El pasado 7 de mayo, la ciudad de Baltimore (Estados Unidos) fue virtualmente secuestrada, víctima de lo que se denomina un ataque de “ransomware” conocido con el nombre de RobbinHood, perpetrado por la mafia de los hackers.Trámites básicos de la administración como emitir facturas o el correo electrónico dejaron de funcionar. Dos meses después, un joven hackeaba en Bulgaria los datos económicos de 5 millones de habitantes, un dato increíble a sabiendas de que cuenta con siete millones de habitantes. Los ataques a ciudades y empresas a través de ransomware no son nuevos y se están convirtiendo en algo más común de lo que parece y los expertos en ciberseguridad avisan de que cada vez irán a más.