Más allá de Ucrania y el ojo puesto en China: ¿de qué está hablando la OTAN en Bucarest?

Fue en Bucarest donde la Alianza Atlántica abrió la puerta a Ucrania y otros países. Ahora, ocho años después y en mitad de una invasión rusa del territorio ucraniano, los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se reúnen de vuelta en la capital rumana para revisar de qué forma pueden seguir apoyando a Kiev en su lucha contra Rusia, pero también para revisar otros puntos de la agenda que preocupan y mucho a la Alianza. La situación en los Balcanes, terreno en el que Rusia y China tratan de afianzar su influencia a las puertas de Europa, y precisamente las relaciones con Pekín, que fue uno de los centros de atención del Concepto Estratégico acordado en la cumbre de Madrid.

Bosnia, Moldavia y Georgia, que son lo que en la Alianza se califica de "socios en riesgo", participarán también en la reunión por primera vez, según explicó hace poco el secretario general adjunto, Mircea Geoana. "Sabemos que estos socios son objeto de la interferencia rusa. Georgia ha sido testigo de la agresión militar rusa en 2008. Y aún partes significativas de Georgia están controladas por fuerzas respaldadas por Rusia", explicó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, durante una rueda de prensa el viernes pasado en Bruselas.

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La otra gran cuestión es el gigante asiático. La guerra en Ucrania no solamente preocupa "por sus propios méritos" a una serie de "determinados socios" de la OTAN, explica una fuente aliada, sino también "por lo que puede distraer de China" y los retos que plantea. "La guerra de Ucrania ha demostrado nuestra peligrosa dependencia del gas ruso. Así que debemos evaluar nuestras dependencias de otros regímenes autoritarios, sin olvidar a China", señaló Stoltenberg.

Por lo pronto, tanto el secretario general como las fuentes aliadas se esfuerzan en subrayar que China no es un enemigo, pero la descripción que hacen se queda solamente un escalón por debajo de ello. "China no es un adversario. Pero está intensificando la modernización militar. Incrementando su presencia desde el Ártico hasta los Balcanes Occidentales, del espacio al ciberespacio y buscando controlar la infraestructura crítica de los aliados de la OTAN", explicó el secretario general de la Alianza.

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"Vemos cómo China y Rusia están trabajando cada vez más estrechamente. Vemos cómo China intenta controlar infraestructuras críticas en Europa. Lo vimos con las discusiones sobre las redes 5G. Y vemos también cómo China no comparte nuestros valores, violando los derechos humanos en China, reprimiendo las protestas democráticas y a los periodistas. Todo esto hace que sea necesario que los Aliados aborden esto juntos", explicó Stoltenberg en rueda de prensa.

El objetivo es aprender de la experiencia rusa y evaluar en qué puntos existen demasiadas dependencias respecto a China. Varios ejemplos que se mencionan dentro de la OTAN son los minerales de tierras raras o las cadenas de suministro demasiado dependientes de Pekín. Una de las claves en la cuestión de China es mantener la llamada "ventaja tecnológica" que es clave para la Alianza y en la que el Gobierno chino cada vez invierte más para recortar la distancia que le separa del bloque atlántico.

¿Qué pasará durante el invierno ucraniano?

La reunión se celebra en un momento clave del conflicto, tras la recuperación de Jersón por parte de Ucrania y el inicio del primer invierno desde que Moscú lanzara la invasión el pasado 24 de febrero. Hay división de opiniones dentro de la Alianza sobre hasta qué punto los próximos meses pueden llevar a un estancamiento del conflicto, o si, por lo contrario, el Ejército ucraniano va a ser capaz de seguir avanzando aprovechando la experiencia adquirida en el conflicto permanente en el Donbás desde el año 2014.

"Putin está fracasando en Ucrania y está respondiendo con más brutalidad, con oleadas de ataques deliberados de misiles en ciudades e infraestructuras civiles, privando a los ucranianos de calefacción, luz y comida. Este es un inicio horrible del invierno para Ucrania", dijo Stoltenberg. El próximo 13 de diciembre en París se celebrará un nuevo encuentro de donantes con el objetivo, precisamente, de financiar ayuda humanitaria a Kiev de cara al invierno.

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La Alianza no puede entregar directamente material militar a Kiev, pero en estos momentos y tras unas cuantas semanas de frío, lo que la OTAN sí puede hacer, y de hecho pretende avanzar en ello, es ofrecer a Ucrania material no militar que puede ser clave ante el invierno y los ataques sobre la infraestructura civil, como pueden ser, por ejemplo, generadores eléctricos.

El noruego también se posicionó sobre un asunto que en las últimas semanas está circulando por Bruselas y Washington, que es la cuestión sobre en qué momento debe comenzar a hablarse de negociaciones de paz. Stoltenberg recordó que "lo que ocurre en la mesa de negociación" depende en gran parte de lo que ocurre "en el campo de batalla". "El mejor modo de incrementar las posibilidades de una solución pacífica es apoyar a Ucrania", zanjó el secretario general. Fuentes aliadas confirman que en el seno de la OTAN no hay discusión sobre si debe abrirse paso a una negociación y que hay un apoyo cerrado a Kiev.