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Poner en pausa Bachillerato para debatir el futuro de Europa: "Ha sido como la lotería"
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La COFOE llega a su final

Poner en pausa Bachillerato para debatir el futuro de Europa: "Ha sido como la lotería"

La Conferencia sobre el Futuro de Europa termina con 49 propuestas ciudadanas para reformar la UE. Ahora, sus líderes deben decidir si las ponen en marcha, lo que implicaría una renovación de los tratados

Foto: Sebastián Guillén, durante una de sus intervenciones en el Parlamento Europeo. (Parlamento Europeo/Mathieu Cugnot)
Sebastián Guillén, durante una de sus intervenciones en el Parlamento Europeo. (Parlamento Europeo/Mathieu Cugnot)

El año pasado, la familia Guillén Nikoleishvili recibió una llamada inesperada. Desde la Unión Europea preguntaban por su hijo Sebastián, entonces de 16 años, al que ofrecían participar en el evento de democracia participativa más importante de la historia de la integración del continente. Al principio pensaron que “se trataba de una estafa”. No habían oído hablar de la Conferencia sobre el futuro de Europa (CoFoE) y eso de volar a Estrasburgo con gastos pagados sonaba demasiado bien para ser cierto.

Casi un año y muchas visitas al Parlamento Europeo después, este estudiante de Bachillerato resume la experiencia en la CoFoE con una frase: “Lo mejor que me ha pasado en la vida”. Eso hasta ahora, cuando su participación ha terminado y el resultado queda en manos del Comité Ejecutivo que forman representantes del Europarlamento, el Consejo de la UE y la Comisión Europea.

placeholder Sebastián Guillén en un de los grupos de trabajo de la COFOE. (Parlamento Europeo)
Sebastián Guillén en un de los grupos de trabajo de la COFOE. (Parlamento Europeo)

Si en unos años Sebastián mira atrás y apenas alguna de las ideas que han salido del Pleno de la Conferencia se han llevado a cabo, su opinión será muy diferente. “Si no son tenidas en cuenta, esto habrá sido en vano”, explica el joven. Se refiere a todo el trabajo que 800 ciudadanos elegidos al azar —al menos un hombre y una mujer por Estado miembro y un tercio ellos jóvenes de entre 16 y 25 años— han hecho en los paneles ciudadanos celebrados durante el curso, sus respectivos grupos de trabajo de Economía, Medio Ambiente, Salud, Democracia… y a todas las clases a las que ha faltado en plena preparación de Selectividad.

Este 9 de mayo, día de Europa, se celebra la ceremonia de clausura en Estrasburgo. La semana pasada, el Parlamento Europeo votó a favor de revisar los tratados para dar respuesta a las propuestas que recoge el informe final de la Conferencia, pero necesita alcanzar un consenso con el resto de instituciones, la Comisión y el Consejo. La copresidenta de la CoFoE y vicepresidenta de la Comisión, Dubravka Šuica, ha afirmado que el Ejecutivo comunitario está "dispuesto a debatir", al tiempo que líderes europeos como el italiano Mario Draghi han pedido “valentía” para renovar los tratados si es necesario.

Ahora es el turno de los Macron, Von der Leyen o Metsola, que deben ponerse de acuerdo sobre si van a cumplir o no con los deberes que han preparado sus ciudadanos. En total, los paneles resultaron en 178 recomendaciones a las que hay que sumar miles de contribuciones e ideas en eventos locales y en la plataforma online. De ellas, 49 han pasado el cribado final —un debate entre ciudadanos, europarlamentarios, diputados nacionales y representantes de las instituciones y la sociedad civil en Estrasburgo— hasta ser incluidas en el texto que cierra un año de trabajo.

Entre las medidas que salen de la CoFoE resalta la necesidad de “una Unión Europea de la Salud” que incluya la sanidad "entre las competencias compartidas entre la UE y sus Estados miembros, modificando el artículo 4 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE)". Otra de las propuestas que obligaría a reformar la UE es el abandono de la unanimidad en política exterior y de seguridad en favor de una mayoría cualificada que permitiera a Europa reaccionar “más rápido y con más decisión” ante un mundo cada vez más hostil, como ha mostrado la invasión rusa de Ucrania. El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada el uso de listas transnacionales en las próximas elecciones europeas, otra de las medidas que los ciudadanos han pedido en la Conferencia.

Un boleto premiado

Aunque no puede estar en Estrasburgo porque los exámenes finales requieren su atención, Sebastián es uno de los participantes que mejor conoce cómo han sido los últimos ocho meses de debates por todo Europa. Sus amigos piensan que se ha pegado el año de viaje en viaje, saltándose clases, pero él lo ha vivido “como un trabajo”. Tanto que los participantes tuvieron que emitir alguna queja a la organización para evitar días extra que no pudieran justificar ante sus jefes o, en el caso de este estudiante, sus profesores.

En septiembre, tras el primer encuentro de los paneles ciudadanos, Sebastián fue elegido Embajador de su panel ciudadano (Salud, Cambio Climático y Medioambiente) en un sorteo en el que él mismo actuó de mano inocente. "Ha sido como la lotería para mí", dice con una sonrisa de oreja a oreja. Asumió así la responsabilidad de “representar dignamente a las 200 personas” que dieron forma a las ideas que ahora están en la mesa de los líderes en Bruselas después de que él las defendiera en un Parlamento Europeo lleno hasta la bandera.

placeholder Sebastián Guillén saca los nombres de los embajadores de la COFOE. (Parlamento Europeo)
Sebastián Guillén saca los nombres de los embajadores de la COFOE. (Parlamento Europeo)

Por el camino, un proceso deliberativo “desde una idea sorprendente" hasta "la redacción elaborada de las recomendaciones después de haberlas expuesto y debatido con los políticos”. Esta es la primera vez que se mezclan ciudadanos con parlamentarios nacionales y eurodiputados. “Yo siempre pienso que estamos haciendo historia”, explica el joven.

Sebastián está “muy contento y sorprendido” con el número de ideas que nacieron en la cabeza de alguno de sus compañeros y han llegado hasta el informe final. Pero no tanto con que los ciudadanos no formen parte del proceso de toma de decisiones que empieza ahora. “Me parece un error que la decisión final la tomen personas ajenas al proyecto”, defiende. "De cara al futuro no solo hay que contar con la opinión de los ciudadanos, sino también dejarles participar. No tiene sentido que no vayan a tener en cuenta nuestra opinión cuando somos los que mejor conocemos las propuestas porque las hemos creado nosotros", remata.

Foto: Conchi, en Estrasburgo. (Cedida)

Uno de los copresidentes de la CoFoE, el exprimer ministro belga Guy Verhofstadt, ha sondeado la idea de incorporar este experimento de democracia representativa al funcionamiento de la UE y repetirlo a mitad de cada legislatura. “No podemos permitir que la CoFoE, después de un año de trabajo, de la innovación de introducir el elemento ciudadano y de publicar un documento estupendo, se archive”, ha pedido Verhofstadt.

El éxito de la CoFoE entre sus participantes es evidente, pero la pelota está ahora en el tejado de los líderes que en su idea impulsaron la Conferencia y ahora tienen que justificar su apuesta y, sobre todo, el trabajo de los ciudadanos. ¿Y el curso académico de Sebastián? "Ha ido bien, aunque ha sido duro". Ha bajado un poco la media y ha dormido muy poco, pero se lleva "una experiencia para toda la vida".

El año pasado, la familia Guillén Nikoleishvili recibió una llamada inesperada. Desde la Unión Europea preguntaban por su hijo Sebastián, entonces de 16 años, al que ofrecían participar en el evento de democracia participativa más importante de la historia de la integración del continente. Al principio pensaron que “se trataba de una estafa”. No habían oído hablar de la Conferencia sobre el futuro de Europa (CoFoE) y eso de volar a Estrasburgo con gastos pagados sonaba demasiado bien para ser cierto.

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