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La ultraderecha gana las elecciones en Países Bajos: "Vamos a priorizar a los neerlandeses"
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La ultraderecha gana las elecciones en Países Bajos: "Vamos a priorizar a los neerlandeses"

Geert Wilders, el líder de la formación PVV, sumaría 37 de los 150 escaños, según el 98% de los votos escrutados, lo que confirma la victoria anunciada por las encuestas a pie de urna

Foto: El líder del PVV, Geert Wilders (c-d), habla con los medios de comunicación tras los resultados de las elecciones. (EFE/Remko de Waal)
El líder del PVV, Geert Wilders (c-d), habla con los medios de comunicación tras los resultados de las elecciones. (EFE/Remko de Waal)

El líder de la extrema derecha neerlandesa, Geert Wilders, del Partido por la Libertad (PVV), recibió con sorpresa el resultado de las urnas, que lo sitúa como ganador de las elecciones generales de este miércoles con el 98% escrutado y con 37 de los 150 escaños, lo que le da prioridad para formar Gobierno, y prometió "priorizar los intereses de los neerlandeses" y "limitar el tsunami de asilo" en Países Bajos.

En su primer discurso, tras conocer los datos de los sondeos, Wilders aseguró que su grupo, el Partido por la Libertad (PVV), "quiere trabajar con otros partidos desde una gran posición" y eso significa, señaló, que los demás grupos deben ceder y negociar la formación de Gobierno con él.

Así, lograría 20 diputados más de los que tiene actualmente y se impondría a la coalición formada por el Partido del Trabajo y los Verdes (GL-PvdA), que encabeza el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, que también mejoraría sus resultados pasando de 17 a 25 diputados, quedándose como segunda fuerza, según los resultados del Servicio Electoral de la Agencia de Prensa Holandesa (ANP) recogidos por NOS.

"Priorizar los intereses de los neerlandeses" y "limitar el tsunami de asilo" en Países Bajos

"La esperanza de Países Bajos es que la gente recupere su país. Que el tsunami de asilo sea limitado, que llegue más dinero a las carteras de los ciudadanos", señaló Wilders, quien consideró que "el elector ha hablado" y el PVV se asegurará de "priorizar los intereses de los neerlandeses" en la próxima legislatura, en la que quiere ser primer ministro.

Wilders, el político neerlandés más amenazado de Países Bajos por sus críticas al islam, aseguró que la implementación de su agenda “no será posible en la izquierda” y defendió una posible coalición con el centroderecha VVD, liderado por la turco-neerlandesa Dilan Yeşilgöz (24 escaños), y Nuevo Contrato Social (NSC), del democristiano Pieter Omtzigt, que entra al Parlamento con 20 escaños.

Foto: Carteles electorales en La Haya, Países Bajos, un día antes de que las urnas decidan el nuevo Parlamento. (Reuters/Piroschka Van de Wouw)

También quiere gobernar con el apoyo del partido de los campesinos BBB, que obtendría siete escaños, según los sondeos. "Otros partidos también son bienvenidos", agregó, y prometió: "Seré razonable, a pesar de esta maravillosa victoria".

En su programa electoral, Wilders incluye cuestiones como un referéndum para salir de la Unión Europea (Nexit), así como la prohibición del Corán y las mezquitas en Países Bajos, aunque unos días antes de las elecciones aseguró que dejará estas cuestiones en segundo plano porque el país "tiene otros problemas más importantes" en estos momentos.

Foto: La líder del BBB reacciona a los resultados de las últimas elecciones holandesas. (EFE/Sem van der Wal)

Un futuro de pactos

El sistema electoral en Países Bajos es una ecuación complicada. No por su forma, que se parece bastante a la de cualquier democracia moderna, sino por su complejidad a la hora de formar Gobierno. De hecho, la última vez que los holandeses consiguieron agotar una legislatura fue en 1998. Desde entonces, todos los comicios habían sido anticipados por diferentes crisis de gobierno.

Foto: Mark Rutte, de gira en Malasia. (EFE/Fazry Ismail)

En este escrutinio se han repartido 150 escaños, optando 26 partidos políticos a la presidencia. Con tantos candidatos, es imposible que gane un solo partido, pero no hay límite de socios para una formación del Ejecutivo. Y solo hay un puesto de primer ministro, que normalmente es para el cabeza de lista del partido que más escaños obtiene. La coalición saliente tiene cuatro partidos y está liderada por Rutte, un maestro de la negociación que se ha caracterizado precisamente por su don de ceder aquí y allá para formar Gobierno con la derecha y la izquierda en cuatro legislaturas desde 2010.

Tras más de 13 años en el tablero político, estas han sido las primeras elecciones sin la participación de Rutte, el hombre clave para unir al centroderecha neerlandés. Ahora, la sucesora de Rutte en el VVD, Dilan Yeşilgöz, tendrá que coquetear como ha estado haciendo en las últimas semanas de campaña electoral— con la ultraderecha de Geert Wilders de cara a las negociaciones.

Uno de los puntos clave en estas elecciones ha sido la llegada de refugiados. Pese a que este es uno de los problemas menos importantes en Holanda, ya que el país recibe un 35% menos de solicitudes de asilo que sus países vecinos y el flujo de llegadas es casi la mitad de lo previsto, este ha sido el tema principal en la campaña: reformar el sistema migratorio y reducir las llegadas de solicitantes de asilo y de inmigrantes.

Foto: El primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte. (Reuters/Ints Kalnis)

Justo fue este mismo enredo político lo que impulsó a Rutte a tomar la decisión de abandonar la dirección del VVD. A las puertas del verano, y ante la sorpresa de todos, el primer ministro disolvió el Gobierno de coalición tras una reunión con su gabinete con una medida para restringir duramente la reagrupación de familiares directos de los refugiados.

En el país que inventó el modelo de pólder, es decir, la toma de decisiones basadas en el consenso y la negociación, Rutte no podía lidiar con arrogancia y amenazas. Pero él mismo, de alguna manera, también lo hizo al disolver las Cortes, saltándose todas las reglas del juego. Es decir, tumbó su cuarta formación desde 2010 y dejó el país descolocado sin llegar a ningún consenso.

Ese mismo escenario será ahora el campo de batalla de Yeşilgöz, una desconocida en el escenario internacional, pero con carrera reconocida en política nacional. Todo apunta, debido al ascenso de la ultraderecha neerlandesa, que el campo de batalla en las tribunas del Parlamento estará más ajustado que nunca.

El líder de la extrema derecha neerlandesa, Geert Wilders, del Partido por la Libertad (PVV), recibió con sorpresa el resultado de las urnas, que lo sitúa como ganador de las elecciones generales de este miércoles con el 98% escrutado y con 37 de los 150 escaños, lo que le da prioridad para formar Gobierno, y prometió "priorizar los intereses de los neerlandeses" y "limitar el tsunami de asilo" en Países Bajos.

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