Putin reaparece en la cumbre de los Brics tras el anuncio de su expansión a 11 países

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha seguido este jueves con su agenda oficial ajeno a la controversia que ha generado el siniestro aéreo que le costó la vida el miércoles a su antiguo aliado Yevgeni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, sobre el que no se ha pronunciado oficialmente el Gobierno ruso. Putin se ha ceñido al guion en un discurso pronunciado por videoconferencia ante la cumbre de líderes de los Brics y se ha limitado a reivindicar la "influencia" de esta asociación, que ahora se amplía, y la necesidad de avanzar en cuestiones como una divisa común.

Tras dos días de reuniones y el afloramiento de ciertas divergencias entre el grupo de países llamados a desafiar el orden geopolítico occidental, hoy se han conocido las primeras decisiones en firme desde Johannesburgo. El grupo de economías emergentes Brics (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ha acordado el ingreso en el bloque de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, según ha anunciado el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa. "Como los cinco miembros de Brics, hemos llegado a un acuerdo sobre los principios rectores, estándares, criterios y procedimientos del proceso de expansión", ha afirmado Ramaphosa en la última jornada de la XV cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del grupo.

El mandatario sudafricano ha añadido que la adhesión será a partir del 1 de enero de 2024, "hemos decidido invitar a la República de Argentina, la República Árabe de Egipto, la República Democrática Federal de Etiopía, la República Islámica de Irán, el Reino de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a convertirse en miembros plenos del Brics a partir del 1 de enero de 2024". Tras la ampliación, el bloque representará el 46% de la población mundial y el 36% del PIB global. Pero, desde su creación en el 2009, ha carecido de un enfoque común para expandir su influencia en temas como la cooperación con países de fuera del bloque o acuerdos monetarios y comerciales conjuntos, que puedan poner en duda el dominio del dólar como divisa de reserva y comercio mundial. De hecho, tras casi 15 años desde su creación, el grupo no es aún una organización multilateral formal, con estatutos y normas de membresía escritas.

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Ramaphosa ha señalado que existe "consenso sobre la primera fase de este proceso de expansión", en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; China, Xi Jinping; el primer ministro de India, Narendra Modi, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, que representa a Vladímir Putin. Si Rusia impulsó la creación del grupo, actualmente Pekín es el que mayor influencia ejerce sobre el grupo. Lo que hace emerger ciertas rivalidades regionales con la India en el seno de la organización, ya que sus intereses difieren en el objetivo y modos de expandir el grupo.

Unos 40 países habían manifestado su deseo de ingresar en este club, según el Gobierno de Sudáfrica, quien está ejerciendo durante este año la presidencia rotatoria del bloque, y había recibido "expresiones formales de interés" de 23 países, incluidos Argentina, Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela. China ha apoyado especialmente la ampliación de los Brics, que buscan más peso en las instituciones internacionales, hasta ahora dominadas por Estados Unidos y Europa; toda vez que Pekín quiere ampliar su influencia en competencia con Estados Unidos.

Pese a la retórica de China por la que el Brics sería una punta de lanza para que el Sur Global desafíe a Occidente, y los paralelismos que se han trazado con el Movimiento de Países no Alineados de la segunda mitad del siglo XX, la verdad es que el Brics liderado por Pekín se parece más a una asociación de países a los que les unen intereses económicos y geoeconómicos comunes que a una asociación guiada por valores de carácter político-ideológico. Y esta primera ampliación así lo demuestra, al unir en su seno a rivales políticos regionales como Arabia Saudí e Irán.

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Según un análisis publicado recientemente por el Financial Times, China exportó más a principios de este año al mundo en desarrollo de lo que exportó a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón juntos. En este sentido, la ampliación de grupos como los Brics o unificar al mayor grupo de países posible bajo iniciativas como la de la Nueva Ruta de la Seda es clave para el Gobierno de Xi Jinping. Ya que la estrategia China pasa por agrupar al mayor grupo de países bajo su liderazgo para permitirse mantener una amplia red socios comerciales a los que exportar su superávit productivo y de inversión, además de garantizarse el control sobre organizaciones multilaterales, como la ONU, en las que poder dejar a las potencias occidentales más aisladas.

En el caso de Argentina, Lula da Silva subrayó este martes que "es muy importante que Argentina esté en los Brics", dado que Brasil es el principal socio comercial de Argentina. Sin embargo, la situación puede cambiar en octubre si Javier Milei gana las elecciones presidenciales, ya que el candidato favorito a la presidencia ha expresado recientemente su reticencia a comerciar con "un país asesino" como China y su deseo de alinearse plenamente con la Unión Europea y Estados Unidos. Por lo tanto, los Brics pueden perder un socio de su primera ampliación antes incluso de que este se una al club.

Con todo, con esta primera ampliación, el bloque asegura su presencia en Oriente Medio, integrando a las dos grandes potencias regionales, Arabia Saudí e Irán. Además, integra como socio a la segunda mayor potencia económica en términos de PIB del continente africano, Egipto. Por lo que el bloque refuerza su presencia en regiones claves en la actual disputa geopolítica mundial. Como retos a futuro, el grupo deberá asumir la integración efectiva de los nuevos miembros y crear unas normas comunes y funcionamiento para que la organización pueda establecerse como una alternativa real al grupo del G7 occidental. Temas como la unión comercial o monetaria quedan aún lejos en el horizonte del nuevo Brics ampliado.