Es noticia
De comercial a tener uno de los trabajos más importantes de Ucrania: "Un paso en falso puede acabar con mi vida"
  1. Mundo
Se busca desminador

De comercial a tener uno de los trabajos más importantes de Ucrania: "Un paso en falso puede acabar con mi vida"

En un barrio a las afueras de Kiev, un grupo de desminadores busca minas y proyectiles que no han explotado, una labor que se ha convertido en imprescindible para el futuro de Ucrania después de la guerra

Foto: Tamara, una de las desminadoras de la organización HALO, a las afueras de Kiev. (M. R)
Tamara, una de las desminadoras de la organización HALO, a las afueras de Kiev. (M. R)

Al igual que muchos otros hombres, Krylo Yena quería enrolarse en el ejército ucraniano cuando empezó la invasión a gran escala. Días después del 24 de febrero de 2022, el estudiante de finanzas y de un máster en informática fue hasta el cuartel para cambiar su ocupación por la de soldado, pero no fue aceptado porque no tenía la experiencia militar suficiente. "No pude hacer mi formación en el ejército porque estaba acabando la carrera y en ese momento no te aceptaban si no tenías experiencia", explica a El Confidencial. En la nueva fase de la contraofensiva, iniciada hace pocas semanas, Yena podría ser aceptado en el ejército, pero ahora tiene un trabajo que considera casi igual de importante que luchar en el frente de batalla. "Soy desminador, mi forma de ayudar a mi país es identificando las minas y artefactos explosivos en el territorio de Ucrania".

Desde que empezó la guerra en Ucrania, se calcula que las fuerzas rusas han contaminado el 30% del país, y que han minado cerca de 1.000 kilómetros en diferentes frentes. Estas cifras son las más altas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, según HALO, la organización para la que trabaja Krylo Yena. El Gobierno de Kiev ha activado un plan para identificar y eliminar tanto las minas como los artefactos que no han explotado, además de los esfuerzos de organizaciones tanto locales como internacionales por acelerar el proceso de desminado. Hasta que todas las zonas estén descontaminadas, los expertos calculan que pueden pasar varias décadas.

Foto: Mina contracarro rusa TM-46. (USMC)

En batallas como la de Zaporiyia, las minas se han convertido en el principal obstáculo para el avance de las tropas ucranianas. La preparación de la contraofensiva, que empezó hace cerca de un mes en el este y en el sur de Ucrania, fue suficiente para que Rusia se preparara y fortificara las líneas defensivas con minas antitanque y antipersona. Las fuerzas de Kiev han tenido que cambiar de estrategia para intentar abrirse paso a pie e identificar los artefactos explosivos, en lugar de avanzar con los vehículos de combate.

Desde que se intensificó la batalla en el frente al sureste del país, Ucrania ha perdido varios tanques en los campos minados, específicamente una parte de los Leopard 2 y los Bradley enviados por Occidente. Los soldados han reconocido que estos carros de combate han aguantado el impacto de las minas y que han permitido que las personas dentro del tanque sobrevivan. Sin embargo, los vehículos de combate no son suficientes para romper las defensas rusas, según el Gobierno ucraniano, que reclama la necesidad de aviones de combate para poder lograr avances significativos en la contraofensiva.

El trabajo más importante... y lento

Además del protagonismo de las minas en varios frentes de la guerra de Ucrania, estos artefactos han tenido un impacto para la población ucraniana. La agricultura ha sido uno de sectores más afectados y los trabajadores agrícolas en zonas que han sido ocupadas por Rusia tienen que renunciar a una parte de sus cosechas por la peligrosidad que supone labrar un campo con un número indeterminado de minas.

"El Gobierno de Ucrania planea devolver más de 470.000 hectáreas de la tierra agrícola más valiosa al uso productivo dentro de cuatro años", dijo Yulia Svyrydenko, ministra de Economía. "Nuestro plan es inspeccionar, limpiar y volver a usar la mayoría de las áreas potencialmente contaminadas dentro de 10 años". Para muchos agricultores, una década es demasiado y han empezado a identificar los artefactos explosivos por su cuenta, a pesar de los riesgos. Actualmente, la mayor parte de los esfuerzos están enfocados en identificar las minas en Ucrania para poder alertar a la población. "Este trabajo lleva mucho tiempo, por ejemplo, Lukianivka hace más de un año que fue liberado y todavía estamos identificando todos los artefactos sin explotar y las minas", explica Krylo Yena.

En este barrio situado al noroeste de Kiev, se reúne cinco veces a la semana el equipo que dirige el informático de Bajmut. Cuando llegan a una nueva zona que todavía no ha sido rastreada, lo primero que hacen es delimitarla con una cuerda para que nadie acceda. Después, cuatro personas dirigidas por Yena avanzan lentamente con los detectores de minas. Si encuentran un artefacto explosivo, marcan el punto con un palo para poder identificarlo.

placeholder Los trabajadores de la organización HALO rastrean la zona en busca de artefactos explosivos. (M. R.)
Los trabajadores de la organización HALO rastrean la zona en busca de artefactos explosivos. (M. R.)

Una vez que han rastreado toda la zona, la organización se encarga de avisar a las autoridades para que acudan a retirar o destruir las minas. Los trabajadores de HALO no pueden hacerlo ellos mismos porque la ley ucraniana solo permite que las autoridades oficiales se encarguen de esta labor. Por ahora, pueden mapear y marcar la ubicación de los artefactos explosivos.

Esta limitación no resta importancia al trabajo de las cerca de 800 personas que trabajan en zonas afectadas como Járkov, Nicolaiev y Kiev para la organización, una de las primeras en llegar al país y con experiencia en otros países como Afganistán. "Después de que no me aceptaran en el ejército, contacté con HALO y me enseñaron todos los tipos de minas y artefactos explosivos, cómo identificarlos, cómo quitarlos y todos los pasos que tenía que seguir para que mi vida no corra peligro", subraya Yena en entrevista con este periódico desde una de las zonas que están rastreando a las afueras de Kiev.

Tamara, junto a una de sus compañeras, sigue el ritmo que marca Yena para avanzar con el detector de minas. Como si fuera una coreografía, cuatro personas en filas de dos caminan lentamente con la mirada fija en el suelo para no perderse cualquier indicio de que pueda haber una mina en la ruta. El avance coreografiado por los bosques y campos a las afueras de la capital ucraniana se ha convertido en el día a día de esta mujer natural de Sloviansk, ciudad de Donetsk. "Antes trabajaba como administrativa en el Ministerio del Interior. Quería unirme a la organización y podría haber entrado en otro departamento, pero quise aprender a desminar y centrarme en esto, creo que es más importante", dice Tamara durante un descanso de su jornada laboral.

placeholder Desminadores de la organización HALO, a las afueras de Kiev. (M. R.)
Desminadores de la organización HALO, a las afueras de Kiev. (M. R.)

La guerra ha obligado a Tamara a cambiar de profesión, pero si se llegara a un alto el fuego, seguiría centrando su rutina en las minas. "Seguramente me iría a desminar las zonas del este donde también hay minas, como en Kramatorsk". De esta ciudad del Donbás provienen Irina y Olha, dos hermanas que lideran el trabajo de la organización HALO en esta parte del país. Olha, la más joven de las dos, es la responsable del equipo que opera en Lukianivka. Irina, la más mayor, es la senior supervisor, la primera mujer en llegar a este puesto dentro de la organización.

Las dos hermanas abandonaron su ciudad semanas después de que empezara la invasión. Llegaron a un barrio de Kiev con sus hijos, pero sin sus maridos. "Es muy difícil, me gustaría estar más tiempo con mis hijos y ojalá no hubiera tenido que mudarme. Pero estar aquí es una gran oportunidad", explica Olha. En su trabajo anterior como comercial, una de sus mayores preocupaciones era no conseguir cerrar las ventas necesarias. Ahora, un movimiento en falso puede tener las peores consecuencias. "Lo más difícil de este trabajo es la concentración que necesitas, no puedes distraerte ni un segundo. Cualquier fallo puede poner en riesgo mi vida o acabar con ella", afirma la desminadora. Aunque lleven desde 2017 dedicándose a identificar artefactos explosivos, las dos hermanas no esconden que siguen teniendo miedo de, un día, tropezar con una mina.

El mayor reto para Ucrania

Los proyectiles sin explotar y las minas ya han tenido un alto precio para los civiles. Entre febrero de 2022 y julio de este año, la ONU ha registrado 298 muertes por retos explosivos, 22 de ellos niños. Además, la organización ha contabilizado 632 heridos. Las investigaciones de Human Rights Watch han arrojado que Rusia ha utilizado al menos 13 tipos de minas antipersona y trampas explosivas. Por su parte, Rob Lee, investigador del Instituto de Investigación de Política Exterior, afirmó que el Kremlin no ha escatimado gastos en el despliegue de minas. "Desplegaron una variedad y tipos de minas (...). Están usando minas controladas por radio y formas muy creativas para crear problemas [para las tropas ucranianas]", dijo a The Washington Post.

Los esfuerzos para eliminar todas las amenazas han empezado durante la guerra, pero será uno de los retos más importantes para Ucrania cuando se llegue a un alto al fuego. "La gran cantidad de artillería en Ucrania no tiene precedentes en los últimos 30 años. No hay nada como eso", dijo Greg Crowther, director de programas del Mines Advisory Group, una organización benéfica británica que trabaja para limpiar minas y municiones sin detonar a nivel internacional.

Foto: Ataque con misiles rusos en Odesa, el 20 de julio. (Reuters)

Ucrania ya es el país más minado del mundo y algunos expertos apuntan que la limpieza del territorio por parte de los 500 equipos que trabajan actualmente en el territorio puede tardar cerca de 757 años en completarse. En promedio, un desminador puede rastrear cerca de 10 metros cuadrados al día, un trabajo muy laborioso y lento. Tanto como para que las comunidades más afectadas, como los agricultores, decidan iniciar esta labor por sí mismos a pesar del peligro. Es el caso de Oleksandr, un agricultor en un pueblo entre Jersón y Mikolaiv y miembro de una organización agrícola local. "Hemos acabado identificando nosotros mismos las minas antes de que llegue el Gobierno o las organizaciones. Caminamos en fila por el campo a través de cuerdas y, si encontramos un objetivo explosivo, ponemos una etiqueta y llamamos al Ministerio de Situaciones de Emergencia para que vengan a recogerlo", explica en una entrevista anterior con El Confidencial.

Los fondos necesarios para desminar y eliminar los artefactos explosivos de Ucrania se suman a los esfuerzos para reconstruir las casas y la infraestructura en muchas regiones del país. Todavía con incógnitas sobre cómo el Gobierno conseguirá y gestionará el capital, Volodímir Zelenski aseguró que una gran parte de los esfuerzos seguirán centrándose en limpiar todo el territorio. "No hay verdadera paz para ningún niño que pueda morir por una mina oculta antipersona rusa".

Al igual que muchos otros hombres, Krylo Yena quería enrolarse en el ejército ucraniano cuando empezó la invasión a gran escala. Días después del 24 de febrero de 2022, el estudiante de finanzas y de un máster en informática fue hasta el cuartel para cambiar su ocupación por la de soldado, pero no fue aceptado porque no tenía la experiencia militar suficiente. "No pude hacer mi formación en el ejército porque estaba acabando la carrera y en ese momento no te aceptaban si no tenías experiencia", explica a El Confidencial. En la nueva fase de la contraofensiva, iniciada hace pocas semanas, Yena podría ser aceptado en el ejército, pero ahora tiene un trabajo que considera casi igual de importante que luchar en el frente de batalla. "Soy desminador, mi forma de ayudar a mi país es identificando las minas y artefactos explosivos en el territorio de Ucrania".

Conflicto de Ucrania
El redactor recomienda