Bruselas avisa: Grecia ha cumplido, ahora le corresponde a sus socios

"Grecia ha hecho su parte del trabajo". Así de tajante se muestra el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Lleva días diciéndolo: tras una década inmersa en rescates financieros, Atenas ha cumplido con lo que le exigían sus deudores. Ahora les toca a sus socios respetar su palabra y tomar importantes decisiones que den alas al país para remontar al fin el vuelo por sí solo.

Moscovici ha elevado la presión en los últimos días sobre los países de la eurozona para que acepten dar este jueves carpetazo al tercer (y último) rescate heleno. Tanto la Comisión Europea a la que el francés representa, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) son partidarios de acordar de una vez por todas las medidas de alivio de la deuda helena prometidas a Atenas. Sin embargo, los sospechosos habituales, encabezados por Alemania y Holanda, se resisten.

Desde Bruselas, Moscovici ha recalcado que el Gobierno de Alexis Tsipras, pese a las múltiples tensiones internas, ha cumplido con las últimas 88 medidas que se le exigían. Esto, salvo sorpresas de última hora, dará pie a que mañana la eurozona dé por cerrada la cuatra y última revisión del cumplimiento de las condiciones asociadas al programa asociado al préstamo multimillonario concedido a Grecia. Pero en la cuestión helena, nunca nada es tan fácil como parece.

Con el final de cada revisión, se abre el grifo a un nuevo desembolso para Atenas. En principio, estaba previsto un nuevo pago de 11.700 millones para la recta final del rescate, que expira formalmente el 20 de agosto. Sin embargo, los socios y las instituciones acreedoras andan a vueltas con este número, que podría finalmente elevarse para asegurar que el gobierno heleno tiene un buen colchón para ir saldando sus deudas pendientes de aquí a finales de 2019, sin tener que pedir prestado en los siempre volublesy desconfiados mercados.

El Eurogrupo, que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, tendrá que pronunciarse mañana sobre esta cuestión, durante el encuentro que mantiene en Luxemburgo. La cuestión de la deuda es, sin duda, la más espinosa. Y será difícil lograr que Berlín -que está ahora volcado en encontrar soluciones a nivel europeo para la gestión migratoria, para contener así la rebelión que ha desestabilizado a Angela Merkel- ceda.

Francia, que es más proclive a echar una mano a Atenas, está por su parte centrada en las concesiones que parace por fin haber arrancado a la primera potencia europea para reformar el euro, con lo que es poco probable que ponga más presión sobre Berlín. El acuerdo franco-alemán también, que ha sido celebrado en Bruselas ya que abre la puerta a que se logren al fin avances en la necesitada puesta a punto de la eurozona tras la crisis, también será abordado en el Eurogrupo.

En cualquier caso, Moscovi ha advertido recientemente en París de que se pacte lo que se pacte, "no habrá un cuarto programa maquillado para Grecia", en declaraciones recogidas por Efe. Dicho de otro modo: no se puede seguir exigiendo a Grecia que se mantenga bajo tutela de sus acreedores a cambio de las medidas que se le prometieron, y por las que ya ha cumplido los requisitos. "Ni demasiado, ni demasiado poco", receta el comisario.