Es noticia
Milei inaugura una Argentina "sin plata" y anuncia recortes: "No hay alternativa al 'shock"
  1. Mundo
toma de posesión

Milei inaugura una Argentina "sin plata" y anuncia recortes: "No hay alternativa al 'shock"

El nuevo presidente de Argentina compara su elección con la caída del Muro de Berlín y anuncia medidas que serán "el último mal trago" hacia "la reconstrucción" del país

Foto: Javier Milei, durante su discurso. (Reuters/Agustín Marcarian)
Javier Milei, durante su discurso. (Reuters/Agustín Marcarian)

Si alguien pensaba que la solemnidad del ambiente iba a amilanar el discurso, se equivocaba. Javier Milei anunció el establecimiento de un profundo shock económico, sin gradualismo, que comenzará esta próxima semana, frente a miles de seguidores, a las puertas del Congreso argentino, poco después de asumir la presidencia del país sudamericano.

"No hay plata. No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock", repitió el presidente argentino, con la banda bicolor en el pecho y el bastón de mando en mano, como lo hizo en campaña y repitió también tras su victoria electoral, levantando los júbilos de los miles de argentinos que se apostaban en la plaza, parte de ellos de extracción humilde, que compran su discurso desde hace meses.

La escena es inédita: un presidente prometiendo recortes masivos siendo jaleado. Milei prometió este domingo que se producirá inmediatamente un ajuste de gasto por valor del 5% del PIB argentino. Una cosa es segura: en lo respectivo a la dureza de sus políticas, Milei no ha engañado a nadie. "Naturalmente, eso impactará de manera negativa sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes", dijo el nuevo mandatario, sin titubear, anunciando, como ya dijo tras las elecciones, una "estanflación".

Una estanflación es un periodo de estancamiento de la economía, con un crecimiento bajo, o un decrecimiento del PIB, sumado a una fortísima inflación. Ese es el panorama que tanto Milei como sus asesores económicos vaticinan para los próximos meses.

Foto: El escritor Hernán Casciari es un traductor de la realidad social argentina. (Gaspar Kunis/Cedida)

Varios expertos financieros consultados por la agencia Bloomberg calcularon, esta semana, que el país podría cerrar 2023 con una inflación del 180% interanual. Milei culpó a gobiernos anteriores de esa situación, y aseguró, en la plaza del Congreso, que, debido a esa herencia, habrá inflación durante los próximos dos años.

La estanflación, consideran los analistas, desincentivaría la inversión y provocaría un estancamiento de los salarios que afectaría a los más vulnerables, justo como el mismo Milei vaticina.

Foto: Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI. (EFE/EPA/Jalal Morchidi)

No habló el presidente sobre la posibilidad de acabar con subsidios que palien la situación en las zonas más vulnerables, como el polémico Potenciar Trabajo, el salario mínimo a cambio de actividades de "economía popular", como el arreglo de calles o la organización de comedores sociales, aunque tras ganar las elecciones dijo que lo mantendría. "Esta estanflación no es algo muy distinto de lo que ha pasado en los últimos 12 años", dijo Milei, señalando no solo a las administraciones peronistas, sino también a Mauricio Macri, a quien necesita ahora para gobernar.

"En los últimos 12 años, el PIB per cápita ha caído un 15% en un contexto donde acumulamos un 5.000% de inflación. Por lo tanto, hace más de una década que vivimos en estanflación", señaló, aunque Argentina nunca ha entrado en estanflación técnica en los últimos 20 años. "Por lo tanto, este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción argentina", señaló, continuando su directa declaración de intenciones. "Habrá luz al final del camino", prometió.

Milei comenzó su discurso, tras jurar en el Parlamento, repasando su visión de la historia de Argentina. Recordó, ante Felipe VI, que "hace 200 años, un grupo de ciudadanos argentinos reunidos en San Miguel de Tucumán le dijeron al mundo que las provincias unidas del Río de la Plata no eran más una colonia española" y recalcó que, en 1853, Argentina decidió "abrazar las ideas de la libertad", sancionando una Constitución liberal.

Cae un nuevo Muro de Berlín

"De ser un país de bárbaros enfrascados en una guerra sin cuartel, pasamos a ser la primera potencia mundial", volvió a asegurar el presidente, a pesar de que, aunque Argentina se encontraba entre los países que más crecían a principios del siglo XX, muy en paralelo con EEUU, las todavía potencias imperiales, como Francia y Reino Unido, continuaban dominando la geopolítica mundial.

"Lamentablemente, nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazó las ideas empobrecedoras del colectivismo", apuntó, como lleva repitiendo en los últimos años, culpando al peronismo de los problemas estructurales del país austral.

"Así como la caída del Muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el puente de quiebre de nuestra historia", remarcó, antes de recalcar la herencia recibida, que considera la peor que cualquier Gobierno ha recibido en la historia.

"El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávits gemelos, esto es, superávit fiscal y externo, hoy nos deja déficits gemelos por el 17% del PIB. De ellos, 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el banco central. Por lo tanto, no existe solución viable en la que se evite atacar el déficit fiscal. Al mismo tiempo, de esos 15 puntos de déficit fiscal, cinco corresponden al Tesoro Nacional y 10 al banco central, por lo que la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de cinco puntos del PIB que, a diferencia del pasado, caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado", recalcó el nuevo presidente argentino.

placeholder El nuevo presidente se dirige a sus fieles en la Casa Rosada. (Reuters/Agustin Marcarian)
El nuevo presidente se dirige a sus fieles en la Casa Rosada. (Reuters/Agustin Marcarian)

Se sabe que, este lunes, el Gobierno publicará sus primeras medidas de shock. Entre ellas, según diversas filtraciones, podría haber disposiciones como el fin de la obra pública que no tenga financiamiento privado o extranjero, algo que numerosos analistas han criticado porque crearía desempleo.

El mismo presidente aseguró, este domingo, que es "necesario limpiar los pasivos remunerados del banco central, los cuales son responsables de los 10 puntos de déficit del mismo. De esta manera, se pondría fin a la emisión de dinero y con ello a la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos".

Es decir, pondrá fin a lo que los críticos de la emisión consideran como la maquinita de imprimir dinero, pero en ningún momento se refirió a la tan referida, en campaña, dolarización. Fue la gran ausente del discurso. En ningún momento se mentó el término, que no está tampoco, según se ha filtrado, en el programa a medio plazo del ministro de Hacienda, el macrista Luis Caputo. No habrá dolarización inmediata. Sí se han filtrado diversos globos sonda sobre una posible privatización del banco central, pero no sobre la dolarización.

placeholder Banderas argentinas en la Casa Rosada. (Reuters/Matias Baglietto)
Banderas argentinas en la Casa Rosada. (Reuters/Matias Baglietto)

"Milei pronunció el discurso inaugural más trucho de la historia argentina. Puteen a voluntad y compren todos los buzones que quieran, pero en pocos días la población descubrirá que la estafaron con el programa económico. Y todo esto sin hablar del mayor drama argentino, que no es el gasto público que dijo Milei, sino el desastre cuasi fiscal del Banco Central, del cual Caputo es mayor ideólogo como representante de los intereses financieros más corruptos", comentó tras el debate Carlos Maslatón, un libertario, experto en Economía, que apoyaba a Milei, pero se distanció del presidente hace meses.

Hizo Milei también un diagnóstico sobre el cepo cambiario, los límites que diversos gobiernos han puesto sobre el cambio de pesos a dólares, no solo sobre el tipo de cambio oficial, sino también sobre el máximo de divisa que los argentinos pueden cambiar en el mercado legal. Como siempre, lo calificó como una "pesadilla social y productiva, porque implica altas tasas de interés, bajo nivel de actividad, escaso nivel de empleo formal y salarios reales miserables, que impulsan el aumento de pobres indigentes", pero no dijo que lo fuese a retirar.

Ya había avanzado tras ganar los comicios que no lo haría, al menos de forma inmediata, para evitar una hiperinflación. Eso sí, entre las medidas filtradas a la prensa estos días figura una devaluación considerable del peso en la primera semana de gobierno.

Foto: Javier Milei. (Reuters/Agustín Marcarian)

El tipo de cambio aumentaría desde los 400 pesos por cada dólar de hoy en día —ya son unos 50 pesos más que antes de la segunda vuelta— a unos 550 o 600 dólares, según analistas cercanos al Gobierno de los medios argentinos.

"El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%. Por contra, no hay otra solución alternativa al ajuste", puntualizó el presidente, asegurando, en un discurso muy técnico, como acostumbra, que la deuda con los importadores supera los 30.000 millones de dólares en un discurso que también incluyó la destrucción de los salarios reales, el alto volumen de empleo informal —que contrasta con una cifra oficial de desempleo inferior al 7%— y los grandes vencimientos futuros de deuda.

"Nos han arruinado la vida. Nos han hecho caer por diez veces nuestro salario. Por lo tanto, tampoco nos debería sorprender que el populismo nos esté dejando un 45% de pobres y 10% de indigentes”, dijo, idéntica cifra que la publicada la semana pasada por los organismos oficiales del Gobierno saliente. Por eso, añadió, "no hay solución alternativa al ajuste", refiriéndose, acto seguido, a los "desequilibrios en tarifas". Desde el equipo del presidente, se ha filtrado que Milei quiere retirar los subsidios a las facturas de la luz y el gas, muy subvencionadas en Argentina, de forma gradual, pero rápida, en el periodo comprendido entre enero y marzo.

Desde el equipo del presidente, se ha filtrado que Milei quiere retirar los subsidios a las facturas de la luz y el gas, una medida polémica

Milei sabe que es un tema muy delicado, que ni siquiera Macri abordó de forma contundente, y que generará, a buen seguro, protesta social. Especialmente, por supuesto, si se tocan los precios del transporte público, en un país donde el pasaje básico de autobús subvencionado cuesta 60 pesos (unos seis céntimos de euro en el mercado informal de divisas y unos 15 céntimos en el mercado formal), pero donde cientos de miles de trabajadores apenas se pueden permitir recargar 1.000 pesos a la semana en su tarjeta de viaje, teniendo que tomar varios transportes para llegar a su trabajo.

Algunas empresas de autobuses marcan en Buenos Aires el precio del billete sin subvencionar, que ascendería, según esas compañías, a 700 pesos, por si algún cliente quiere pagar ese monto. Parte de los analistas creen que Milei también podría retirar esos subsidios, pero otros creen que el presidente mantendrá su palabra de proteger a la clase trabajadora.

"Luego del reacomodamiento macro que vamos a impulsar, el cual será menos doloroso cuanto mayor sea la caída del riesgo país y cuanto mejor sea nuestra contención desde el Ministerio de Capital Humano, la situación comenzará a mejorar", señaló Milei, nombrando el organismo que pasará a administrar, a partir de ahora, los subsidios para la población más pobre, dejando atisbar que parte de las ayudas se mantendrían.

"El último mal trago"

Entre el funesto diagnóstico del presente, y también el vaticinio del difícil panorama futuro y los sacrificios que tendrán que hacer los argentinos, Milei prometió que la situación comenzaría a mejorar a medio plazo, que en otras ocasiones también ha situado en dos años.

"En el caso alternativo, la propuesta sensiblera progresista, cuya fuente de financiamiento en la emisión de dinero derivará en una hiperinflación que llevará al país a la peor crisis de su historia, sumado a que nos meterán en una espiral decadente que nos equiparará con la oscuridad de la Venezuela de Chávez y Maduro", señaló.

Después, Milei hizo un repaso a la situación de seguridad, subrayando, sobre todo, la baja tasa de resolución de delitos, criticó que Argentina se encuentre en el puesto 66 de 81 en el informe PISA, y aseguró que el sistema de salud está colapsado, aunque a esa materia no se refirió en demasía durante la campaña. "No tenemos margen para discusiones estériles. Nuestro país exige acción y una acción inmediata", apuntó, para finalizar, volviendo a hacer hincapié en que se avecinan días críticos.

Foto: El rey Felipe VI y el presidente electo de Argentina, Javier Milei. (Casa Real)

"No deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero, lamentablemente, no nos han dejado opción", subrayó. "Sabemos que a corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo, habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo", apuntó.

Este domingo se anunció que el primer paquete de medidas sería publicado este lunes, pero, a lo largo del día, se deslizó que podrían anunciarse el martes o el miércoles, para evitar posibles defectos de forma que traben su tramitación. El periodo estival se asoma caliente en una Argentina que acaba de dar un fuerte giro político.

Si alguien pensaba que la solemnidad del ambiente iba a amilanar el discurso, se equivocaba. Javier Milei anunció el establecimiento de un profundo shock económico, sin gradualismo, que comenzará esta próxima semana, frente a miles de seguidores, a las puertas del Congreso argentino, poco después de asumir la presidencia del país sudamericano.

Noticias de Argentina Javier Milei
El redactor recomienda