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Las lluvias entran en tromba en la campaña electoral alemana
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Laschet, en el escenario central

Las lluvias entran en tromba en la campaña electoral alemana

Todos entienden el enorme peso que las inundaciones pueden tener en las urnas, pero nadie está mejor posicionado ni carga con una responsabilidad mayor que el candidato de CDU

Foto: El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet. (EFE)
El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet. (EFE)

Era agosto de 2002 y el Elba experimentaba una crecida sin precedentes en la historia moderna del río centroeuropeo. Algunos expertos la denominaron “la inundación del siglo”. Otros se fueron más atrás, asegurando que no se había visto nada similar en la zona desde la Edad Media.

Una serie de precipitaciones intensas y generalizadas en Hungría, Austria y el suroeste de la República Checa habían causado la histórica crecida, provocando una serie de inundaciones que marcaron un récord europeo de muertes y de pérdidas económicas por este tipo de fenómeno. Alemania, país por el que fluye la mayor parte del Elba, fue el país más afectado, sumando más de dos tercios del costo de la catástrofe. Fue, sin lugar a dudas, una auténtica catástrofe para miles de alemanes. Y sin embargo, aquel aciago agosto se convirtió en el salvavidas político del entonces canciller del país, Gerhard Schröder.

El jefe del ejecutivo socialdemócrata se enfrentaba a unas difíciles elecciones en septiembre de ese año. Las últimas encuestas previas al inicio de las inundaciones revelan que solo el 44% de los votantes se mostraban dispuestos a respaldar la coalición gubernamental que lideraba junto al Partido Verde. Pero cuando el Elba empezó a desbordarse, al canciller no le tembló el pulso, desplegando la mayor operación militar en suelo alemán desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Pese a los grandes daños materiales y humanos, su gestión del desastre fue aplaudida en el país. Esta demostración de liderazgo en momentos difíciles se hizo sentir en las urnas, que finalmente otorgaron al Partido Socialdemócrata (SPD) un 41.6% de los votos. Sumando el 9.1% obtenido por la formación ecologista, Schöder fue reelegido como canciller.

Foto: Inundaciones en Bad Neuenahr-ahrweiler, en Alemania. (EFE)

Los ecos de estas elecciones, unas de las más ajustadas de la historia del país, resuenan hoy en una Alemania que vuelve a enfrentarse a unas catastróficas inundaciones a escasos dos meses de decidir quién sustituirá a Angela Merkel al frente del país.

Las autoridades germanas han confirmado hasta el momento la muerte de más de un centenar de personas por los desbordamientos que afectan al oeste del país, una cifra que todos temen que aumente, dado que existen centenares de desaparecidos. Nadie se atreve a dar una cifra de los posibles daños económicos, que se prevén devastadores. Los ‘land’ (estados federados de Alemania) más afectados por las inundaciones son Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia. Y quiso la providencia que el primer ministro de este territorio, Armin Laschet, sea también el candidato de la CDU, el partido de Merkel, a la cancillería.

El veterano político renano tiene el precedente de Schöder como muestra de hasta qué punto la gestión de una catástrofe puede determinar el futuro de un candidato. Y no ha perdido el tiempo en reaccionar, convocando un gabinete de emergencia este mismo viernes y desplazándose a las zonas más afectadas para trasladar sus condolencias y una promesa de apoyo a las víctimas. "Vamos a ayudar en todo lo que podamos", aseguró el jueves, "ahora lo principal es salvar vidas humanas y brindar ayuda de emergencia".

Foto: El Confidencial Diseño.
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El elevado número de muertos ha sorprendido a los expertos, dado que el Sistema Europeo de Concienciación sobre Inundaciones (EFAS) emitió una advertencia de inundación "extrema" a principios de esta semana. La profesora Hannah Cloke, hidróloga que creó y asesora a EFAS, dijo a Político que este nivel de fatalidad se trata de "una falla monumental del sistema". "Hubiera esperado que la gente estuviera siendo evacuada. No esperas ver tanta gente muriendo por las inundaciones en 2021. Esto es muy, muy serio", aseveró.

Laschet no fue el único en mover ficha. El ministro de Finanzas y candidato del SPD, Olaf Scholz, prometió que haría cuanto esté en su mano para que las regiones afectadas reciban ayudas del Gobierno federal. La aspirante de Los Verdes, Annalena Baerbock canceló sus vacaciones inmediatamente, poniéndose a disposición de las víctimas. Todos los candidatos entienden el enorme peso que estas inundaciones pueden tener en las urnas, pero nadie está mejor posicionado ni carga con una responsabilidad mayor que Laschet. El diario alemán Der Spiegel lo decía claro al titular su análisis esta mañana: “El desastre climático que cambió la campaña electoral”.

El clima, nuevo protagonista

“Climático” es aquí el adjetivo clave. La conexión entre las inundaciones y el calentamiento global, que a nadie se le escapa en Alemania —un país en el que, de acuerdo con el Eurobarómetro, el 28% de la población considera el cambio climático como el mayor problema que afronta el mundo— es un asunto espinoso para el candidato conservador. Laschet ha sido criticado en el pasado por adoptar una postura demasiado moderada respecto al tema. Quizá por ello, durante su visita a las áreas afectadas, se apresuró a intentar desprenderse del estigma reclamando una aceleración de la acción climática “a nivel europeo, nacional y mundial”. Sin embargo, horas después tuvo un grave tropiezo en una entrevista con la cadena regional de televisión WDR Fernsehen al responder a la presentadora “lo siento, jovencita, pero porque ahora tengamos un día así, no se cambia la política (climática)”. Unos comentarios que se viralizaron rápidamente.

El líder regional en Renania del Norte-Westfalia de BUND, una ONG alemana para la protección del medio ambiente, señaló al Gobierno de Laschet en el ‘land’ como responsable parcial de las inundaciones por haber fomentado el desarrollo industrial y urbanístico en llanuras aluviales, una práctica contraria a los objetivos climáticos. “La CDU y el FDP (Partido Democrático Libre, liberales) han facilitado la construcción de asentamientos, áreas comerciales e industriales en estos espacios abiertos, áreas que ahora fallan a la hora de almacenar el agua”, denunció Holger Sticht en un comunicado en la página web del organismo.

La vulnerabilidad de Laschet en esta materia resulta especialmente preocupante para la CDU debido a que su principal rival electoral (y su posible futuro socio de Gobierno) es el partido de Los Verdes, que esgrimen el cambio climático como su principal arma de cara a las urnas. Desde las elecciones anteriores en 2017, las políticas relativas al clima y a la energía han ascendido meteóricamente entre las prioridades de los votantes. El movimiento Fridays for Future (Viernes por el Futuro), iniciado en Suecia por la activista Greta Thunberg en 2018, ha hallado una enorme resonancia en el país germano, que vivió frecuentes marchas masivas por el clima antes del estallido de la pandemia.

Foto: El líder regional de la CDU, Reiner Haselhoff, celebra junto a su esposa su victoria electoral. (EFE)

El partido de Merkel ha estado de enhorabuena durante los últimos meses. Las encuestas, que antaño mostraban un empate técnico entre Laschet y Baerbock, se han movido constantemente en la dirección del aspirante conservador. El promedio de encuestas recopilado por ‘The Guardian’ lo sitúa ahora mismo a casi 10 puntos de ventaja de su rival, en parte gracias a una serie de errores cometidos por su la líder ecologista, incluyendo el presunto plagio —un serio pecado para la opinión pública alemana— de varios pasajes de un libro que acaba de publicar.

Pero el candidato de la CDU no puede dormirse en los laureles. Las elecciones, como han demostrado unas inundaciones cuya rapidez e intensidad han sorprendido hasta a la comunidad científica, son solo una pequeña parte del desafío que afronta Alemania. El mismo al que se enfrenta el resto del mundo.

Era agosto de 2002 y el Elba experimentaba una crecida sin precedentes en la historia moderna del río centroeuropeo. Algunos expertos la denominaron “la inundación del siglo”. Otros se fueron más atrás, asegurando que no se había visto nada similar en la zona desde la Edad Media.

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