Es noticia
El mañana nunca llega: la huella que la invasión de Ucrania ha dejado en Taiwán
  1. Mundo
EUROPEAN COUNCIL ON FOREIGN RELATIONS

El mañana nunca llega: la huella que la invasión de Ucrania ha dejado en Taiwán

Tras la invasión rusa de Ucrania, muchos temen que China pueda tomar Taiwán por la fuerza. Pero el Gobierno taiwanés puede hacer mucho para evitar tal escenario

Foto: Avión de combate de Taiwan Native Defense durante unas pruebas. (EFE)
Avión de combate de Taiwan Native Defense durante unas pruebas. (EFE)

"Ucrania hoy, Taiwán mañana" es una frase muy repetida los últimos años en la isla de Taiwán. Tras la invasión total de Ucrania por Rusia, muchos taiwaneses de a pie comenzaron a asistir a cursos de formación en supervivencia. Allí aprenden primeros auxilios y dónde refugiarse en caso de ataque de Pekín. Algunos cursos ofrecen incluso entrenamiento con armas de fuego. Pero esto no significa que haya cundido el pánico en Taiwán. De hecho, el ambiente en los cursos es a menudo alegre. La gente utiliza la expresión wan —jugar en chino— para describir lo que están haciendo: "Vamos a jugar al entrenamiento de supervivencia".

Puede que tengan razón al no esperar una guerra total. Durante años, la estrategia preferida de Pekín ha sido una amenaza híbrida de aislamiento internacional, desinformación y guerra en la zona gris. El Gobierno chino preferiría machacar a los taiwaneses hasta el punto de que simplemente se rindan a su voluntad que tomar la isla por la fuerza militar (aunque actualmente solo alrededor del 6% de los taiwaneses se imaginen la unificación en algún momento del futuro). El Gobierno chino sabe que el éxito de una empresa militar —como ha demostrado la invasión rusa— dista mucho de ser seguro; el hecho de que Taiwán sea una isla, y de que un desembarco anfibio resultaría una tarea de enormes proporciones, lo hace aún menos.

Foto: Xi Jinping y Vladímir Putin, el 21 de marzo. (Reuters/Sputnik Pavel Byrkin)

Sin embargo, los paralelismos son innegables. Taiwán y Ucrania son democracias vecinas de poderosos Estados autocráticos que reclaman su territorio nacional. Ambas tienen lazos históricos, lingüísticos y étnicos con su gran vecino. Ambas están estrechamente interrelacionadas económicamente con sus vecinos autocráticos, pero dependen de Estados Unidos y sus aliados en materia de seguridad. Sin embargo, la experiencia de Ucrania también ha demostrado que es posible que un Estado pequeño se defienda de la agresión de otro mucho mayor.

Por ello, el Gobierno taiwanés ha decidido que debe mejorar considerablemente sus líneas de disuasión. No se trata solo de prevenir el escenario de horror de una invasión total, sino también de protegerse mejor de la amenaza híbrida que Pekín representa desde hace tiempo. La guerra de Rusia ha influido directamente en algunas de las acciones del Gobierno taiwanés. Otros cambios en la isla están en marcha desde hace tiempo. Los europeos pueden proporcionar asesoramiento y ayuda para muchas de estas cosas; de hecho, la importancia de Taiwán como única democracia en el mundo de habla china, su posición geoestratégica y su importancia para la economía mundial deberían motivar a los líderes políticos a centrarse en aumentar la capacidad de resistencia de Taiwán en varios ámbitos.

Ejército e infraestructuras

La mala actuación del ejército ruso en Ucrania ha hecho que los taiwaneses sean plenamente conscientes de sus carencias militares. Históricamente, el ejército de Taiwán surgió del ejército del Kuomintang, desarrollado con el apoyo soviético en Cantón (China) en 1925. Muchas de las estructuras inherentes al ejército ruso también figuran en el de Taiwán, como la estructura jerárquica de mando, el ineficaz sistema de reservistas y la escasa formación de los reclutas.

Cuando el Gobierno de Taiwán decidió el pasado diciembre ampliar a un año el servicio militar obligatorio, casi el 80% de los taiwaneses se mostraron a favor, un índice de aprobación asombroso en una sociedad que suele estar bastante dividida. Hasta entonces, el servicio militar duraba cuatro meses. Los reclutas lo describían como una especie de campamento de verano, en el que los instructores se preocupaban sobre todo de la limpieza y de que sus protegidos no se lesionaran. El ejército debería ahora mejorar sus procedimientos de formación. El ejército también tiene problemas logísticos. Según fuentes internas, nadie sabe realmente cuántos tanques y sistemas de armamento están realmente listos para el combate. Incluso los observadores progubernamentales admiten en privado que las estructuras de la cúpula están anticuadas. El Estado insular necesita urgentemente una supervisión civil moderna de sus fuerzas armadas.

Una isla puede ser difícil de invadir, pero es fácil aislarla del resto del mundo. Por tanto, Taiwán necesita prepararse para un bloqueo, un escenario que Pekín ya está ensayando con sus maniobras militares. Los expertos militares sugieren que Taiwán tiene reservas de petróleo para 90 días, pero solo dos semanas de gas natural licuado (GNL) y solo tres terminales de GNL. Al Gobierno actual le gustaría construir otra, pero se ha enfrentado a protestas ecologistas.

Foto: Un bombero corre durante un simulacro de defensa civil ante una posible invasión china. (Reuters/Ann Wang)


Otro reto son los posibles ataques a la infraestructura digital de la isla. Pekín podría intentar aislar a Taiwán cortando todos los cables submarinos que la conectan con el resto del mundo. Para garantizar que la isla siga conectada, el gobierno instalará 700 receptores de satélite antes del año que viene, algunos en ubicaciones fijas y otros en vehículos. Ucrania cuenta con el servicio de Internet por satélite Starlink del multimillonario Elon Musk desde el comienzo de la guerra. Tras comprobar hasta qué punto Ucrania depende de los caprichos de un solo proveedor, incluso de un solo ego, la ministra de asuntos digitales de Taiwán, Audrey Tang, está cooperando con varios proveedores para evitar este escenario.

Economía y política

A pesar del conflicto, China sigue siendo el socio comercial más importante de Taiwán. Sin embargo, en los últimos ocho años, los empresarios taiwaneses han reorientado sus inversiones hacia otros lugares. La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, ha seguido una política de diversificación. Su política "hacia el sur" fomenta el comercio con el sur y el sureste de Asia, Australia y Nueva Zelanda. El año pasado, las inversiones de Taiwán en estos países sumadas supusieron cerca del 35% del total de sus inversiones en el extranjero, superando por primera vez a las de China.

Además, en los últimos años, China ha perdido atractivo como lugar de negocios para los taiwaneses. Pekín se ha volcado en el apoyo a las industrias nacionales, y los empresarios taiwaneses se han visto desplazados por las cadenas de suministro de China continental. Los salarios están subiendo. La política de "covid cero" de Pekín ahogó los negocios, y la recuperación posterior ha seguido siendo lenta. Pero lo que más preocupa a los empresarios taiwaneses es el riesgo político de intervención estatal que se cierne sobre prominentes empresarios chinos, como el caso del cofundador de Alibaba, Jack Ma. En los últimos meses, Pekín ha detenido a varias personas vinculadas a Taiwán. En abril, por ejemplo, un editor afincado en Taiwán fue detenido en China por supuestamente poner en peligro la seguridad nacional. A medida que aumentan las tensiones geopolíticas, también lo hace el riesgo político.

En vísperas de las cruciales elecciones presidenciales de Taiwán en enero de 2024, Pekín sigue intentando influir en el electorado de la isla a su favor con campañas masivas de desinformación. El instituto de investigación sueco V Dem descubrió que Taiwán está más expuesto a la desinformación de un Estado extranjero que cualquier otro lugar del mundo. Un tema recurrente en los últimos tiempos ha sido el intento de Pekín de sembrar dudas entre los taiwaneses sobre si Estados Unidos les apoyaría realmente en caso de invasión. La visita de la entonces presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla en agosto del año pasado disipó algunas de estas dudas, y el número de taiwaneses que creían que Estados Unidos enviaría tropas en caso de invasión pasó del 40% en marzo de 2022 al 49% en agosto. En abril de 2023, el 55% de los taiwaneses así lo creía.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Esto subraya la importancia del apoyo europeo a Taiwán. Los líderes europeos deben demostrar a los taiwaneses que están dispuestos a defender sus valores e intereses comunes, incluido un orden internacional basado en normas, y que lo harán de forma práctica. Los contactos políticos de alto nivel solo son posibles dentro de unos límites muy estrechos debido a la falta de reconocimiento de Taiwán como Estado (en Europa, solo la Santa Sede reconoce a Taiwán, junto a 12 países, en su mayoría pequeños, de todo el mundo), pero los europeos aún pueden fomentar el intercambio político, económico, tecnológico, académico y cultural con la isla. Además, los europeos no deberían tragarse la propaganda del Gobierno chino sobre la "reunificación": Taiwán nunca ha formado parte de la República Popular China. Por último, deberían ayudar a Taiwán a recuperar su estatus de Estado observador en la Asamblea Mundial de la Salud, posición que ocupó de 2009 a 2016.

China quiere machacar a Taiwán; los europeos pueden desempeñar su papel ayudando, de forma gradual pero decidida, a aumentar la resiliencia taiwanesa en todos los ámbitos. Hacerlo también enviará un mensaje a Pekín: se puede hacer mucho para evitar el "Ucrania hoy, Taiwán mañana".

*Análisis publicado originalmente en inglés en el European Council on Foreign Relations por Angela Köckritz titulado How tomorrow never comes: Russia's war against Ukraine and its impact on Taiwan

"Ucrania hoy, Taiwán mañana" es una frase muy repetida los últimos años en la isla de Taiwán. Tras la invasión total de Ucrania por Rusia, muchos taiwaneses de a pie comenzaron a asistir a cursos de formación en supervivencia. Allí aprenden primeros auxilios y dónde refugiarse en caso de ataque de Pekín. Algunos cursos ofrecen incluso entrenamiento con armas de fuego. Pero esto no significa que haya cundido el pánico en Taiwán. De hecho, el ambiente en los cursos es a menudo alegre. La gente utiliza la expresión wan —jugar en chino— para describir lo que están haciendo: "Vamos a jugar al entrenamiento de supervivencia".

Taiwán Conflicto de Ucrania Noticias de China
El redactor recomienda