden elegir qué vacuna ponerse. El hecho de que el primer ministro lo eligiese significa que hay un doble estándar.

No digo que la vacuna rusa o la china sean malas, solo digo que deberíamos esperar al veredicto de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para garantizar la seguridad de las vacunas.

P. Sin embargo, estamos viendo un creciente número de Estados miembros, como Eslovaquia o Chequia, que están siguiendo los pasos de Hungría para adquirir las vacunas de Rusia o China. ¿Está fracasando la estrategia europea de vacunación?

R. Desafíos como la administración o la capacidad de producción están dañando, sin ninguna duda, nuestra capacidad de reaccionar. Pero pasar por encima de la estrategia europea y limar la confianza de los ciudadanos no es la respuesta. Digámoslo claro: no sabemos quién asume la responsabilidad de las vacunas que se administran sin licencia. Pido a los Estados miembro que trabajen de forma unida y aúnen esfuerzos a nivel europeo e internacional.

P. Su compañero de Renovar Europa Guy Verhofstadt ha calificado recientemente la estrategia europea de vacunación como un “fiasco”. ¿Comparte esta visión?

R. Estamos haciendo frente a un desafío inédito. Hay algunas deficiencias, pero apoyo firmemente el trabajo de la Comisión Europea para, por ejemplo, pelear por las vacunas de AstraZeneca. No olvidemos que un año después de la irrupción de la pandemia ya tenemos a personas vacunadas. Hace doce meses era casi impensable. ¿Podría hacerse mejor? – Claro que sí -. Pero no olvidemos que es un éxito de la UE, que contribuyó a la investigación de las vacunas.

placeholder Katalin Cseh, eurodiputada liberal húngara, durante un Pleno en Bruselas. (Parlamento Europeo)
Katalin Cseh, eurodiputada liberal húngara, durante un Pleno en Bruselas. (Parlamento Europeo)

P. El Parlamento Europeo ha sido la institución que más ha peleado por la transparencia de las negociaciones con las farmacéuticas. ¿Cuál es el valor añadido de la Eurocámara en la estrategia global?

R. Representamos a casi 500 millones de europeos. El Parlamento Europeo fue el primero en pedir transparencia en los contratos firmados con las farmacéuticas, lo que allana el camino para aumentar la transparencia. Hace unos días, en una audiencia, interrogamos a los CEO de las compañías. Fue algo que no se había hecho en ningún lugar del mundo. Somos una voz importante para la transparencia, la rendición de cuentas y para que se escuche la voz de los ciudadanos. La información sobre el precio o la cantidad de las vacunas debe ser pública y esta continuará siendo una prioridad para la Eurocámara.

P. Regresemos a Víktor Orbán, el ‘enfant terrible’ de la UE desde hace varios años. ¿Han sido la Comisión Europea y el Consejo demasiado permisivos con sus ataques al Estado de Derecho y a los derechos fundamentales?

R. Si Hungría solicitase hoy entrar a la UE no sería aceptada. Y esto es un hecho. El Partido Popular Europeo, la Comisión y el Consejo han permanecido junto a Orbán mientras él socavaba la democracia esparciendo un virus autoritario que está contagiando al continente. Las instituciones europeas han respondido de forma lenta y no han sido valientes a la hora de confrontarlo. Orbán ha creado un modelo de gobierno autoritario que pone en peligro el futuro de la UE. Y se está extendiendo. No solo en Polonia, también en Bulgaria o Eslovenia. Orbán no está solo.

El Partido Popular Europeo ha estado mucho tiempo sin pasar a la acción y ya se han sobrepasado muchas líneas rojas. La Universidad Centroeuropea tuvo que marcharse de Budapest, se ha atacado la independencia del sistema judicial y los medios de comunicación han sido destruidos. La policía detuvo a un activista de mi partido por poner comentarios de la gestión de Orbán en Facebook. Esto está ocurriendo en Hungría ante los ojos del PPE.

P. Ha mencionado el caso de un activista de su partido. ¿Ha recibido usted algún ataque como miembro de la oposición?

R. La tendencia que ha tomado la discordia política en Hungría durante los últimos años hace que cada día experimente amenazas por personas que me siguen a casa y quieren pegarme. Tengo comentarios y mensajes de Facebook que desean que un inmigrante venga a mi casa y me viole. Dicen también que saben dónde vive mi madre y que si no paro mi activismo pasarán a los hechos.

No solo es una situación que me afecta a mí. Una líder de la oposición ha sido calificada de “virus” en el Parlamento húngaro por un diputado del partido de Gobierno. Es muy normal que deshumanicen a los políticos. Y creo que todo ello es malo para la salud de nuestra democracia. Deberíamos regresar a la vía europea de estar desacuerdo. Por eso me gusta estar aquí en el Parlamento Europeo. Puedo tener debates intensos con la gente, pero luego nos damos la mano. Bueno ahora no que estamos en pandemia. En Hungría, sin embargo, esto ya no existe y la oposición, por ejemplo, no tiene permitido aparecer en los medios de comunicación públicos.

Foto: El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony. (Reuters)

P. De hecho, una de las oportunidades para recuperar la concordia y la vía democrática podrían ser las cruciales elecciones del próximo año. ¿Cómo las afronta?

R. Víktor Orbán ha tenido una gestión terrible de la pandemia. Ha destruido la economía y el sistema sanitario apenas se sostiene con el virus. Durante diez años ha atacado los derechos fundamentales y ha aumentado la pobreza mientras que los oligarcas se han hecho más ricos con dinero europeo.

Los húngaros están hartos. La oposición unida está ahora mano a mano en los sondeos con el Fidesz. No olvidemos que en 2019 la oposición ganó las elecciones locales y es la fuerza gobernante en Budapest. El próximo año elegiremos a un Gobierno más pro-europeo y pro-democracia que se preocupe por la gente. Y sobre todo que gaste el dinero europeo bien. Al contrario de lo que ha hecho Orbán.

P. Hablando de dinero europeo, ¿cree que el nuevo mecanismo que vincula las ayudas europeas al respeto del Estado de Derecho va a tener algún efecto para disuadir a Orbán?

R. Representé a mi grupo en estas negociaciones. Y creo que si se utiliza bien puede suponer un avance para la UE y para Hungría. No puede ser que el dinero europeo que debe ayudar a las regiones o personas más desfavorecidas sea robado y vaya a parar a oligarcas y a la familia de Orbán que enriquecen sus círculos y un régimen antidemocrático. Hay que tomar medidas. Es una cuestión crucial para el futuro de la UE y para la confianza de los contribuyentes europeos. Los españoles no querrían ver cómo sus impuestos van destinados a un mini-tren hacia la aldea de Orbán o a subsidios agrícolas de su yerno. Esto tiene que parar. El dinero europeo debe ir a parar a la recuperación y a los ciudadanos.

Katalin Cseh (1988, Hungría) ha mirado al coronavirus desde todos sus ángulos. Ayudando, como médico, en los hospitales de su país natal tras la irrupción de la pandemia. Y como política desde la butaca del Parlamento Europeo, donde pide más transparencia en los contratos con las farmacéuticas. “La información sobre el precio o la cantidad de las vacunas debe ser pública”, señala en una entrevista para El Confidencial en el marco del proyecto ‘Decodificando el Parlamento Europeo’.

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