El annus horribilis, 2020, va tocando a su fin y las residencias han sido el lugar donde con más fuerza ha golpeado el virus. En estas fechas tan señaladas para pasarlas en familia y en plena ola de contagios, se forma un caldo de cultivo que podría ser letal para los más mayores, por lo que Daniel Agha, director de Las Praderas, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), se puso manos a la obra.
"Otros años la salida de residentes suele ser en torno a unas 30 personas que se van a pasar las Navidades en familia. Pero este año, con las restricciones y los protocolos impuestos las familias decidieron que es más seguro que se queden con nosotros también en estas fechas y solamente dos residentes han salido por Nochebuena", explica.