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El dinero estadounidense que financia la campaña antimusulmana de Wilders
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el freedom center le ha donado más de 130.000 €

El dinero estadounidense que financia la campaña antimusulmana de Wilders

El Partido de la Libertad (PVV) ha hecho públicas sus cuentas por exigencia legal. Y uno de sus principales donantes es una prominente y polémica organización ultraderechista de EEUU

Foto: Geert Wilders. (Ilustración: Raúl Arias)
Geert Wilders. (Ilustración: Raúl Arias)

Geert Wilders, el político antimusulmán más grandilocuente de Europa, ha cultivado estrechos lazos de amistad con la extrema derecha estadounidense. Además de visitar con frecuencia ese país para dar conferencias sobre los peligros que supone el islam y la inmigración musulmana para los países occidentales, también recibe importantes sumas para financiar su campaña xenófoba en los Países Bajos.

“Mi querido amigo y aliado David Horowitz, gracias por todo el apoyo y amistad”, tuiteó el líder de la ultraderecha holandesa el 30 de diciembre pasado. Junto al texto, una fotografía con el presidente del Freedom Center, un polémico organismo sin ánimo de lucro con sede en California que patrocina campañas antiislamistas y antimigratorias en Estados Unidos. Ahora, el fundador de ese think thank ocupa un papel prominente en la financiación del Partido de la Libertad (PVV), la formación de Wilders, que encabeza las encuestas para las elecciones del próximo miércoles.

La cuenta de PayPal de la fundación Amigos del PVV, el brazo recaudatorio del organismo político, recibió solo en 2015 más de 108.000€ de la fundación derechista estadounidense. Esto es mucho más que en 2014, cuando Wilders recibió solo 18.110,69 euros (20.000 dólares) por parte del Freedom Center. Y es un dato importante para el partido, que depende totalmente de donaciones privadas, debido a su poco habitual estructura que le impide recibir subvenciones estatales. Para ello necesitaría tener más de 1.000 miembros. Pero el PVV es un partido con solamente un miembro, el propio Wilders, quien no admite nuevos socios, cerrándose así la vía a financiación pública. Eso sí, los 12 diputados del PVV, que figuran como adheridos a su grupo parlamentario sin ser formalmente miembros del partido, reciben un salario estatal decente gracias a sus escaños, lo que se complementa con fondos, también públicos, para contratar a los asistentes.

Foto: Geert Wilders escucha a un participante durante una rueda de prensa en Viena, en marzo de 2015 (Reuters)

“Wilders tampoco necesita demasiado dinero, ya que el PVV no tiene una organización partidaria que mantener y el político recibe mucha atención en los medios tradicional de forma gratuita y es muy activo en las redes sociales”, explica a El Confidencial el profesor de Ciencias Políticas Koole Ruud, que sigue de cerca la financiación del Partido de la Libertad. Las donaciones aparecen reseñadas en los informes anuales que los partidos políticos publican cada año, desde 2013, obligados por la ley en los Países Bajos. Se deben reportar al Ministerio de Interior los regalos con valor por encima de los 25.000 euros y las donaciones que superen 4.500 del mismo donante en un año.

Los administrativos de Interior acaba de publicar los datos relativos al periodo comprendido entre el 1 de enero de 2015 y el 22 de febrero de 2017. El PVV tiene tres fuentes principales de donaciones. Una es el Freedom Center, fundación registrada en “Sherman Oaks, California”, con un total de 130.280 euros en los últimos dos años, si bien aún no ha realizado ningún ingreso para el 2017. Otra es una entidad que aparece en los documentos bajo el nombre de “FOL INC”, basado en en Buffalo (Nueva York), y que donó al PVV 6.853 € en el año 2016. Y el tercer donante es una persona privada, J.A. De Keizer, residente en Dordrecht, que entregó 9.700 euros cada año. “En general, el PVV tiene muy pocos ingresos, por lo que las donaciones del Freedom Center son relativamente importantes", indica Ruud. “Una dependencia unilateral de un gran donante no holandés podría hacer que el PVV sea sensible a la presión extranjera, lo que en sí mismo podría ser un peligro para la democracia holandesa. Sin embargo, esto no es un problema en la política holandesa y no hay señales de que Wilders haga que sus opiniones dependan de dónde vienen los regalos”, agrega este experto.

Un misterioso donante anónimo

Los documentos depositados por el PVV y sus 'Amigos' en el Ministerio holandés muestran que hay otro donante más que respalda al político islamófobo. En abril y en junio de 2015, la fundación recibió dos pagos de 4.500 euros cada uno. El partido eliminó con un marcado negro el nombre del donante extranjero. Esto es una violación de las leyes, ya que las donaciones anónimas están totalmente prohibidas si se trata de un importe superior a los 1.000 euros. La fundación del PVV tiene “un tiempo razonable” para revelar el nombre y la dirección de este donante anónimo. Si esto no ocurre, los Amigos de Wilders se podrán quedar con 1.000 € y los otros 8.000 € serán retenidos por el Ministerio, que los mantendrá en una cuenta especial.

El PVV es la plataforma perfecta para que Freedom Center lleve sus ideas conservadoras más allá de las fronteras estadounidenses: Wilders pide el fin de la inmigración musulmana en Europa, y el cierre de las mezquitas y escuelas islámicas en los Países Bajos, y defiende a viva voz las supremas tradiciones y valores holandeses, “amenazados” por la invasión del islam, pero además lo hace desde una postura de fervorosa defensa de Israel y su papel en el Oriente Próximo. La misma ideología que promueve David Horowitz en EEUU.

Foto: Geert Wilders, líder del PVV, en una visita a un suburbio de Rotterdam, el 18 de febrero de 2017 (Reuters).

De hecho, Wilders ha aparecido en múltiples eventos relacionados con Horowitz durante la última década. Ya en 2009, tres años después de la formación del PVV, el centro de Horowitz organizó una recaudación de fondos en EEUU para el populista holandés, quien finalmente recibió una suma de 75.000 dólares.

En 2010, el político holandés participó en una manifestación de blogueros financiados por esta fundación para protestar contra el proyecto de un centro comunitario islámico que iba a abrirse en Manhattan. Cuatro años después, Wilders habló en público en una cumbre anual de Horowitz que se utilizó para recaudar dinero para los amigos de PVV. No era ningún secreto: El propio Horowitz publicó en 2012 en su página web, que había pagado los gastos del ultraderechista holandés que iba a participar en dos conferencias, una en Filadelfia y la otra en Los Ángeles. También le cubrió los costes de la seguridad y las expensas del hotel para sus cinco guardaespaldas.

En 2014, el Partido de la Libertad informó de que había recibido 18.100 euros, unos 19.000 dólares, de parte del Freedom Center. Sin embargo, la fundación de Horowitz declaró en EEUU ante Hacienda que no había entregado ninguna donación de más de 5.000 dólares ese año. Y en la sección de “deducciones”, el centro estadounidense no señaló ninguna donación destinada al extranjero. La declaración de impuestos es de carácter público cuando se trata de una ONG, por lo que está disponible online.

Temor a la injerencia extranjera

La fundación Amigos del PVV no hizo nada ilegal recibiendo dinero exterior para financiar la causa de Wilders, pero Freedom Center, al tratarse de una entidad sin fines lucrativos y estar exenta del pago de impuestos, tiene prohibido subvencionar actividades directas de campaña política de un partido.

En una entrevista reciente, el presidente del Freedom Center, Michael Finch, dijo que posiblemente las donaciones posteriores a 2009 eran una "transferencia" de apoyo al fondo de defensa legal de Geert Wilder. El ultraderechista ha pasado dos veces por los tribunales holandeses. En 2011 fue juzgado por incitación al odio y discriminación, y declarado inocente. En diciembre de 2016, un tribunal de La Haya lo consideró culpable de incitación a la discriminación y de insulto al colectivo marroquí. La Fiscalía pedí 5.000 euros de multa, pero finalmente Wilders no tuvo que pagar nada, a pesar de la sentencia condenatoria.

Foto: El líder del PVV, Geert Wilders, saluda a simpatizantes durante un acto de campaña en Breda, Holanda, el 8 de marzo de 2017 (Reuters).

David Horowitz no es una figura menor en Estados Unidos: ha respaldado y ha promovido las campañas contra el islam más sonadas de la ultraderecha prosionista estadounidense. Una de las más notables, según la revista estadounidense The Intercept, es la campaña de Frontpage Mag. Esta página web presenta a “todos los musulmanes como terroristas y violadores decididos a infiltrarse en los niveles superiores del Gobierno y los dos principales políticos de EEUU, los demócratas y los republicanos. También recoge contenido contra los refugiados y los inmigrantes musulmanes que asegura que llegan a EEUU “como depredadores con un ansia violenta hacia las mujeres blancas” y “portando enfermedades infecciosas”, describe The Intercept este medio.

En general, las donaciones no desempeñan un papel relevante en la financiación de los partidos políticos holandeses, pero los temores a la intromisión extranjera en la política de los Países Bajos son una preocupación candente en estos comicios. El pasado diciembre, el Parlamento votó en contra de una propuesta para prohibir los fondos extranjeros para los partidos nacionales. El plan fue rechazado por los liberales del VVD, el PVV de Wilders, y otros partidos cristianos porque lo consideraban demasiado estricto, ya que incluía a los holandeses residentes en el exterior.

Ahora, la donación al líder de la ultraderecha vuelve a reavivar esa preocupación por las intromisiones en las elecciones de los Países Bajos, que siguen a los temores a los hackers rusos que podrían influenciar los resultados de los comicios. Aunque los holandeses hasta ahora no se creían tan importantes para los actores de California y Moscú, en estas elecciones fluye en el aire cierta sensación de que los canales de Amsterdam se han convertido en escenario de una batalla internacional.

Geert Wilders, el político antimusulmán más grandilocuente de Europa, ha cultivado estrechos lazos de amistad con la extrema derecha estadounidense. Además de visitar con frecuencia ese país para dar conferencias sobre los peligros que supone el islam y la inmigración musulmana para los países occidentales, también recibe importantes sumas para financiar su campaña xenófoba en los Países Bajos.

Geert Wilders Extrema derecha Xenofobia
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