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La fiesta de espías que acabó en desgracia: las incógnitas del misterioso naufragio en Lombardía
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La fiesta de espías que acabó en desgracia: las incógnitas del misterioso naufragio en Lombardía

Cuatro personas, incluyendo dos agentes italianos de Inteligencia y un exmiembro de las fuerzas de seguridad israelíes, murieron tras un naufragio en el lago Maggiore, al norte de Italia

Foto: El lago Maggiore, en Locarno. (EFE/Samuel Golay)
El lago Maggiore, en Locarno. (EFE/Samuel Golay)
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Lo que ha sucedido este fin de semana en Italia podría ser material para una película de espías. Cuatro personas, incluyendo dos agentes italianos de Inteligencia y un exmiembro de las fuerzas de seguridad israelíes, murieron tras un naufragio en el lago Maggiore, al norte de Italia. Las presuntas causas del accidente fueron el fuerte temporal, así como el exceso de pasajeros de la barca, que transportaba 23 personas cuando legalmente solo podía llevar 15. Sin embargo, la investigación tiene todavía varios cabos sueltos: ¿qué hacían tantos espías a bordo?, ¿qué vínculos había entre los agentes secretos?

Italia es un país en el que todo el mundo conoce los secretos del vecino. Y si piensas mal, acertarás. Así sucede con el episodio del naufragio. En las aguas del sur de Suiza y el norte de la rica Lombardía, han fallecido un agente del Mossad —el servicio de espionaje israelí —, dos espías italianos y una mujer rusa. Un misterioso incidente que, desde que se ha conocido, sigue alimentando especulaciones y conjeturas en el país transalpino.

Foto: Imagen de archivo de la guarda costera italiana. (EFE)

La información se divide en dos. Por una parte, están las versiones oficiales de Italia e Israel, que han confirmado la identidad de los fallecidos. El delegado del Gobierno italiano para los servicios de Inteligencia, Alfredo Mantovano, ha reconocido a las víctimas como Claudio Alonzi, de 62 años, y Tiziana Barnobi, de 53, ambos pertenecientes al espionaje italiano. Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un comunicado de condolencias en representación del servicio de espionaje.

"El Mossad perdió a un querido amigo, un trabajador profesional que dedicó su vida a la seguridad del Estado de Israel, también después de su jubilación", reza el comunicado, según recogió el diario israelí Haaretz. La oficina del premier también añadió que otros detalles del caso no se divulgarán debido a la naturaleza del cargo del agente. Lo que, a continuación, lleva al terreno de las conjeturas y de las reconstrucciones periodísticas, divulgadas principalmente esta semana por la prensa italiana.

Cuando se dio a conocer la noticia, Italia habló de un incidente. Esta versión contó que los fallecidos se encontraban navegando en una embarcación turística en el lago Maggiore cuando el bote volcó por un evento atmosférico extremo (una tromba de viento y agua). Testigos incluso relataron haber oído "voces de terror" procedentes del transporte en el momento del accidente. En paralelo, también se dio a entender que el grupo estaba festejando un cumpleaños.

Una reconstrucción que no debió convencer mucho a los grandes diarios italianos, porque rápidamente desplazaron a sus periodistas hasta el lugar de los hechos. El periódico La Repubblica publicó un artículo titulado "A bordo 20 agentes de la Inteligencia italiana e israelí", en el que explicó no solo que todos los integrantes del barco eran espías de los dos países (además de los fallecidos), sino que, además, los israelíes habían sido evacuados rápidamente y, al día siguiente, repatriados en un vuelo a Tel Aviv.

En cuanto a la cuarta fallecida, se informó que se trataba de una mujer rusa, Anna Bozhkova originaria de la ciudad de Bryansk y propietaria —junto a un italiano, Claudio Carminati— de la embarcación naufragada. Pero también otros detalles empezaron a resultar sospechosos. Entre ellos, que la embarcación del italiano y de la rusa estuviese dada de alta desde hace poco más de un mes por una empresa llamada Love Lake SRL, con un capital social de unos 500 euros. Otro, que la Fiscalía de Busto Arsizio (la responsable del caso) no llevó a cabo las autopsias de los cadáveres.

Foto: El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, saluda a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (EFE / Riccardo Antimiani)

El currículo de Carminati, actualmente investigado por naufragio y homicidio negligente por la Justicia italiana, levantó resquemores. El italiano tenía experiencias tan distantes como haber gestionado desde tiendas de ropa hasta pastelerías y tener un muy buen dominio del francés y búlgaro. Por ello, algunos llegaron a decir que él mismo también podría ser un agente.

La reconstrucción más llamativa, sin embargo, provino del diario Il Corriere della Sera. El medio lanzó la hipótesis de que los agentes se encontraban en esa zona de Italia, posiblemente, para espiar a algunos oligarcas rusos que estarían esquivando sanciones exportando sus capitales desde Suiza, con el objetivo de comprar propiedades en Italia. Esa sería una de las razones que explicarían que Bozhkova estuviera en el lugar como intérprete. Pero más posibilidades han sido sopesadas, como que el grupo pudiese estar espiando a empresas de drones locales que comerciarían con Irán.

"No era una excursión turística", fue la conclusión. Pero esto también es una cosa muy italiana: estar siempre buscando las intrahistorias.

Lo que ha sucedido este fin de semana en Italia podría ser material para una película de espías. Cuatro personas, incluyendo dos agentes italianos de Inteligencia y un exmiembro de las fuerzas de seguridad israelíes, murieron tras un naufragio en el lago Maggiore, al norte de Italia. Las presuntas causas del accidente fueron el fuerte temporal, así como el exceso de pasajeros de la barca, que transportaba 23 personas cuando legalmente solo podía llevar 15. Sin embargo, la investigación tiene todavía varios cabos sueltos: ¿qué hacían tantos espías a bordo?, ¿qué vínculos había entre los agentes secretos?

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