Von der Leyen quiere meter "el turbo" a la Europa militar: gastar más, mejor y aquí

A menos de 100 días para las elecciones europeas del 6-9 de junio, los líderes de la UE comienzan a esbozar sus proyectos para la próxima legislatura (2024-2029) y una palabra resuena, cada vez con más fuerza, en los pasillos del poder comunitario: defensa.

Una de sus principales impulsoras es la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aspira a lograr un segundo mandato de cinco años al frente del Ejecutivo comunitario. La exministra de Defensa alemana, clara favorita para repetir, ha convertido la política común de seguridad y defensa en el centro de gravedad de su estrategia para la reelección.

"Tenemos que actuar rápido. El riesgo de guerra puede no ser inminente, pero no imposible. No se deben exagerar los riesgos de guerra, pero sí debemos prepararnos para ellos. Y eso comienza con la urgente necesidad de reconstruir, reabastecer y modernizar las fuerzas armadas de los Estados miembros", urgía este miércoles Von der Leyen ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

La alta funcionaria hizo hincapié en el convulsionado escenario geopolítico y los crecientes riesgos que implican los regímenes autoritarios para presentar su promesa estrella de campaña: un comisario de defensa para ayudar a la UE a navegar una época de "desestabilización y conflicto". El objetivo es que la Unión Europea meta "el turbo" a su capacidad industrial y tecnológica militar en la próxima legislatura. "Todo bajo un simple principio: gastar más, gastar mejor y gastar en Europa", resumió.

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En 2019, en un contexto muy diferente, la desconocida aliada de Angela Merkel armó una mayoría en la Eurocámara en torno a la idea del Pacto Verde y la transición ecológica. Cinco años después, su Partido Popular Europeo (PPE) ha dado la espalda al que fuera el buque insignia europeo estos últimos cinco años. En la rueda de prensa en la que anunció su plan de buscar un segundo mandato —después de reunirse con los democristianos alemanes (CDU)—, Von der Leyen pasó de puntillas por el Pacto Verde y se centró en las prioridades del próximo lustro: la seguridad y la defensa, la inmigración y la competitividad de la economía europea.

El giro defensivo de la mujer más poderosa de Europa es significativo y sintomático de los tiempos. Von der Leyen recupera su perfil de defensa, donde era muy respetada en la OTAN durante su época como ministra, y busca convertir la seguridad y la defensa común en su nuevo Pacto Verde. El pilar sobre el que construir un amplio consenso entre las principales familias políticas europeas. Algo que nunca es sencillo, como avisó la propia presidenta.

"Esto va a requerir de decisiones valientes, de coraje político y, sobre todo, de una nueva mentalidad de defensa europea por parte de las instituciones, de la industria y de los inversores", reconoció en el pleno, en la misma tribuna en la que un poco más tarde, Yulia Navalnaya, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni, pidió al Parlamento Europeo ser innovador y no aburrido para derrotar a Vladímir Putin y ver una Rusia libre.

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Se necesita capital

La presidenta de la Comisión repasó algunos de los avances en materia de defensa europea justo cuando la guerra de Ucrania entra en su tercer año, sin señales de que vaya a terminar pronto. La asistencia financiera y política a Kiev, el Fondo Europeo de Defensa, el mecanismo de aprovisionamiento de munición (que no ha dado los resultados esperados) o los aumentos de los presupuestos de defensa de los países miembros en un 20% promedio. Esto, aseguró Von der Leyen, debe ser solo el principio. La mandataria aspira a emular los éxitos de compras conjuntas europeas de vacunas para hacer frente a la pandemia y de gas natural para amortiguar el impacto de la desconexión del suministro ruso. Ahora le toca a la defensa.

"Tenemos que reducir la fragmentación y aumentar interoperabilidad", explicó Von der Leyen. "Tenemos que mandar una señal colectiva a la industria y ver cómo facilitar los acuerdos de compra, para garantizar la seguridad de pedidos y crear unas condiciones estables para la industria con capacidad de planificación a largo plazo", agregó.

Este último punto es especialmente relevante para las empresas del sector, que trabajan al ritmo de los presupuestos públicos anuales mientras tienen difícil acceso a la financiación privada. La jefa de la Comisión aseguró que el sector —especialmente las pymes— necesita acceso al capital de inversores públicos y privados y consideró positivas señales como las declaraciones de la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, quien aseguró recientemente que la institución participará de forma más activa para impulsar los proyectos conjuntos de la industria de defensa europea.

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Hay muchas propuestas al respecto. Thierry Breton, comisario de Mercado Interior y que tiene bajo su mando las cuestiones de industria de la defensa, ha sugerido la posibilidad de crear un fondo de 100.000 millones de euros para inversión militar. El presidente francés, Emmanuel Macron, sugirió durante la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) la posibilidad de utilizar eurobonos para financiar la inversión en defensa, como se hizo con el Fondo de Recuperación dotado con 800.000 millones de euros para hacer frente a los efectos de la pandemia.

Von der Leyen propuso además "pensar en grande" y utilizar los activos congelados en las sanciones a Rusia para sufragar la adquisición de equipos militares para Ucrania. "No podría haber un símbolo más fuerte, ni un mejor uso para ese dinero que hacer de Ucrania, y de toda Europa, un lugar más seguro".

Con aliados o sin ellos

Von der Leyen ha insistido varias veces en la necesidad de premura, de tener un "despertar urgente", de que "hay que moverse rápido" y que "no hay tiempo que perder" ante el auge de una "inquietante liga de (países) autoritarios". El objetivo al terminar los próximos cinco años es obtener "una capacidad operativa europea que pueda ganar batallas", con superioridad numérica y tecnológica de militares. Además, anunció la creación de una oficina de innovación en defensa en Kiev. Una medida simbólica de apoyo a Ucrania, pero también una potencial vía para que la UE aproveche la experiencia militar ucraniana y se apliquen las lecciones de la guerra a los proyectos de defensa conjuntos.

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De trasfondo en todo el discurso de Von der Leyen latía la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, con las implicaciones que tendría para la seguridad y la defensa de la Unión Europea. El aspirante (y favorito para ser candidato) republicano arremetió recientemente contra la OTAN y llegó a asegurar que "animaría" a Putin a atacar a los aliados que no cumplan con su compromiso de una inversión mínima del 2% del PIB en defensa. Y aunque son declaraciones altisonantes a entender en el marco de la campaña estadounidense y del estilo caústico y controvertido del expresidente, también son un recordatorio de una dura realidad.

"Europa tiene que asumir su propia seguridad", conminó la presidenta comunitaria a los eurodiputados. "No tenemos tiempo para estar dándole vueltas a esta cuestión. Con apoyo de nuestros aliados o sin él, no podemos permitir que Rusia gane la guerra. El precio de una victoria rusa sería mucho mayor de lo todo lo que podamos ahorrar ahora. Es momento de que Europa dé un paso adelante", concluyó.