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¿Cómo sería una escalada de Rusia en Europa? Un informe alemán desgrana la respuesta de la OTAN
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El peor escenario después de la guerra

¿Cómo sería una escalada de Rusia en Europa? Un informe alemán desgrana la respuesta de la OTAN

El tabloide alemán 'Bild' ha difundido un informe del Ministerio de Defensa alemán sobre una hipotética escalada entre Rusia y la OTAN si Ucrania pierde la guerra

Foto: Soldados ucranianos en la frontera con Bielorrusia. (Reuters/Gleb Garanich)
Soldados ucranianos en la frontera con Bielorrusia. (Reuters/Gleb Garanich)
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Pongámonos en un escenario hipotético. Ucrania pierde la guerra y una parte de su territorio está controlado por Rusia. ¿Se atrevería Vladímir Putin a lanzar un ataque híbrido contra la OTAN? El Ministerio de Defensa alemán se ha puesto en el peor de los escenarios y en un informe, filtrado por el tabloide Bild, ha expuesto la estrategia de las tropas de Berlín y de la alianza para hacer frente a una escalada con Moscú.

El documento, titulado Alliance Defence 2025, resume un escenario "camino a la guerra" que no deja de ser hipotético y con un objetivo de entrenamiento, ejercicio y análisis. Este tipo de informes son comunes en los ministerios de Defensa para exponer posibles riesgos y cómo empezar a definir estrategias que podrían dar resultado.

El caso más reciente ha sido el de Suecia, cuyo ministro de Defensa Civil, Carl-Oskar Bohlin, declaró en una conferencia que podría "haber una guerra" en el país. Las autoridades instaron a que la situación geopolítica actual es una de las más inestables en años desde la invasión a gran escala en Ucrania y que los suecos deberían prepararse mentalmente para la posibilidad de una escalada.

Suecia está a pocos pasos de unirse a la OTAN, mientras espera la luz verde de Turquía y de Hungría. Una vez dentro de la alianza, y en caso de escalada, Suecia sería uno de los países del flanco oriental del grupo que tendrían que hacer frente a las confrontaciones.

Foto: Agentes de policía de Kosovo tras la escalada. Ognen Teofilovski / REUTERS

Este es precisamente el escenario que plantea el ministerio alemán, ese momento en el que Rusia actúe para llevar la tensión con la OTAN a su punto más alto. El inicio de esa presunta estrategia empezaría este mes de febrero, cuando Moscú llamaría a una nueva movilización para convocar a cerca de 200.000 personas. Este sería el punto de partido para una nueva ofensiva en Ucrania antes de verano de este año, que haría retroceder al Ejército de Ucrania después del fracaso de la contraofensiva.

A pesar de que parece una fecha precipitada, Rusia necesitaría compensar el alto número de muertos y heridos en el frente. Además, "tiene esa capacidad porque tiene 146 millones de habitantes y tienen el capital humano suficiente. Por otro lado, Vladímir Putin ha puesto la guerra en el epicentro de su campaña electoral ante las elecciones del 17 de marzo", explica Mira Milosevich, investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano, a El Confidencial.

El talón de Aquiles de la OTAN

El paso definitivo para la escalada con la OTAN se daría después de esa presunta ofensiva rusa en Ucrania. El tabloide alemán Bild expone que Moscú llevaría a cabo una serie de ciberataques y otras formas de guerra híbrida en los países bálticos con el objetivo de iniciar la incitación contra las minorías étnicas rusas en Estonia, Letonia y Lituania. "Esa política de la Federación de Rusia ya es un hecho desde hace años. En el contexto de la primera y segunda invasión de Ucrania, Moscú ha prestado mucha más atención a las acciones híbridas en la región del Báltico, donde la cuestión de la minoría de habla rusa siempre ha sido tensa para los gobiernos locales. Rusia seguramente utilizará la historia como lo ha hecho hasta ahora; podemos ver todas las herramientas clásicas de la guerra híbrida conduciendo a un aumento de la tensión, la división y la respuesta nacionalista por parte de los países de la región. Todo esto beneficiará a Rusia", señala Ruslan Trad, investigador de seguridad en Atlantic Council.

Los "ataques" provocarían enfrentamientos que, según el documento del Ministerio de Defensa alemán, Rusia utilizaría como excusa para destinar a cerca de 50.000 soldados al oeste de Rusia y Bielorrusia. Así es como podría empeorar la situación, según cita Bild: "En octubre, Rusia traslada tropas y misiles de medio alcance a Kaliningrado y continúa armando su enclave con la mentira propagandística de un inminente ataque de la OTAN. El objetivo secreto del Kremlin es conquistar el estrecho de Suwalki, el corredor polaco-lituano entre Bielorrusia y Kaliningrado".

A finales de este año, se produciría un conflicto fronterizo con disturbios en la zona de la franja, conocida por ser un talón de Aquiles de la OTAN y uno de los objetivos militares de Vladímir Putin en caso de una confrontación abierta con la alianza. "Todo Ministerio de Defensa estudia diferentes escenarios, pero es cierto que esta región siempre ha sido una obsesión para los occidentales porque es un punto de vulnerabilidad en la frontera oriental”, aclara Milosevich.

En el pasado, las fuerzas de Rusia y Bielorrusia han entrenado juntas para poder tomar esta zona y mantener alejada a la OTAN, según un artículo de la BBC, y este escenario cortaría el acceso de la alianza con los estados bálticos. "La estrechez del corredor y el terreno circundante limitan su defensa, convirtiéndolo en un posible cuello de botella en caso de agresión militar. La presencia de avanzados sistemas de misiles rusos en Kaliningrado complica aún más su defensa. La importancia estratégica del corredor de Suwałki trasciende la mera geografía. Es una prueba de fuego para el compromiso de la OTAN con la defensa colectiva en virtud del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte", añade Ruslan Trad. "Cualquier fracaso en la defensa de este corredor podría socavar significativamente la credibilidad y la postura de disuasión de la alianza".

El escenario presentado por el Ministerio de Defensa alemán continuaría con una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU y con el envío de más armamento y tropas a Bielorrusia por parte de Rusia. El Kremlin tendría en su país aliado dos divisiones de tanques, una división de infantería mecanizada y cerca de 70.000 soldados. En mayo de 2025, siempre según el documento de las autoridades alemanas, la OTAN tomaría medidas de disuasión para prevenir un ataque ruso en el paso de Suwalki.

La gran pregunta, incluso en el informe del ministerio alemán, es si el Gobierno ruso se verá disuadido por el despliegue de la OTAN o si realmente puede ser ese el inicio de una guerra. Después de la filtración del documento oficial, un portavoz del Ministerio de Defensa dijo a Bild que "considerar diferentes escenarios, aunque sean extremadamente improbables, es parte del negocio militar cotidiano, especialmente en el entrenamiento".

'Un riesgo real'

A pesar de que se trata de una probabilidad para la que no hay certezas, la filtración tuvo lugar semanas después de que el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirmara que había que tomarse en serio las amenazas de Vladímir Putin contra los estados bálticos, así como Georgia y Moldavia. En este sentido, subrayó que ha llegado el momento en el que los países europeos deben estar preparados para adaptarse al nuevo panorama geopolítico. "La industria de defensa (en la UE) tardará en aumentar sus capacidades. Tenemos entre cinco y ocho años para ponernos al día", sostuvo en entrevista con Die Welt.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió en diciembre pasado que la inestabilidad puede aumentar considerablemente si Rusia gana la guerra en Ucrania. "Existe un riesgo real de que su agresión no termine allí", dijo. "La única manera de alcanzar una solución justa y duradera es convencer al presidente Putin de que no ganarán en el campo de batalla. Y la única manera de garantizar que el presidente Putin se dé cuenta de que no está ganando en el campo de batalla es seguir apoyando a Ucrania", destacó.

Estas declaraciones se enmarcan en un momento de hartazgo de una parte de la sociedad occidental después de casi dos años de guerra y de mayores impedimentos para que las ayudas militares continúen llegando a Ucrania por la resistencia de los republicanos en el Congreso de EEUU. Varios analistas plantean, en este contexto, la importancia de que el informe se haya difundido en este momento.

"Hay muchas incertidumbres con respecto al futuro de la guerra en Ucrania, sobre todo en lo que respecta a las ayudas, y esta es una manera de recordar a los occidentales que Kiev está luchando", explica Mira Milosevich. Sin embargo, sostiene, Rusia no tiene interés en entrar en una guerra con la OTAN porque podría perder muy fácilmente. "Ese escenario significaría entrar en conflicto con Estados Unidos. Rusia ya tiene un frente de más de 1.200 kilómetros que apenas puede defender y está muriendo muchísima gente", afirma.

Por su parte, Trad destaca que el informe puede haber salido a la luz en este momento porque también hay tensiones en el bando occidental. "Países como Polonia, Alemania, Estonia y Finlandia saben bien de lo que Rusia es capaz. Berlín despertó después de un largo sueño y se dio cuenta de que estaba en medio de una tormenta. No es así como se siente en París. Londres tampoco es ingenuo, pero muchas otras potencias occidentales están reaccionando con lentitud", afirma a El Confidencial.

Después de la filtración del informe, que no ha sido verificado por el Ministerio de Defensa, la OTAN ha aclarado que el documento solo refleja un escenario de entrenamiento, "que siempre es una situación ficticia" y que "está diseñado para probar capacidades militares en un área específica", dijo Janis Sarts, director del Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN.

Rusia, por su parte, tampoco ha tardado en responder. La portavoz de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zakharova, se ha burlado del artículo y ha comparado la fiabilidad de esa predicción con la de un "horóscopo". "Leí el 'plan secreto' alemán filtrado en el canal informativo Bild. Es como un poderoso horóscopo del año pasado para Piscis", bromeó.

Las mejores cartas de Rusia

Más allá del documento del Ministerio de Defensa de Alemania, otros investigadores han estudiado un posible conflicto directo entre Rusia y la OTAN. "Estamos mucho más cerca de la guerra con Rusia de lo que la mayoría de la gente cree", alerta Fabian Hoffmann, catedrático de la Universidad de Oslo y experto en políticas de Defensa y estrategia nuclear.

El experto sostiene que uno de los errores a la hora de especular sobre esta escalada es extrapolar las lecciones de Ucrania y pensar que una guerra con Rusia se desarrollaría de manera similar, aunque a mayor escala. "Rusia no planea el tipo de guerra convencional a gran escala con la OTAN que estamos viendo actualmente en Ucrania y para la cual nos estamos preparando principalmente", sostiene en un hilo publicado en la red social X.

Hoffman explica que, en lugar de intentar derrotar a las fuerzas de la alianza en una guerra terrestre, el Kremlin realizaría ataques de largo alcance contra infraestructura civil crítica en países de la OTAN. El mensaje a los gobiernos sería el de no apoyar a los aliados de Europa del Este "si no quieren ver sufrir su población". "Al mismo tiempo, Rusia extendería su paraguas nuclear sobre cualquier territorio de la OTAN (...), y esto envía un segundo mensaje: cualquier intento de retomar ese territorio, particularmente por parte de fuerzas externas de la OTAN (como EEUU), resultará en una escalada nuclear", continúa el investigador.

El desenlace sería parecido al del informe alemán y se resumen en quién sería el primero en dar marcha atrás ante la perspectiva de una guerra a gran escala. Es posible que sea la OTAN la que ceda ante una presión psicológica y la falta de una resolución, que sería interpretado por Rusia como una victoria.

"La guerra en curso en Ucrania le está enseñando a Rusia una lección crucial: que Occidente carece de determinación. La desunión interna y las interminables discusiones sobre la escalada solo refuerzan la creencia de Rusia de que la OTAN dará marcha atrás cuando llegue el momento", argumenta Fabian Hoffman.

Según su opinión, los escenarios a los que apuntan funcionarios occidentales como Boris Pistorius sobre la necesidad de ponerse al día militarmente en cinco u ocho años es demasiado optimista, y cree que se acercan más a los dos o tres años para conseguir una postura que consiga disuadir a Rusia. "Nuestra falta de preparación, tanto en el espacio físico como en términos de nuestra capacidad cognitiva para pensar en estos escenarios, es alentadora para Rusia. Desde 2014, los intelectuales rusos han debatido extensa y públicamente cómo ganar una guerra contra la OTAN. ¿Dónde está nuestro debate?", concluye el investigador.

Pongámonos en un escenario hipotético. Ucrania pierde la guerra y una parte de su territorio está controlado por Rusia. ¿Se atrevería Vladímir Putin a lanzar un ataque híbrido contra la OTAN? El Ministerio de Defensa alemán se ha puesto en el peor de los escenarios y en un informe, filtrado por el tabloide Bild, ha expuesto la estrategia de las tropas de Berlín y de la alianza para hacer frente a una escalada con Moscú.

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