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"Su cerebro no era el de un adulto": se reabre el debate sobre las ejecuciones en EEUU
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DUDAS SOBRE SI EL CEREBRO ESTÁ DESARROLLADO

"Su cerebro no era el de un adulto": se reabre el debate sobre las ejecuciones en EEUU

Por primera vez en casi 70 años, los Estados Unidos han ejecutado a un hombre por un crimen que cometió cuando era adolescente

Foto: Christopher Vialva. Foto: Twitter
Christopher Vialva. Foto: Twitter

Christopher Vialva, de 40 años, acaba de ser ejecutado en los Estados Unidos por un crimen que cometió en su adolescencia, lo que ha reabierto el debate de si una persona debe ser condenada a muerte por un delito llevado a cabo cuando era joven y su cerebro no estaba desarrollado.

Por primera vez en casi 70 años, los Estados Unidos han ejecutado a un hombre por un crimen que cometió cuando era adolescente. Vialva fue condenado hace 20 años por los asesinatos de 1999 de un matrimonio de predicadores en Fort Hood, Texas. En el momento del crimen, tenía 19 años.

Foto: Captura de pantalla de la cadena japonesa ANN.

El crimen fue atroz, algo en lo que su abogado y los expertos están de acuerdo, pero los científicos no creen que la pena de muerte sea el castigo que Vialva merecía.

"Su cerebro no era el de un adulto"

"A pesar de la naturaleza muy, muy atroz del crimen por el que Christopher ha sido condenado, mi posición es que, según la ciencia, su cerebro no era el de un adulto con todas las de la ley", explica a CNN Jason Chein, profesor de Psicología de la Universidad de Temple. "Y eso me lleva a la conclusión de que el castigo de quitarle la vida es demasiado severo".

"No habría tenido la edad suficiente para comprar un paquete de cigarrillos o alcohol. Pero tiene edad suficiente para ser ejecutado. No tiene sentido"

Vialva fue juzgado, junto con un grupo de adolescentes, por el robo de coches y el asesinato de Todd y Stacie Bagley. Un tribunal federal determinó que Vialva disparó a la pareja, mientras que el coacusado Brandon Bernard, que tenía 18 años en ese momento, prendió fuego al coche para destruir las pruebas. Ambos fueron declarados culpables y condenados a muerte.

El crimen por el que Vialva fue condenado fue "vil" y no hay duda de que debe ser responsabilizado, señala Chein. Pero las investigaciones que han surgido desde su juicio han demostrado que el cerebro de alguien en la adolescencia tardía y a principios de los veinte años aún no está completamente maduro.

"La evidencia nos dice que un individuo a esta edad tiene el potencial para el cambio", añade Chein. "Su personalidad y sus comportamientos no están fijados de la manera que podríamos pensar y que, finalmente, le convierten en un adulto más maduro".

Diversos estudios muestran que los adolescentes son más propensos a tomar riesgos serios, especialmente cuando están con sus compañeros, y que son menos capaces de controlar sus impulsos en situaciones estresantes.

¿Cerebros no desarrollados?

Los estudios de imágenes cerebrales muestran que en los adolescentes, la región del cerebro implicada en la toma de decisiones y la evaluación de riesgos es todavía inmadura en cuanto al desarrollo. Al mismo tiempo, la parte del cerebro que desempeña un papel en la regulación del placer y la recompensa es relativamente más activa que en otros períodos de desarrollo. Esa combinación, según los científicos, puede dar lugar a resultados peligrosos.

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ya ha reconocido que contar con una edad joven debe tenerse en cuenta en las decisiones de una sentencia, pero no ha sido así en el caso de Vialva, argumentan desde su defensa.

Foto: Carátula de la película 'Volando Voy', historia de un delincuente juvenil. Foto: Warner Bros

En 2005, el Tribunal dictaminó que ejecutar a un menor constituía un "castigo cruel e inusual" y proscribió la pena de muerte para menores. En 2012, sostuvo que imponer una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional a los delincuentes juveniles era desproporcionado.

Según esa lógica, el gobierno federal no debería solicitar la pena de muerte para una persona que fue condenada por un delito cuando su cerebro todavía estaba inmaduro en cuanto al desarrollo, afirma Henderson Hill, abogado principal de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

placeholder Una silla eléctrica que se usó para ejecutar a 362 reos entre 1924 a 1964 en Texas . Foto: EFE/José Luis Castillo
Una silla eléctrica que se usó para ejecutar a 362 reos entre 1924 a 1964 en Texas . Foto: EFE/José Luis Castillo

Vialva, sin embargo, no se considera un menor porque tenía 19 años en el momento del crimen. "Esto va en contra de la buena ciencia, lo que sabemos sobre el desarrollo del cerebro", apunta Hill. "Es horrible pensar que este tipo de juicio final pueda ser dictado en un joven de 19 años".

La forma en que funciona el sistema legal no tiene en cuenta los matices en torno al desarrollo del cerebro, sostiene Chein. El proceso no es monolítico, lo que significa que los diferentes sistemas del cerebro se desarrollan a ritmos diferentes y el punto en el que una persona puede ser considerada adulta varía de persona a persona.

¿Cuándo se es adulto?

"La idea de que existe una línea brillante, una edad que se cruza repentinamente hacia la madurez al pasar de los 17 a los 18 años, se ve muy socavada por las pruebas de la ciencia del desarrollo", dice Chein. "No hay ningún momento fijo en el que cruces esta línea y seas adulto".

"No habría tenido la edad suficiente para comprar un paquete de cigarrillos o alcohol", explica Hill. "Pero tiene edad suficiente para ser ejecutado. Eso no tiene ningún sentido".

Debido a que el cerebro de una persona continúa desarrollándose hasta bien entrados los 20 años, los expertos señalan que una persona de 19 ó 20 años no es la misma persona que será a los 30 ó 40 años.

Foto: Stephen Michael West, de 56 años, ejecutado en la silla eléctrica en el estado de Tennessee, Estados Unidos. (Reuters)

La abogada de Vialva, Susan Otto, argumenta que ese es el caso de su cliente, que, según ella, ha madurado significativamente desde que le conoció en 2003. Una evaluación del cerebro de Vialva en ese momento mostró que cuando tenía 19 años, tenía "la perspicacia de desarrollo de un chico de 16 años".

"La cuestión no es si Christopher debe ser responsabilizado por el daño que causó, nadie lo discute", concluye Otto. "Es si realmente podemos llamar justicia a matar a Christopher por un error que cometió de adolescente cuando no recibió la ayuda o la defensa que todos merecen".

Christopher Vialva, de 40 años, acaba de ser ejecutado en los Estados Unidos por un crimen que cometió en su adolescencia, lo que ha reabierto el debate de si una persona debe ser condenada a muerte por un delito llevado a cabo cuando era joven y su cerebro no estaba desarrollado.

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