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Niños de 10 años trabajando en un McDonalds: qué nos dice del estado de la economía de EEUU
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Menores manejando freidoras

Niños de 10 años trabajando en un McDonalds: qué nos dice del estado de la economía de EEUU

La falta de mano de obra en sectores como la agricultura o los servicios, sumada a la llegada de inmigrantes sin papeles y menores de edad, explica la proliferación de ilegalidades laborales

Foto: Un cartel fuera de un restaurante McDonalds dice "Ahora contratando". (Reuters/Brian Snyder)
Un cartel fuera de un restaurante McDonalds dice "Ahora contratando". (Reuters/Brian Snyder)

Las multas a tres empresas operadoras de franquicias de McDonald's en Estados Unidos, responsables de emplear a niños de hasta 10 años de edad para manejar una freidora o trabajar hasta las dos de la madrugada, son el síntoma de un problema creciente en la primera economía del mundo. La falta de mano de obra en sectores como la agricultura o los servicios, sumada a la llegada masiva de inmigrantes sin papeles y menores de edad en los últimos años, explica en parte la proliferación de este tipo de ilegalidades y el proceso de revisión de las leyes que se da ahora mismo en varios estados. A veces, para facilitar estas prácticas.

Hace un mes, el Senado del estado de Iowa aprobó una ley que flexibilizaba los horarios y reducía a 14 años la edad requerida para trabajar en sectores tradicionalmente considerados inseguros, como la industria maderera, las minas o el empaquetamiento de carne. El único requerimiento es demostrar que este trabajo se desempeña "con una supervisión y entrenamiento adecuados". Los adolescentes de 16 años, además, podrían servir alcohol. Aunque no puedan beberlo hasta los 21.

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"Al final, los padres y los chavales decidirán si quieren trabajar o no", declaró Kim Reynolds, gobernadora republicana de Iowa, responsable de firmar la ley si esta supera también la cámara baja del estado. "Enseña mucho a los chavales. Y, si tienen el tiempo para ello y quieren ganar algo de dinero adicional, no creo que debamos de desalentarlo".

Según The Guardian, son 10 los estados republicanos que están en proceso de relajar las leyes para emplear a personas cada vez más jóvenes, más horas a la semana y en sectores que antes les estaban prohibidos. Una revisión legal defendida y sufragada por las distintas industrias locales, necesitadas de mano de obra y muchas veces sorprendidas en el quebrantamiento de la ley. Un informe del Economic Policy Institute recoge que las vulneraciones de leyes de trabajo infantil aumentaron un 283% desde 2015. En el mismo periodo de tiempo, el número de menores no acompañados que cruzaron ilegalmente la frontera sur de EEUU se triplicó.

"Si te pones a ver el proceso de captación de trabajadores para la agricultura en los estados del sur, en Florida, en Alabama, en Texas o en Arizona, ya que ahí la agricultura dura casi todo el año, cualquier persona te puede decir que hay un 5, un 10, un 20 o incluso un 30% de mano de obra infantil", explica Fernando Morales-de la Cruz, un activista de derechos humanos enfocado en la eliminación del trabajo infantil en las cadenas de suministro. "Al mismo tiempo, todo el mundo te dice que, cuando buscan trabajadores, no encuentran suficientes, y que están dispuestos a darle el trabajo a cualquiera".

La Administración Biden se ha opuesto públicamente a los proyectos de ley que se tramitan en Iowa, Idaho y otros estados de mayoría conservadora, y ha emprendido algunas medidas. En febrero, el Departamento de Trabajo anunció una multa de 1,5 millones de dólares a la empaquetadora de carne Packers Sanitation Services por emplear a 100 menores de entre 13 y 17 años de edad en una docena de sus plantas. Las tareas incluían el manejo de las máquinas usadas para romperle el cráneo al ganado, sierras para cortar huesos y productos químicos de limpieza abrasivos.

Foto: Un niño de 10 años trabaja en una fábrica de armas en Aleppo, Siria. (Reuters).

Al mismo tiempo, un reportaje del New York Times recoge que algunas de las denuncias hechas por oenegés y activistas, que llamaron la atención del Gobierno sobre los empresarios que se presentan en los campos de internamiento de menores, sin papeles para llevárselos a trabajar, fueron traspapeladas o ignoradas. Es común que los capataces necesitados de mano de obra se ofrezcan como tutores de niños que están solos y en estado migratorio irregular para llevárselos al trabajar. A veces, el salario se les descuenta del gasto que supone el viaje al campo o a la obra.

Fernando Morales-de la Cruz cree que el problema es mucho mayor de lo estimado oficialmente, en parte porque el Departamento de Trabajo no tiene inspectores suficientes para examinar estas prácticas en un inmenso país dividido en 50 estados, que es donde reside la potestad para tramitar las leyes laborales. Una falta de recursos que ya denunciaba este análisis publicado en The Atlantic en 2014 y que dificulta dar con un número total fiable. La American Federation of Teachers calcula que solo en agricultura trabajan ilegalmente medio millón de menores. Morales-de la Cruz piensa que el número total, sumando todos los sectores, ronda el millón.

Otra manera de percibir el problema es abriendo el foco más allá de Estados Unidos e incluir también sus cadenas de suministro: los países en donde se producen los bienes que luego consumen los norteamericanos. Al tratarse por lo general de naciones más pobres y dependientes, los números de explotación de niños son proporcionalmente más altos, hasta alcanzar probablemente decenas de millones.

"Si hay niños trabajando en McDonald's en EEUU es terrible", explica Morales-de la Cruz, "pero, ¿cuántos niños hay trabajando realmente para McDonald's, cosechando el café, el azúcar, el té, el aceite de palma y las nueces y otros productos que el Gobierno de Estados Unidos certifica?".

El Departamento de Trabajo publica anualmente un informe sobre el trabajo infantil y el trabajo forzado en el mundo, y ofrece una aplicación gratuita para que las empresas pueden consultar, país por país y sector por sector, cuáles son las condiciones laborales en ese mercado. El reporte de 2022, por ejemplo, indica que el trabajo infantil es utilizado en la producción de café colombiano, plátanos brasileños, alfombras iraníes, calzado, accesorios o pelotas de fútbol hechas en la India, y un larguísimo etcétera que se ramifica por toda Asia, África y América Latina. Muchos de estos productos se venden a diario en los supermercados de EEUU y Europa.

El cómputo total de niños explotados en todo el mundo, nuevamente, varía. UNICEF habla de 160 millones. Un reciente estudio elaborado conjuntamente por las universidades de Zurich y de Pensilvania eleva ese número a más del doble. En la actualidad habría cerca de 375 millones de niños trabajando ilegalmente.

El mes pasado, dos senadores demócratas preguntaron a 27 multinacionales norteamericanas qué procedimiento seguían para contratar la producción de empresas de otros países y cómo se cercioraban de que estas se ajustaban a prácticas laborales éticas. Firmas tan conocidas como Walmart, Target, J Crew, PepsiCo, Frito Lay, Whole Foods, General Mills, Ben & Jerry's, Ford o General Motors, habían sido acusadas, por una investigación publicada en The New York Times, de utilizar a niños en algunos eslabones de sus largas cadenas de producción.

"Pedimos que examinéis cuidadosamente vuestros procedimientos de contratación, seguridad laboral y respeto a las leyes salariales y de horario que se aplican a los menores, escribieron los senadores Alex Padilla y John Hickenlooper. "Vuestro personal debe de ser instruido, y reinstruido si es necesario, en las leyes laborales federales para asegurarse de que los niños no son colocados en situaciones peligrosas, y de que los empleados tengan la oportunidad de informar de prácticas laborales sin riesgos y sin miedo a las represalias".

Fernando Morales-de la Cruz ha denunciado que, 75 años después de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todos los países miembros del G7 y de la Unión Europea se benefician de la esclavitud y la explotación infantil. Las recientes declaraciones oficiales contra estas prácticas, como la firmada por los líderes del G7 el año pasado, no han venido acompañadas de medidas concretas. "Ni uno solo de ellos tiene un plan para solucionarlo", dice el activista. "Y lo peor es que ni uno solo ha querido ponerlo en la dimensión justa con un estudio o un censo".

Las multas a tres empresas operadoras de franquicias de McDonald's en Estados Unidos, responsables de emplear a niños de hasta 10 años de edad para manejar una freidora o trabajar hasta las dos de la madrugada, son el síntoma de un problema creciente en la primera economía del mundo. La falta de mano de obra en sectores como la agricultura o los servicios, sumada a la llegada masiva de inmigrantes sin papeles y menores de edad en los últimos años, explica en parte la proliferación de este tipo de ilegalidades y el proceso de revisión de las leyes que se da ahora mismo en varios estados. A veces, para facilitar estas prácticas.

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